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Regina se encontraba guardando sus libros del casillero en su bolso. Este era el último día de clases y por fin las vacaciones comenzarían.

Estaba feliz ya que, como todos los años, su familia iría junto a la familia Pattison de vacaciones, el solo hecho de pensar en aquella morena le provocaba ansiedad por irse pronto a donde sea que sus padres hayan planeado esta vez, ella solo quería estar con _(t/n) todo el tiempo.

Estaba a punto de desocupar su casillero cuando sintió una respiración caliente cerca de su oído y que tocaba su piel.

-¿Ocupada?- pregunto una voz que la  morena conocía muy bien, nunca podría confundir ni olvidar aquella sexy y ronca voz que la hacía delirar.

Sonriendo giro sobre sus talones rápidamente, instintivamente su sonrisa se agrando mucho más al comprobar que efectivamente la chica de ojos negros había sido la culpable del escalofrió que recorrió su cuerpo al sentir su respiración y su presencia cerca de ella.

-Nunca para ti __ - le sonrió y le dio un beso en la mejilla.

__ sonrió, achinando sus ojos y mostrando su hermosa dentadura, le dio un beso en la frente a su amiga, la chica que lograba que su corazón aleteara de emoción con simples cosas como aquella respuesta. El dulce y exquisito aroma de su cabello se impregno en sus fosas nasales, amaba el aroma de Regina, amaba todo de ella. Se separo de la menor encontrándose rápidamente con aquellos profundo ojos azules que la hacían perderse en ellos, una montaña rusa de emociones haciéndose presente en su estomago.

-¿Lista para las vacaciones?- pregunto __ después de unos segundos en los que con sus miradas expresaban los sentimientos que con palabras no podían decir. Sus ojos seguían fijos en los otros, el negro y el marrón fundiéndose en una llama abrazadora, parecía una batalla de resistencia pero tan solo eran dos enamoradas que tenían miedo, miedo al rechazo.

__ sabía claramente la respuesta y lo ansiosa que la pequeña morena estaba por poder pasar todo el verano juntas, tal y como ella lo estaba.

-Siempre- otra simple respuesta acompañada de una dulce sonrisa, la perdición de la mayor.

-Qué bien..., yo también- respondió __ feliz abriendo el casillero vecino de la menor y copiando lo que su amiga se encontraba haciendo minutos antes.

-Y… ¿Sabes dónde nos llevaran este verano?- pregunto con curiosidad la ojos de color marrón acomodando el bolso en su hombro derecho. Los padres de las chicas tenían por costumbre escoger el lugar de vacaciones familiar y no decirle a nadie hasta que llegaban al destino con una única finalidad de sorprender a sus familias. El año pasado fueron a Acapulco y el anterior a ese a Alaska, y así desde que recuerdan.

-No, no tengo idea. Ya sabes que les gusta sorprendernos- respondió __ ordenando sus casilleros.

-Nuestros padres pueden llegar a ser…-

-Tan inmaduros a veces- completo __ recibiendo un asentimiento por parte de su amiga.

-Si- afirmó la morena –Más que los chicos, tú y yo juntos. Recuerdas en Acapulco, aun me muero de vergüenza- __ rió ante el comentario de su amiga, enseguida el recuerdo de aquellas vacaciones llegaron a su mente sobre todo, un momento en el que estuvieron en Acapulco donde los hombres se pelearon por quien tenía el mando de la moto acuática que habían alquilado juntos. Aun no entendían porque no habían alquilado una para cada uno, pero fue muy gracioso recordar la pelea de sus padres revolcándose en la arena, y que después de finalizar su “discusión” se perdonaron con un abrazo, pero lo más gracioso fue que cuando iban a ocupar la moto, su tiempo se había agotado y el dueño se las pidió, al final ninguno la pudo manejar.

LA LAGUNA AZUL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora