Change This Heart - FOR ME (libro 2 - CTH)

Capítulo 7

Jaffner

Con brutalidad el agua caliente impacta en cada centímetro de mi piel. El vapor es inevitable a los segundos como un reactor a la temperatura gélida del ambiente. Me las ingenio para tomar el pomo de champú y el mínimo toque del líquido viscoso con mi cabello la espuma comienza a cubrir parte de mi rostro forzándome a que cierre mis ojos con prisa.

En mitad de un lavado casi perfecto de cabello, un sonido agudo hace que cada músculo de mi cuerpo se tense como una piedra. La brusquedad de una puerta entornándose seguida de una voz familiar hace que mi templanza se bloquee por completo. Como acto casi reflejo, cierro la llave de la ducha y tomo con prisa la toalla a mi izquierda. Intentando no caer en el camino vuelvo a conectar con mi habitación.

­— ¿¡Qué ha sucedido!? —Es lo primero que logra salir de mis labios cuando me enfrento a una Arley conmocionada que carga sus manos en su pecho como si intentara cubrir lo que llevara debajo.

—No lo sé, yo solo estaba —casi no puede conseguir fluidez en su habla. Se bloquea y queda estancada en la mitad de una frase—. Creo que ha sido tu hermano —sus palabras hacen que cada una de mis terminaciones nerviosas colisione.

— ¡Mierda! ¿Te ha visto así? —Me agito cuando me vuelvo consciente de que solo carga dos prendas pequeñas sobre su cuerpo.

—No lo sé. Solo abrió por equivocación y se fue antes de que pudiera decir algo.

Esto no es bueno.

Sé que el peor de los casos hubiera sido que mi madre entrara por esa puerta, pero en su lugar lo ha hecho Junes. Sé que sabrá ser cauto con el asunto y no preguntará o dirá algo hasta que lo vea. Pero la simple idea de que algo se joda carcome mi cabeza.

—Deja me duche, tu vístete mientras lo hago —la loza resuena en mis oídos proveniente del piso de abajo y solo puede significar que mi madre ha comenzado a preparar el almuerzo. Eso hace que todo se complique un poco más—. Veremos una forma de que salgas de aquí, sin que te vean.

— ¿Qué hay de tu hermano? —La angustia retumba en su rostro.

—Él no es el mayor de mis problemas —avanzo hacia la puerta y coloco el cerrojo, solo para poder conseguir una ducha en paz y evitar cualquier contratiempo que pueda agitar la casa—. Agradezco que haya sido él, sé que sería un problema si mi madre te hubiera visto aquí.

—Pero ella sabe que tú y yo...

—Sí, pero nunca he traído a alguien así que...

— ¿Tú nunca habías traído a alguien aquí?

Esa es la regla primordial en la casa. Respetar el hogar ante todo. Recuerdo que Junes fue el primero en romper esa regla hace un año. Trajo a una chica una noche y olvidó tirar el condón. Para el momento en que mi madre entró a aspirar su habitación, el condón ya se encontraba dentro de la aspiradora. Y no quiero seguir recordando los regaños que recibió por una semana. Luego de eso, ninguna chica ha pisado esta casa, hasta Arley. Ella es la excepción a la regla en cualquier lugar.

—Eres la primera que duerme en mi cama —algo se enciende en su mirada y no puedo evitar que una sonrisa se escape por mis labios.

—Entonces eso significa que soy la primera en tu ducha también —ahora su semblante cambia.

El café de sus ojos que parecía claro como una castaña ahora parece encenderse y volverse oscuro. Sé por dónde viene esto y no pienso oponerme en lo absoluto.

— ¿Qué pretendes?

La sagacidad en sus movimientos hace que algo en mí se encienda. Comienza a recoger su cabello en un moño y sus piernas se mueven hacia mi eje.