Capítulo 4

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El Uchiha llegó por la noche a su hogar, era domingo, estaba cansado, había ido a una misión problemática, las luces de su casa estaban apagadas, levantó un poco la ceja al darse cuenta que no había nadie, observó su hogar, al parecer no había comido, ni almorzado en el lugar su marido, llegó a la habitación, estaba completamente arreglada y vacía, observó el lugar con cuidado, se asomó a la ducha, apretó un poco el ceño al darse cuenta que no, no usó la ducha, se veían las cosas como cuando se fue la mañana anterior, su nota no estaba y no había nota para él avisando su retraso, trató de sentir su chakra, pero no estaba cerca, ¿se encontraría en casa de sus padres? pensó un poco, mandó a uno de sus cuervos a revisar con calma mientras él se duchaba. Cuando salió del baño el cuervo le mostró que no era así, el rubio no estaba en el lugar, se sentó analizando la situación, no sabía donde más podría estar, no lo conocía, respiró hondo con fastidio, decidió entrar a su cama.

El azabache observaba con cuidado el techo de su habitación, giró para ver el lugar, podía sentir la ausencia de su marido, ya se había acostumbrado a su calor a la hora de dormir, tomó un mechón de su cabello al recordar el primer día que durmieron juntos, claramente sintió como el pequeño había tomado su cabello, mordió un poco su mejilla, recuerda sentir las miradas de Naruto todas las mañanas y noches, sabía que se hacía el dormido. Hace unas dos semanas lo esperó para cenar, también recordó el como estaba vestido hace unos días por la noche, un pequeño sonrojó se dejó ver en su rostro, se giró para observar el reloj, eran las tres de la mañana, por estar pensando el tiempo se le había ido, respiró hondo, si hubiera sido un rapto, la aldea y sus suegros estarían en crisis, ¿dónde estaría entonces?

Escuchó la puerta de su casa abrirse, apretó el ceño con molestia, se sentó en su cama a esperar a su esposo para pedir explicaciones. El pequeño entró bastante descarado a la habitación, dejó su chamarra en el perchero, tomó una toalla y su ropa de dormir, entró al baño sin dirigirle la mirada o la palabra. Itachi esperó a que saliera con una ceja alzada por ser ignorado por completo. Cuando Naruto salió aún secaba su cabello con tranquilidad, colgó su toalla y peinó su cabello con calma -se puede saber, ¿dónde estabas? -el rubio levantó una ceja con descaro -no sabía que hablabas Uchiha -

El mayor levantó un poco las cejas por la respuesta, marcó su ceño con molestia -te pregunté algo -el pequeño se acomodó, entró en la cama con tranquilidad, se giró dándole la espalda como el azabache hacía -no sabía que debía darte explicaciones, creí que esta era la manera de trabajar de nuestro matrimonio, bien, tengo sueño, es todo -el pequeño cerró sus ojos con un puchero en sus labios. Itachi no sabía qué diablos responder, respiró hondo, se acomodó del mismo modo, cerró sus ojos tratando de dormir "¿qué demonios había sido eso?".

…..

Por la mañana antes de que saliera el sol como cada mañana se levantó y comenzó a vestir, paró en seco al reparar en algo, giró su mirada, su marido no estaba en el lugar, revisó su baño, no había rastro suyo, giró al tocador, marcó su ceño "no me esperes" el azabache apretó la nota, la lanzó al bote de basura con molestia, se vistió y se dirigió a su trabajo ¿qué demonios le pasaba a su marido?

…..

Naruto respiraba agitado, había colocado una barrera de chakra para evitar que sintieran el chakra de kyubi en la aldea si se salía de control, trataba de cortar la corriente de un río cerca del campo de entrenamiento, había un clon asegurando el control de su chakra, tenía la orden de golpear a quien descontrolara su chakra, ya sea a él mismo o a sus clones, llevaba todo la tarde tratando de hacerlo, por las mañanas cumplía sus misiones y de inmediato se dirigía al lugar, observó la luna, con fastidio se vistió, deshizo la barrera, caminó a su casa con tranquilidad. Desde aquel día que su marido le exigió respuesta, ambos se habían ignorado por tres días. El pequeño no estaba dispuesto a ceder tan fácil y a humillarse por nadie, abrió la puerta de su hogar, vio a su esposo parado con los brazos cruzados en la sala, podía orinarse en los pantalones del miedo por su mirada atemorizante, pero no se lo demostraría, caminó con calma hacia su cuarto, antes de llegar al pasillo, una mano lo detuvo del brazo. Naruto se sorprendió al ser por primera vez tocado por el mayor, pero se enojó por el modo, levantó la mano quitándose de encima la del Uchiha -¿qué demonios te pasa? -Itachi frunció el ceño -eso debería preguntar ¿qué demonios te pasa? -el pequeño lo observó con cuidado -no me pasa nada, ahora ¿me dejas pasar? -el azabache lo vio con molestia -¿dónde te has estado metiendo estos días? -el rubio levantó una ceja -¿quién te crees para exigirme explicaciones? -Itachi estaba enojado, pocas veces estaba en ese punto, pero este pequeño estaba llegando a su límite -tu marido, así que te exijo… -el Namikaze levantó una mano parándolo en seco -sólo de papel Uchiha, no quieras hacerte el listo, para reclamar eres mi marido, pero para estar presente no lo eres, no seas hipócrita, déjame en paz -el pequeño caminó con descaro por el pasillo dejando a un cabreado Uchiha "¿de qué demonios habla?"

Conociendo a mi esposo (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora