Jaffner
Sin tomar noción del tiempo que ha pasado me he quedado bloqueado, pero es tiempo de avanzar. Supero mi repentina parálisis y me dispongo a actuar, con los nervios mermando en mi cabeza.
Tomo el móvil y en la pantalla surge su nombre. Ahí es cuando llega el golpe de tormento. Todo lo que recorre mis pensamientos duele aún más, punza en lo profundo como una espina en mitad de la herida.
El hilo fino que sostiene mi respiración se corta en el espacio. Pierdo por completo los estribos cuando de la nada su teléfono comienza a vibrar sobre el escritorio de madera que se encuentra a unos metros de mí.
Me cercioro de lo que temía. Confirmo lo que es obvio. Justo ahora puedo decir que no sé nada de ella.
¿Por qué se ha ido?
¿Qué hice mal?
...
Ocho de la mañana, la alarma me trae de un tirón a la realidad. Tanteo con la mano a mi izquierda y mis dedos solo pueden envolverse de puro vacío. Abro mis ojos como puedo. No he dormido lo suficiente, eso lo sé, pero la energía parece ser suficiente para mantenerme en pie.
Despabilo mientras me dirijo hacia el cuarto de baño y no hay rastros de ella.
Bajo al primer piso y me encuentro con la nada misma. Otra vez. Su ausencia es tan real como los fragmentos que resuenan en mis oídos al caer.
En la entrada a un campo de guerra que ha quedado en pausa desde que ella me dejó solo en la trinchera, observo la inmensidad. Antes de que pueda encontrar una mínima razón que haga que recule en cada una de mis acciones, comienzo a organizar la habitación. Antes de que pueda darle tregua al asunto y entre por esa puerta. Avanzo.
Me voy.
Sin estar seguro ni un poco de lo que estoy haciendo, deseando en mis adentros porque venga corra a mis brazos y se vaya conmigo, camino por el pasillo con la maleta en mi mano.
No puedo simular que no he visto a Kasie y a su marido en la cocina. Y deseo fervientemente haberme ido hace algunos minutos solo para no enfrentarme a una conversación incómoda.
—Jaffner —pronuncia Kasie con extrañeza y soy forzado a voltearme—. ¿Te vas? —Dudo unos segundos en qué debería responder.
Extiendo más de lo normal el silencio entre ambos, mientras observo el ceño fruncido de su marido. Ya puedo sentir que mis manos comienzan a sudar y no estoy seguro de cómo voy a manejarlo.
—Ni siquiera sé por dónde comenzar. Todo ha sido tan repentino, algo ha sucedido en Zoutelande que hace que tenga que dejar Londres con urgencia —sé que miento. Sé que en fuerzas del universo esto puede voltearse en mi contra. Lo que en mis palabras es una mentira conciliadora, solo es una sucia jugada de un cobarde.
—Oh, lo siento ¿pero tú estás bien? —Ni siquiera sé cómo responder a eso.
Recibo mayor atención de su madre que de Arley de la cual no he sabido en más de doce horas. El dolor se prolonga y duele, quema como acero caliente en mi espalda.
El tener que perderla por segunda vez me deshace. Pero he llegado al punto donde no puedo sostenerme a mí mismo mientras intento hacerlo también por ella.
— ¿Arley no irá contigo? —Pregunta cuando su vista viaja a la maleta en mi mano.
—No —pronuncio y su madre parece conmoverse un poco al considerar la idea de que su hija se quedará aquí—. Ella te necesita —es lo último que digo antes de despedirme y voltearme en dirección a la puerta.
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Change This Heart - FOR ME (libro 2 - CTH)
Любовные романы(SEGUNDO LIBRO DE CHANGE THIS HEART) Jaffner no esperaba enamorarse de ella. Arley, no esperaba sufrir por él. Esa noche en Drown fue un desastre, pero lo que vino después fue más catastrófico aún. Un viaje a Londres puede cambiarlo todo. Errores y...