Capítulo 3

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Para Elinor entretener a sus primas era una gran encrucijada, todas fueron criadas de distintas maneras. Mientras Olenna, Alerie, Cath y Lyanna nacieron en un ambiente repleto de lujos y personas que las alababan todo el tiempo, Elinor y sus hermanos desde el día 1 debieron aprender a defenderse y a estudiar los libros que no les enseñaban a otros niños, ni siquiera a sus primas de la ciudad.

—Lamento no haber traído mis muñecas, ésta vez –Se disculpa, Olenna, como siempre con sus buenos modales -, en cuanto me dijeron lo del viaje me descompuse y no tuve tiempo...

—Descuida –Dice Elinor -, tengo muchas –Les alcanza una muñeca a cada una, eran de trapo y ya estaban descuidadas pero para la niña Frey significaban mucho.

—Interesante –Observa Olenna.

—Muy bonita –Expresa Alerie.

Cath y Lyan se golpeaban con las muñecas como si fueran espadas.

—¡Basta ya, bestias salvajes! –Les reprende Alerie pero sin hacer nada para separarlas.

—Lo siento, siguen sin corregir su mal comportamiento –Añade la mayor.

—¡Oigan! –Exclama Elinor y se mete entre las dos para quitarles las muñecas de las manos -¡No deben romper cosas que no son suyas!–Se enfada mientras intenta, en vano, reparar las dos muñecas a las que ya se les había salido el algodón - ¡Miren lo que hicieron!

—Ya estaba roto –Dice Lyan.

—Y estaban horribles –Responde Cath como si ese fuera motivo suficiente para romperlas.

Sin dudarlo, Elinor les propina un golpe a las dos con las mismas muñecas.

—¡Aaaay! –Se quejaron ambas antes de lloriquear.

—¿Oye qué te pasa? –Se queja Olenna mientras se acerca a sus hermanitas, las dos se aferran a su vestido para sentirse protegidas -. Mis padres no estarán muy contentos con esto.

—¡Sí, le diré a mi papá! –Lloraba Cath.

Las tres se marcharon de la habitación dejando a Elinor y Alerie solas, la otra de las Stark no tuvo intención de seguirlas, siempre prefería la soledad a estar junto a ellas.

—Están locas –Resopla Elinor sin poder creer lo que acababa de suceder.

—Y no vives con ellas –Le dice Alerie -, siempre hacen lo mismo, hacen sus travesuras y esperan que todos las ayudemos. Al principio fue divertido, ya sabes, eran unas bebés de dos años diciendo barbaridades, a cualquiera le causa gracia... pero si no las corriges terminan así. No han cumplido los ocho años y ya saben lo que significa ser virgen, embriagarse y tener bastardos –Niega con la cabeza -, eso pasa cuando las dejas que se críen con las sirvientas.


El rey Brandon El Roto no consiguió que su hermana quedara satisfecha con sus explicaciones, Arya insistía en que le dijera la verdad, presentía que algo estaba escondiendo y no iba a dejarlo irse sin más.

—Ya te he dicho todo lo que sé, y lo que no sé... saldrá a la luz en algún momento.

—No te hagas, lo sabes todo, eres el cuervo de tres ojos ¿No es así? ¿O sólo eres Bran Stark cuando te conviene?

—Tal vez... Pero... ¿Por qué tanto interés?

—Nunca visitaste un reino a menos que te hayan invitado ¿Y ahora de la nada te apareces en una de las ferias baratas de los Frey? ¿Y con toda tu familia? ¿Por qué?

—No puedo decir todo lo que veo, Arya, se podrían tomar falsas interpretaciones. Una vez vi como un oso se comía una flor, pensé que la flor representaba a Gwendolyn por ser una Tyrell, y que el oso debía ser un Mormont, estuve todo el tiempo detrás de ella cuidándola, y pidiéndole a Brienne que la siguiera.

Cacería de Reyes {Got Fanfic}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora