Capítulo 16: "Enojo inesperado"

209 31 10
                                    

(Narrador)

Madre e hijo Asano entraron a la cocina en un silencio tenso; el peli-naranja no sabía que esperar de su molesta madre.

Hanako cortó y exprimió los limones mientras su hijo sacaba el hielo del congelador.

-. Asano Gakushū._ habló la castaña mientras seguía con su labor.

El mencionado se detuvo instantaneamete.

-. ¿Sí, madre?_ respondió aún dándole la espalda.

-. ¿Cuando conociste a ese monstruo?_ la fría voz trepaba hacia los oídos del menor cual araña venenosa.

El adolescente sacudió la cabeza, evitando el pensamiento de estar siendo cazado.

-. Cuando iba a recoger a Nagisa, Madre._ dijo tratando de sonar seguro, confiado, valiente, nada que ver con el grito constante en la base de su estómago que le pedía huir.

-. Ah, ¿sí?_ arrastró sus palabras con un tono cantarín, que, por más bonito que suene, era bastante perturbador._ Y... ¿Cuándo planeabas /informarme/ sobre ese /pequeñísimo/ detalle?

-. Y-yo-_ tartamudeó ligeramente, se detuvo, para arreglar su compostura, y luego continuó._ No creí necesaria esa información.

La cabeza castaña giró lentamente hacia él; no la veía, pero podía sentir la, probablemente, rosada fluorescente mirada de su progenitora.

-. ¿No /creíste/ /necesaria/ esa información?_ interrogó sarcásticamente la adulta, al no obtener respuesta, siguió hablando._ Tú y tu padre son iguales; ambos cometen los mismos errores, con las mismas personas._ escupió molesta, estaba tan tensa, que no notó el vaso al borde de la bandeja hasta que reventó en el suelo.

El ruido llegó hasta el jardín, el peli-celeste, que yacía sentado y preocupado en una silla junto a sus sempais, se alarmó rápidamente, el ruido le era muy conocido, y, a pesar del miedo que le hacía temblar las manos, corrió a la cocina a buscar a su hermano mayor.

-. ¡Kushu-ni-chan!_ llamó asustado mientras empujaba la puerta de la cocina.

Al llegar, vio el vaso roto en el suelo junto a su madre.

-. Nagisa, quédate ahí, aléjate del vidrio._ soltó el adolescente a penas vio al menor.

-. Oh por-, ¡que descuidada!, se me cayó el vaso._ exclamó la adulta como si no hubiera estado queriendo matar a alguien hace solo algunos segundos.

-. ¿Mami?, ¿Kushu-ni-chan?, ¿Qué pasó?_ preguntó el oji-zarco al ver que su hermano estaba físicamente bien.

-. Estábamos hablando, madre no se dio cuenta y botó el vaso sin querer._ mintió el peli-naranja.

-. Que torpe soy; no te preocupes cariño, y cuidado te cortas._ la señora Asano sacó un pequeño recogedor y una escobilla para barrer el vidrio._ Gakushū, llévate a tu hermano, yo me ocuparé de esto.

-. Sí, madre._ el peli-naranja pasó por encima del vidrio con cuidado y tomo la pequeña mano del menor.

-. Ah, y, Gakushū._ llamó la mujer con una voz de dulce sonar. El adolescente se detuvo y giró a verla, a lo que ella continuó mientras posaba su pesada mirada en él._ Tuvimos una emergencia familiar que atender, la reunión se acabó y solo deben haber 3 personas con el apellido Asano en esta casa.

-. ... Sí, madre._ el joven retomó su camino hacia el jardín.

-. ¿Kushu-ni-chan?_ llamó el infante.

Bebé ShiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora