Una subasta de citas en el colegio, hará que Jennie Kim logré salir finalmente con la chica que le gusta, Lalisa Manobal.
Mini historia.
Tendrá 10 o 15 capítulos.
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El patio de la escuela estaba repleta de estudiantes y familiares, la música a alto volumen resonaba a su al rededor, las risas por los juegos y bromas se unía al bullicio de lo que estaba siendo una divertida feria.
_¡Jennie! ¡Jennie, aquí! - el mayor de los Kim llamaba a su hermana, Jungkook era uno de los más esperados en la subasta de citas, pero lamentablemente para muchos, no se había inscrito.
_Ya estoy aquí, lo siento, se me hizo tarde - Jennie frenada sus pasos, se notaba exhausta por su respiración - conseguí cincuenta dólares más - mostró con emoción, su abuela se lo había pagado a cambio de limpiar el tejado - ¿Aún no comienza? - vió el escenario con preocupación, esperaba que aún no hubiera salido Lisa.
_Llegaste a tiempo - respondió Rosé, se encontraba de brazos cruzados, hace poco logró ver a Jisoo detrás de las cortinas. Quería ver quien era el tonto o tonta que saldría con ella, solo por curiosidad - ya va a comenzar.
_Limpiate la cara - señaló Jungkook - tienes barro.
_No es barro...- respondió Jennie con vergüenza, se había caído en el camino.
Jungkook dió un paso lejos de ella, sería mejor mantener su distancia por el momento.
_¡Ya va a comenzar! - Momo llegaba con el resto del grupo, la mayoría había crecido junto en el mismo salón y ahora eran grandes amigos.
_¿Ustedes van a ofrecer? - preguntó Suga, el primo de Rosé. Traía su boca llena de palomitas, sostenía un cubo grande y no se detenía de comer, estaban dulces.
_No - respondieron todos.
_Sí - Jennie fué la única del grupo en afirmar, su alegría se notaba a kilómetros.
_Hola a todos - la encargada de presentar salía finalmente, siendo recibida por gritos de emoción - gracias por venir, sé qué han estado esperando mucho y....
_¡Que empiece de una vez! - gritaron todos, asustandola.
_Sí...claro - se apresuró a leer el papel en su mano - bien. ¿Ya saben cómo es esto?
_¡Sí! - nuevamente la asustaron.
_Ok, ok - volvió su vista a la hoja - empecemos - se hizo a un lado - nuestro primer estudiante en participar es uno de los mejores futbolistas de la escuela. Sus pasiones son el dibujo y bailar, tiene 19 años y quiere que sepan que será la mejor cita que hayan tenido. Con ustedes, el estudiante Hoseok - presentó.
El pelinegro salió de detrás de las cortinas rojas, traía un traje negro que se adaptaba perfectamente a su atlético cuerpo y su adorable sonrisa hizo enternecer a muchos.
Se detuvo en el centro del escenario y llevó sus manos a sus espaldas, a esperar que el mejor postor aparezca.
_Bien. ¿Quién desea una cita con este apuesto chico? Las propuestas comienzan ahora - pronunció la presentadora.
Los demás estudiantes veían la competencia, incluso profesores. En cada esquina alguien más ofrecía un monto más elevado, hasta que llegó el monto final.
_Doscientos quince dólares - ofreció una chica de su mismo salón, al parecer tenía un crush con él desde hace mucho.
_¿Queda en doscientos quince? ¿Alguien más? Doscientos quinto a la una, doscientos quinto a las dos...- varios negaron, no les alcanzaba - la estudiante con el número catorce obtiene una cita con el estudiante Hoseok - anunció - felicidades.
Todos rieron cuando la chica gritó emocionada y salió corriendo al lado del escenario, dónde se encontraría pelinegro y terminaría todos los detalles del acuerdo.
_Ofrecieron mucho - pronunció Jennie, estaba preocupada - ¿Y si no me alcanza?
_Tú tranquila, ví a muchos gastarse su dinero en los juegos, no creo que tengan más de doscientos cincuenta - Jungkook se notaba confiado.
_¿Y tú por qué tan seria? - preguntó Suga a su prima, siguió su mirada y pronunció un ligero "o" al ver a Jisoo en el centro del escenario - interesante.
_Escucho sus propuestas - comenzó la subasta para obtener una cita con Kim Jisoo - ¿Quien comienza?
_Diez dólares - la del primer año nuevamente levantó la mano.
Jisoo retó con la mirada cuando Rosé rió por lo bajo, sabía que se estaba burlando.
_Mil dólares - una voz grave se escuchó a un extremo, dejando asombrados a todos.
Rosé borró su sonrisa y miró directamente a ese chico alto que mantenía una sonrisa mientras mirada a Jisoo.
_Haein - pronunció la rubia apretando los dientes, ese tonto se ponía nervioso cada vez que Jisoo pasaba frente a él, pero nunca se acercó a hablarle.
_Wow...mil dólares - la presentadora no salía de su asombro - alguien...¿Alguien da más? - preguntó dudosa, era casi imposible que alguien tenga más dinero.
_Mil cien dólares - las expresiones de asombro no faltaron, la mirada de Haein se encontró con la de Rosé al buscar aquella voz femenina que había subido su propuesta.
Sus amigos miraban sorprendidos a su rubia amiga, se supone que no iba a ofrecer.
Haein murmuró con frustración y metiendo sus manos a sus bolsillos, sacó unos cuantos billetes, comenzando a contar de manera rápida.
_Mil trescientos a la una - comenzaba a contar la presentadora - mil trescientos a las dos...
_¡Mil trescientos cincuenta dólares! - gritó Haein, levantando los billetes con nerviosismo.
Rosé comenzaba a frustrarse, el conteo comenzaba otra vez y ahora, Rosé estaba pensativa, mirando a Jisoo una y otra vez.
_Y...- la presentadora iba a dar por terminado la subasta.
_¡Mil trescientos cincuenta y dos dólares! - gritó Rosé con los ojos cerrados, se gritaba internamente por lo que estaba haciendo.
_Mil trescientos cincuenta y dos a la una - Haein volvía a buscar en sus bolsillos - Mil trescientos cincuenta y dos dólares a las dos...- todos esperaban expectativas - ¡La estudiante con el número treinta obtiene una cita con Kim Jisoo! ¡Felicidades!
Jisoo gruñó con enfado, y mirando una última vez a Rosé, se retiró del escenario para esperar a un lado, esa chica era una molestia.
_Wow...- Rosé escuchó a su lado, sus amigos la miraban atónitos.
_Qué - respondió desafiante, sus amigos negaron de inmediato y se hicieron a un lado cuando la rubia cruzó, tenía que ir a terminar los últimos detalles de la cita - ¿De dónde demonios saco mil trescientos cincuenta y dos dólares? - murmuró con preocupación.
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