LA LAGUNA AZUL

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Una enorme sonrisa se formó en el rostro de Regina y asintió con la cabeza.

-Bueno entonces eso es un sí. ¿Qué tal si vamos por un helado?

-Claro- dijo Regina. Se giro a ver a sus amigas y se despidió de un beso en la mejilla, para luego subirse a la moto donde la pelinegra la esperaba con el casco de acompañante colgando del brazo izquierdo. __ se despidió de las chicas con un movimiento de manos y arrancó, manejando con dirección a la heladería.

Después de unos treinta minutos llegaron a la mansión Mills. Regina se bajo y miro a __, le agradeció por el hecho de haberla ayudado con el transporte de aquella semana y por la invitación a la fiesta.

-Pasare a recogerte en mi auto a la ocho y treinta ¿ok?- aviso __ a su morena.

-Ok- respondió la menor completamente feliz.

-Bueno, entonces nos veremos en la noche.

-Gracias __- dijo la de ojos marrones dándole un beso en la mejilla.

-De nada Gina- respondió sonriente la mayor.

Tras despedirse, Regina entro a su casa una vez la moto de __ salió de su propiedad.

Al entrar Regina tomo su teléfono para rápidamente enviarle un mensaje a Katherine preguntándole la hora en la que vendría para alistarse juntas para la fiesta de esa noche, ella respondió enseguida diciéndole que a las cuatro estaría en su casa.

La de ojos marrones dejo el teléfono encima de su cama y se acostó viendo hacia el techo de su cuarto. Aún no podía creer que __ le haya pedido ser su pareja esta noche. Siempre habían asistido a las fiestas que organizaban en la escuela o sus amigos, pero cada quien por su parte.

“Seguramente lo hace porque mi coche sigue en el taller” pensó Regina. Ese simple pensamiento la deprimió un poco pero no dejaría que nada arruinara su noche.

Se quedo dormida hasta que escucho fuertes pisadas en el pasillo de su habitación, segundos después su puerta se abrió, para luego sentir un gran peso encima. Abrió los ojos de golpe encontrándose a su rubia amiga aplastándola -¡DIOS! KATHY QUÍTATE DE ENCIMA, ¡ME APLASTAS!

-Ya. Ya me levanto- respondió Katherine poniéndose de pie y permitiéndole a la morena levantarse

-¡Es hora de arreglarse!- exclamo la más alta una vez que su amiga estuvo de pie.

-¡Bien! Yo me duchare aquí y tú puedes ir al cuarto de invitados- propuso la ojicafes extendiéndole una toalla a su amiga, quien rápidamente la tomo y fue al cuarto de invitados, mientras Regina ocupa el baño de su habitación.

Mientras tanto, __ se encontraba recostada en su cama pensando en lo locamente enamorada que estaba de su mejor amiga, tomo una almohada cubriéndose la cara con esta, grito el nombre de la morena tratando de desahogarse, segundo después despegó la almohada de su cara, sentándose al borde de la cama observando su entrepierna.

-Regina me vuelve loca cada día y a veces no tengo control de ti- dijo la chica de ojos negros hablándole a su entrepierna -¿Por qué las cosas deben ser así?- se preguntó -¿Por qué no nací como las demás chicas? Así tal vez tendría una oportunidad con Gina. Seguramente, si ella se entera de tu existencia, no querrá verme nunca más en su vida y, eso es algo que no podría soportar- se lamentó tristemente, bajando después de su cama se dirigió al closet para extraer una toalla y caminar al baño a tomar una ducha y despegar su mente.