LA LAGUNA AZUL

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__ estacionó el auto a unas cuadras de la casa, salió de él y lo rodeo para abrirle la puerta y ayudar a la joven morena. Sonrió a Regina y una vez tuvieron sus cosas, la ojinegra aseguro su auto y entrelazando su mano con la de su mejor amiga, se dirigieron a la fiesta. Al entrar la multitud de cuerpos se movían de un lado a otro, sudorosos, al ritmo de la fuerte música que se escuchaba, otros cuantos se encontraban bebiendo en la barra, mientras parejas se besaban en las oscuras esquinas que encontraban. Con la poca luz divisaron a sus amigos.

-Bien __ y Regina, a disfrutar que mañana se van- dijo Katherine halando a su pareja a la pista.

-¿Quieres bailar?- pregunto __ a Regina extendiéndole su mano.

-Claro- respondió la morena sonriente tomando la mano de la mayor. Ambas chicas se dirigieron al centro de la casa en la pista improvisada y comenzaron a bailar entre todas la personas. Hanna y Emily se unieron a ellas, al igual que Peter y Thinkerbell, Dorothy y Ruby y Paige con Neal, el dueño de la casa y parte del equipo de futbol americano de la secundaria, junto a Peter, Neal y August, donde __ es la capitana.

Al cabo de unos minutos __ y Regina se alejaron de la pista emprendiendo un camino hacia unos cómodos sillones donde estuvieron conversando un buen rato sobre cosas del pasado, pequeños recuerdos graciosos que se asomaban por su mente.
__ observo la hora: Doce y cincuenta y cuatro de la noche.

-Gina ya es algo tarde. Recuerda que mañana salimos temprano- dijo __ mostrándole su teléfono.

-Tienes razón- respondió la menor sonriendo con gracia –Será extraño que __ Pattinson, capitana del equipo de fútbol y Regina Mills, capitana de las porristas se vayan tan temprano de una fiesta- comento graciosamente provocando que la de ojitos negros riera ante su comentario.

-Es cierto, pero no podemos hacer nada- dijo __ poniéndose de pie y estirando su brazo para que Regina tomara su mano y ayudarla a levantarse e ir a hacia donde se encontraban sus amigos para despedirse de ellos.

-Lo sentimos mucho chicos pero ya nos tenemos que ir- dijo Regina intentando soltarse del agarre de Katherine y Ruby -¿Puedes ayudarme?, mañana tenemos un vuelo temprano- dirigió su mirada a la morena que se encogió de hombros ya que Hanna y Paige no la soltaban tampoco y la tenían inmovilizada entre sus brazos.

-Es un jet privado. Puede esperar- dijo Paige.

-¡Déjense de niñerías! Gina y yo nos tenemos que ir. Se iban a hacer esto nos hubiésemos ido sin avisar- respondió __ liberándose del agarre de sus amigas.

-__ podemos hablar un momento contigo- dijo Neal alejándose un poco del grupo seguido por los chicos y __.

-Dime- ordeno __ una vez que estuvieron alejados de las chicas.

-__ sabemos que todo el equipo te apoya, sobre todo nosotros que somos tus amigos- comenzó Neal.

-¿Acaso quieren que deje de ser la capitana?- pregunto un tanto ofendida __.

-¿Qué?- pregunto Neal –No, claro que no…

- Ve al punto - pidió una insistente __.

-Lo que Neal trata de decir…- empezó Robin –Es que te dejes de rodeos y vayas atrás de Mills. Crees que somos tontos y no nos damos cuenta que babeas por el culito de Regina. Además sabemos lo que tienes en la entrepierna- __ se asustó ante la última confirmación de su amigo –No te asustes- prosiguió su amigo al ver la expresión de la capitana –Creíste que podías ocultar tremendo paquete- sus amigos se rieron mientras __ se ruborizara –De solo ver a Regina practicar te pones babosa y tu amigote se despierta. ¿Cuánto mide? ¿Treinta cm?- pregunto burlándose de la expresión de su amiga –Es broma. Pero enserio es enorme…

-Estuvo muy bueno que se hayan reído a costa mía, pero ya basta, me tengo que ir. Adiós- dijo para voltearse y caminar hacia la morena, pero fue detenida por una mano que le sujeto la muñeca obligándole a darse la vuelta y, sin darle, unos toscos labios se posaron sobre los suyos, besándola con ansiedad e inquietud, pudo percibir el sabor a alcohol en la lengua que había invadido rápidamente su boca.

Abrió los ojos rápidamente y se alejo de la causante de aquel beso, sus amigos estaban con la boca abierta viendo aquella escena, al igual que las chicas que prestaban atención a cada uno de sus movimientos, vio a la pequeña ojitos marrones que, ahora, tenía el ceño fruncido y una extraña mirada fija en la rubia que había besado a su __. Regina estaba muy enojada pero gracias a que Katherine apretaba su mano y que la chicas estaban a su alrededor, no hizo ninguna locura.

La jugadora reacciono y enfrento a la chica que la había besado –Dianna, creí que ya lo habíamos hablado, por favor no vuelvas a hacer eso. Además estas borracha…

-Mi amor, porque me hablas así- pregunto la rubia, poniendo una mano en su pecho haciéndose la ofendida –Tu sabes que te amo- hizo ademan de abrazar a __, pero esta la detuvo y sostuvo su mano.

-¡Dianna basta! No armes un escándalo, por favor. Tú sabes muy bien que yo no siento nada por ti, además nunca fuimos nada, recuerda que solo fue un beso nada más.

-Eres una estúpida Pattinson, te gusta jugar con las personas, enamorarlas y luego desecharlas- grito para que todos la escucharan.

-En primer lugar me vas bajando la voz- __ ya se estaba enojando –Y en segundo yo nunca te di ilusiones, después me besaste, tú misma corriste el rumor de que éramos novias cuando yo ni siquiera te lo había pedido, ni correspondido aquel beso. Así que déjame en paz- finalizó la jugadora para ir hacia la ojicafes y disculparse por el comentario de la chica -¿Gina quieres irte ya?- le pregunto a su morena.

-Sí por favor, vámonos ya- contesto la morena tomando la mano de __ y arrastrándola a la salida. La jugadora se despidió de sus amigos con un movimiento de manos y de dejo llevar por su morena.

Llegaron hasta el auto y la mayor lo desbloqueo para después, abrir la puerta del copiloto y ayudar a que Regina subiera, rodeo el auto y tras acomodarse en el asiento del piloto, arranco el motor. El transcurso a la mansión Mills fue en absoluto silencio, más silencioso e incomodo de lo que esperaban, pues lo que había ocurrido en la fiesta con aquella rubia logro despertar en la pequeña morena unas incontrolables iras y un deseo de asesinarla en ese momento se había apoderado de su cuerpo, los celos estaban a flor de piel. Al llegar Regina se despidió de __ dándole un beso en la mejilla, cuando la más pequeña se disponía a salir de auto, la mayor hablo:

-Lamento lo sucedido- se disculpo.

-No te preocupes- respondió la morena, acomodándose nuevamente en el asiento.

-Es que Gina, fue muy grosero de su parte, estoy muy apenada porque hayas visto eso.

-No es tu culpa __- dijo la morena con una sonrisa acariciando la mejilla de la ojinegra –Ahora, será mejor que entre y que tú te vayas, recuerda que tenemos un viaje mañana y sabes lo exagerado que son nuestros padres.

-Tienes razón, descansa- le dio un beso en la mejilla a la de ojos azules para luego despedirse. Regina bajo del auto y camino hasta la puerta de su casa, vio como el auto de su jugadora se alejaba de la residencia y dando un suspiro entró en ella, subió a su habitación y rápidamente se sacó el vestido para enfundarse en su cómodo pijama, se lanzó sonriente, esperaba ansiosamente que amaneciera para volver a ver a __.

Su sonrisa se ensancho al recordar como su persona favorita había rechazado a esa rubia, si bien era sabida la popularidad de la mayor entre las chicas del instituto, ella solo tenía ojos para aquella morena de ojos marrones, al igual que la pequeña ojitos marrones, quien no se imaginaba un futuro sin la portadora de aquellos ojos negros que tanto amaba.

Mientras Regina caía en un profundo sueño pensando en su amada, la chica mayor caminaba por los pasillos de su mansión que la dirigían a su habitación, __ sonreía bobamente mientras acariciaba su mejilla, aquella en la que la morena le había dado el último beso de la noche, se sentía en las nubes. Rápidamente se quitó la ropa, al entrar a su habitación, quedándose únicamente en sostén deportivo y en bóxer, con la sonrisa más grande y real, se lanzó a la cama enredándose entre las sabanas dispuesta a soñar con su bella porrista y anhelando que la noche se vaya rápidamente para poder volver a verla la mañana siguiente.