Capítulo 21.

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-Elia, despierta. -Era Jesús.

-Oh no mierda.

-Joder...

Me levanté rápidamente de la cama y seguidamente Dani hizo lo mismo.

-Jesús ahora salgo, me tengo que vestir.

-Joder entonces me quedo.-Dijo Dani en un tono bastante alto a lo que dí un golpe.

Se quedó callado unos segundos.

-Está bien estaré abajo.

Poco a poco los pasos de Jesús se ivan desvaneciendo hacia el salón.

-No salgo viva.

-Exagerada.

-Dani, si nuestros padres se enteran nos matan, a ti te castran, y a mí me mandan a encerrarme.

-No somos hermanos de verdad, había la posibilidad de qué pasase esto.

Dani besó mi cuello repetidas veces, quería que siguiera, pero no podía joder.

-Dani.-Dije entre tiempos.

Él besó mis labio dejandome completamente inmóvil ya que me tenía sujeta de la cintura.

Me separé de él.

-Tengo que bajar, ya sabes.

-Pronto podremos acabar lo que empezamos.

Reí y seguidamente abrí la puerta para dirigirme hacia el salón.

-¿Querías algo Jesús?

-Ah como no te levantabas quería saber si estabas bien.

Reí. Se preocupaba mucho por mí, y yo se lo agradecía muchísimo.

-Estoy bien Jesús, gracias enserio.

-¿Sabes donde está Dani?

Nege con la cabeza.

-¿No ha dormido aquí?.-Pregunté al hacerme la sorprendida.

-No. Y por eso me extraña.

-No sé Jesús, estará con algún amigo.

-Pero no es capaz ni de avisar a su hermano.-Se tocó las manos.-Ha cambiado.

Le toque el cuello.

-Tranquilo Jesús, hablaré con él en cuanto vuelva.

-Gracias fea, te quiero poco.

Seguidamente le dí un pequeño beso en la mejilla y se fué hacia la calle.

Al momento bajó Dani.

-Eres muy tonto.

Me levanté.

-Esto está afectando a Jesús y no quiero.

Dani se levantó y quedó mirandome fijamente.

Entrelazo nuestras manos y me las indicó.

-¿Ves? Encajan. Encajan a la perfección, diría algo así como si estuvieran echas para estar juntas.

Sonríe bajamente.

-No quiero que el problema de la familia se meta entre nosotros.-Respiró.-Quiero intentarlo, sabes que soy un puto orgulloso y me cuesta decir palabras que alomejor a otra gente no, pero no me quiero quedar con la duda de qué hubiese pasado si lo hubiésemos intentado.

Suspire.

-Sé que tu también eres una persona muy orgullosa y hace días atrás me lo demostrabas.-Río.-Pero no quiero arrepentirme de no haberlo intentado, no quiero Elia.

Estaba en una situación bastante comprometida, lo quería, no tenía duda, pero había muchos inconvenientes entre nosotros y lo que yo no quería era tener más daño interiormente.

-¿Y bien...?.-Preguntó a penas a dos centímetros de mí.

-...

Eres tú, ¿Como no quererte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora