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Jungkook se asomaba lentamente tras la puerta de la entrada de su hogar, esperaba que Jennie no le lanzará algún zapato después de enterarse lo del dinero.

Suspiró aliviado a no hallarla en la sala, al parecer aún no había llegado de la escuela. Abrió la puerta por completo para ingresar, cuando un zapato golpeó la parte detrás de su cabeza.

_¡Jungkook! - gritó Jennie, enfurecida. El pelinegro dudó en moverse, escuchó los pasos de su hermana acercándose y no pensó en otra idea que correr por su vida - ¡Vuelve aquí!

_¡No tienes derecho a tocarme! ¡La violencia es mala! ¡Te puedo denunciar! - corría escaleras arriba, yendo directo a su habitación.

_¡Entonces pasaré mi vida en la cárcel! ¡Ven aquí, idiota! - su hermano cerró justo a tiempo la puerta de su habitación - ¡Jungkook! - comenzaba a golpear - ¡Abre si no me quieres ver realmente molesta! ¡Abre!

_¡P-primero déjame explicarte! - se apoyaba en la puerta, nervioso - ¡No gasté tanto dinero! ¡Solo lo necesario!

_¿Cuánto fué? - preguntó con voz dura, esperaba impaciente a que responda, pero su hermano había guardado silencio - Jungkook...responde ¿Cuánto dinero gastaste?

_Fué... fué - tragó, nervioso - fueron tres mil dólares - respondió rápidamente. El silencio invadió la casa, no se escuchaba absolutamente nada. El pelinegro se quitó lentamente de la puerta, dudoso - ¿Jennie? - preguntó, pero no hubo respuesta - ¿Hermanita? - pegó su oreja a la madera, no se escuchaba nada. Confundido, tomó valor y con mucho cuidado, abrió la puerta con bastante lentitud - ¿Jennie? - se asomó, el pasillo parecía vacío.

La castaña apareció detrás de la ventana y bajando torpemente, pero siendo veloz, entró a la habitación y saltó sobre su hermano antes de que este se diera cuenta.

_¡Imbécil! - lo atrapó del cuello y colgaba de su espalda. Jungkook gritó aterrado al tener a ese monstruo sobre él - ¡¿Cómo pudiste gastar tres mil dólares?!

_¡Fué sin querer! - se sacudía con la intención de liberarse - ¡No me percaté de la cantidad! - ambos cayeron al suelo.

_¡¿Fué sin querer?! ¡¿Cómo se te ocurre pagarle tres mil dólares a Lisa para que me besara?!

Jungkook cambió su expresión de aterrado a uno confundido ¿De qué estaba hablando?

_¿De qué estás hablando? - preguntó.

_No actúes - lo soltó para ponerse de pie, su hermano copió su acción - sé que me quieres, soy tu hermana menor y quieres verme felíz ¿Pero pagarle a Lisa? - comentó con decepción - pensé...- bajó la mirada - pensé que ese beso fué porque también le gustaba y que lo usó como excusa para otra cita - volvió a ver a su hermano - no pensé que todo era actuado y por tu culpa - lo señaló.

_¿Lisa te besó? - el pelinegro estaba sorprendido.

_N-no...¿No lo sabías? - su hermano negó - deja de fingir, yo te ví entregando dinero a Lisa - regañó.

_Primero - arregló su ropa, estaba arrugada por culpa de Jennie - no sé de qué estás hablando, yo no pagué a Lisa para que te besara ni mucho menos tenga otra cita contigo - se arreglaba su cabello - segundo, el dinero que le entregué era una parte de los tres mil dólares que le debo, no tiene nada que ver en tu cita.

Jennie estaba asombrada y confundida, hasta que una pregunta pasó por su cabeza.

_¿De qué le debes tanto dinero?

_Ah, es que ofrecí tres mil dólares en la subasta por Taehyung y Lisa me prestó el dinero - sonreía, hasta que lentamente esa sonrisa desapareció al ver la expresión de enfado que se formaba en la cara de su hermana menor.

_¡¿Que hiciste qué?! - Jungkook se marchó a correr - ¡Vuelve aquí! - fué detrás de él - ¡¿Que te piensas?! ¡¿Acaso crees que somos ricos?!

_¡Tú ofreciste más de doscientos! – gritó Jungkook complemente aterrado fuera de casa – ¡Yo te ayudé!

_¡No compares con tres mil! ¡Yo lo saqué de mis ahorros! – tenía listo su otro zapato en mano para lanzarlo – ¡¿De dónde vas a sacar tanto dinero?! ¡Jungkook!

_¡No lo sé! ¡Primero debo vivir para poder pensarlo! ¡Si me matas no podré pagarle a Lisa! ¡Piensa en ella!

_¡No metas a Lisa en esto! – lanzó su zapato, pero no le atinó.

_¡Está bien! ¡Está bien! ¡No la menciono! 

Los vecinos veían extrañados todo el escándalo, ambos hermanos desaparecieron por la puesta del sol, al parecer el enfado de Jennie no se iba a ir tan fácil.

Subasta De Citas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora