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Era un nuevo día en el instituto, las clases aún no empezaban y los alumnos paseaban por los pasillos mientras esperaban. Jennie abrazaba sus libros al caminar, la felicidad en su rostro era notable, tanto tiempo esperando una cercanía a Lisa y hace tan solo un día había recibido un beso por parte de la misma.

Se detuvo en medio del pasillo y buscó con la mirada a sus amigas. Entre tantos alumnos, solo logró encontrar a Momo entre ellos. Dió el primer paso para acercarse, cuando a los lejos, al final del pasillo, notó a Lisa susurrar al oído de su hermano, Jungkook. Y mirando a todos lados, ambos se apartaron de entre sus compañeros.

Jennie observó esto con extrañeza, la curiosidad pudo más y olvidando a su amiga, apresuró su paso para seguirlos. Ambos mantenían una distancia prudente, como si fueran cada quien por su propio camino, pero la ruta era la misma. Esto guío a Jennie hasta detrás de las gradas de la cancha de la escuela, se asomó detrás de una de las columnas y observó con decepción como su hermano le entregaba una notable cantidad de dinero a Lisa.

¿Qué significaba eso? ¿Tal vez... Jungkook había pagado a Lisa para darle esa cita soñada a Jennie?

Los ojos de Jennie se humedecieron al darse cuenta porqué Lisa le devolvió el dinero y porqué había pedido otra cita, solo lo hizo porque Jungkook le estaba pagando.

La castaña se ocultó deprisa cuando la mirada de Lisa giró a su dirección, la pelinegra se mostró extrañada al creer ver a alguien, pero no había nadie.

_¿Ocurre algo? - Jungkook giró a sus espaldas.

_No...- respondió Lisa - nada - volvió su mirada a él - ya tengo que irme - tomó su mochila del suelo - tengo que hablar con Jennie.

_Oye - Jungkook llamó, Lisa giró a verlo - por favor, no se lo digas a mi hermana, ella me mataría - suplicó con la mirada.

_Tranquilo, no se lo diré - sonrió levemente - nos vemos luego.

Lisa pasó por aquella columna, pero no había nadie, le restó importancia y siguió su camino.

****

Jennie estaba decepcionada de su hermano, eso explica porqué estaba tan seguro de que ella ganaría la cita con Lisa, porqué estaba tan colaborador con su dinero y porqué Lisa la besó cuando ni siquiera gusta de ella.

_Jennie - la castaña detuvo su paso al escuchar la voz de la pelinegra. Lisa la alcanzaba y sonriendo, se colocó a su lado - ¿Qué tal? - Lisa estaba un poco nerviosa - me preguntaba si...vas a aceptar la segunda cita, creo que me parece lo justo ¿No? No debí...besarte y...

_Claro que no debiste - respondió Jennie, siendo cortante. Lisa se sorprendió con su respuesta y la castaña se alejó sin esperar respuesta. Lisa salió de su asombro y corrió a su lado, caminando a la par.

_Sí, lo sé, no debí - estuvo de acuerdo - rompí el contrato así que, como reparo, te ofrezco otra cita pero esta vez tú escoges el lugar y yo pago ¿Qué dices?

_¿Sí? - se detuvo para girar a verla, se veía molesta - ¿Y con qué lo vas a pagar? ¿Con el dinero de mi hermano? - Lisa guardó silencio, estaba confundida.

_¿Cuál dinero...? - preguntó, dudosa.

Jennie bufó y dió gracias al timbre que dió comienzo a las clases, que pudo irse y dejar a Lisa allí, sin escuchar más de sus palabras.

La pelinegra la vió desaparecer al girar al siguiente pasillo y rápidamente sacó su celular, comenzaba a sospechar.

_¿Jungkook? - vigilaba que Jennie no estuviera - creo que tu hermana ya lo sabes.

****

_¿Y ahora qué vendes? - Jisoo no había guardado su cámara en lo que va del día, era la hora del almuerzo y Rosé aprovechaba para alzar sus ventas.

_Nada interesante, solo galletas ¿Compras uno? - ofreció, ya se había acostumbrado a que Jisoo la grabara.

_No, solo vine a cobrar una parte de lo que me debes - sonrió. Rosé viró los ojos y a regañadientes sacó lo billetes de su bolsillo, era lo que había ganado en esos días más lo que Jennie le había dado.

_Aquí tienes - la pelinegra lo tomó, se veía contenta - me alegra al menos sacar esa sonrisa - comentó con sarcasmo.

_Ni te quejes, nadie te mandó a ofrecer tanto dinero por mí.

_¿Ah sí? ¿No fué tu plan ponerme celosa al inscribirte en la subasta de citas? - reprochó - sabías que lo haría.

_Por Dios, Rosé, el mundo no girar al rededor de tí - la rubia la miraba fijamente - bueno, está bien, lo acepto, pero funcionó - sonrió de manera egocéntrica - eso demuestra que eres predecible.

_Ya, Jisoo - pronunció con frustración - ya basta de juegos ¿No podemos volver a como estábamos? Te extraño - Jisoo estaba a punto de caer por esa expresión tan tierna de Rosé, pero se puso firme a su decisión, tenía que darse su lugar.

_No, tomaste tu decisión y la respeto, no quieres novia, pues así será - se retiró, no sin antes tomar una galleta para comerlo en el camino.

Subasta De Citas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora