Cacería de Reyes {Got Fanfic}

Capítulo 5

Gwendoly Stark (Tyrell), se miraba al espejo para observar como lucía su nuevo vestido color coral (multimedia ) y varios detalles en diamantes y piedras preciosas. Llevó sus manos hacia su vientre, aún no se le notaba mucho el embarazo, apenas llegaba a los dos meses, pero se sentía como de ocho. Iba a enseñarle su atuendo a su marido, pero él se le apareció antes de que pudiera salir hacia el pasillo.

—Oh, Bran, que susto –Dijo entre risas -. Aún no me acostumbro a que lo sepas todo.

—Créeme, esto fue casualidad –Le dice él para luego cerrar la puerta e ir acercándose empujando las ruedas de su silla.

—¿Qué opinas? –Pregunta haciendo una pose exagerada.

—Que eres la mujer más hermosa de Poniente.

—En serio ¿Me queda bien? ¿Crees que pueda volver a usarlo dentro de unos cinco o seis meses?

—Podrías usar hasta las sábanas.

Gwen sonríe y, llena de alegría, se sienta sobre las piernas de su esposo mientras lo rodea con sus brazos y le besa la mejilla.

—Te amo, y no me cansaré de decírtelo.

Bran, asiente: —Tu padre nos envió una invitación, o mejor dicho, te envió.

—¿A sí?

—Sí, quiere que vayas con Olenna a una fiesta que organizará.

—¿Una fiesta? ¿De qué?

—No especifica, presumo que será para alardear que es el suegro del rey, como siempre –Se encoge de hombros y recibe un suave golpe en el pecho por parte de su mujer.

—¡Ya, tonto! –Dice, risueña - ¿Y tú no vendrás? Me aburriré, además, Oli se siente más segura contigo.

Él quita un mechón rebelde de su rostro y, de paso, acaricia la mejilla de su amada.

—Olenna irá sola, querida. Estás llevando un hijo nuestro, el posible futuro heredero, y el consejo recomienda que, por tu seguridad, permanezcas aquí.

—Si me quedo, Oli también..., no podrá soportar el viaje.

—Ya es mayor, y no va a rechazar una visita a Altojardín.

—Lo sé.

—Eres una mujer fuerte, Gwendolyn Stark, nunca lo olvides.

Suelta mirándola a los ojos, no entendía a qué venía eso, pero sea como sea, iba a aprovechar la cercanía para abrazarlo.

Mientras tanto, en Los Gemelos, Elmar sabía que su hijo menor, Sandor, estaría en su clase de tiro con arco y flecha, y quería supervisarlo, pero en su lugar... encontró al instructor sentado sobre un barril saboreando una manzana, y no había rastros del niño.

—Kregan –Le llama la atención -, creí que estarían en clase.

—Lo sé milord, yo también lo creía.

—¿Dónde está Sandor?

—Podría preguntarle lo mismo, ya van como seis veces que falta a la práctica –Se pone de pie para quedar a la altura de Elmar -. Le juro, Lord Frey, que de todos los alumnos que he tenido, éste es el más holgazán, indisciplinado...

—Suficiente –Le interrumpe -, está hablando de mi hijo, que en un futuro será caballero y querrá dar su vida por usted.

—Me encantaría, milord, pero el niño debe asistir a las clases ¿Cómo pretende salvar su casa si no se entrena? ¡Es ridículo!