Eres tú, ¿Como no quererte?

Capítulo 2.

Mi padre abrió la puerta, apareció Eva y al lado sus dos hijos.

Hostia que son iguales.

Llegé a la conclusión (un poco obvia) que eran gemelos.

-Elia cielo! -se acercó a mi y me dió un gran abrazo y dos besos.

-Hola Eva. -Le sonreí

Me fijé en esos dos chicos, eran bastante guapos, pero bueno, que tampoco nada más.

-Bueno Elia, estos són mis hijos, Jesús y Daniel.

-Hola. -Les saludé

-Elia no seas borde. -Me dijo mi padre.

-Gracias papá. -Le dije gesticulando los labios.

Me levanté del sillón y me acerqué a uno de ellos, le dí dos besos.

-Yo soy Jesús. -Sonrió el chico

El otro chico, que supongo que sería Daniel, estaba con el movil sin enterarse de una mierda, asi que decidí pasar de él.

No íva a andar buscando su saludo.

Me volví a sentar en el sofa y me puse a ojear el móvil.

-Elia porqué no le enseñas a Jesús y Dani la casa?

Miré a mi padre con cara de pocos amigos, parecía que lo hacía para joderme oye.

Acepté.

Me levanté del sillón y los dos me siguieron.

-... Y bueno lleváis mucho en Madrid?

Intenté no ser borde, por primera vez en mi vida.

-Bueno unos cuantos meses, la verdad que está bien. -Respondió Jesús

-Y tú? -Me dirigí a Dani.

Pasó de mi.

Era algo que no soportaba, que me ignoraran.

-Chico que te estoy hablando. -Volví a repetirle.

-Elia dejálo, es muy borde.

-Cállate. -Dijo Dani

-A ver, para mí tampoco es facíl, es más, es una situación que ojalá pudiera evitar, pero mira, no hay otra. -Dije

-Bueno pues yo podría estar de fiesta o haciendo algo mejor que estar aquí, no sé si me entiendes. -Me dijo Dani

-Pues no sé que coño haces aquí entonces. -Dije bordemente.

Este niño me estaba sacando de mis casillas, no hacía ni dos horas que lo conocía y ya quería matarlo.

-¿Tiénes novio? -Preguntó Dani

-Para tí, estoy casada y con 4 hijos.

-Tenías cara de niña buena.

-Y tú de idiota. Ah, pero al final las aperiencias han resultado correctas. -Seguí caminando hacia el jardín.

Jesús era majo, no sé se le veía muy buen chico, todo lo contrario que su hermano, era el tipico chulo que va de malote y tirandose a todo lo que anda y corre.

-Elia, voy a ver si allí dentro necesitan ayuda.

Assentí con la cabeza.

Noté una mano en mi hombro que íva bajando hacia la cadera.

-Que coño quieres tío.

-Vamos a dejar las cosas claras, yo te pongo, tú me pones, todo muy simple, déjate de rollitos de chica dificil porque conmigo caen, todas caen.

-Lo primero. -Me retiré de él -Tú no me pones, más que nada porque del odio al sentimiento de que tú me pongas hay un paso muy grande, lo segundo, todas pueden caer, pero yo no soy como todas, no me van los imbéciles como tú.

-Nos acabaremos llevando bien, ya verás preciosa.

-Que te he dicho que para tí, estoy casada y con cuatro hijos.

Se me acercó y me susurró.

-Caerás.

Le susurré.

-Ni en tus mejores sueños.

Me fuí para adentro para ayudar a papá, Eva y Jesús...