12-DESTINO

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Sin muchas explicaciones la hermosa y enigmática mujer los llevó a un lado lejano de la playa, habían caminado por mucho tiempo, Elisa no pudo negarse a la petición de la mujer, después de todo era la primera persona además de ella y su tía, que estaba internada en el psiquiátrico, que genuinamente era capaz de ver a No.

La enigmática mujer dio una orden clara y concisa.

—Síganme—.

La siguieron sin dudar, pero entre más se alejaban, más se arrepentían de su decisión precipitada.

No, sabía que se habían alejado mucho de su lugar original, pero debido a que su capacidad para percibir el mundo había sido drásticamente mermada, lo único que sentía era la temblorosa mano de Elisa.

"¿Está todo bien?", preguntó un tanto inquieto.

"Todo está bien", le dijo firmemente, sujetando con tranquilidad su mano, ella intentaba mantener su mente en blanco para evitar que cualquier pensamiento imprudente y trágico se filtrara hacia la mente del fiel espíritu.

—No estés asustada— le dijo la joven mujer. —Ya estamos cerca, sostén bien a tu amigo, no quisiera que se perdiera—. Sonrió mientras miraba con burla las manos firmemente unidas.

Elisa se sonrojó un poco, pero se negó rotundamente a soltarlo, no importaba la vergüenza, lo importante era cuidarlo, la miró con un antifaz de pequeñas pecas ligeramente feroz.

La extraña mujer rodó sus ojos profundamente cafés y continuó su camino.

Finalmente, después de una pequeña travesía llegaron, era una pequeña, pero elegante villa totalmente blanca y tan elegante como la mujer a la que pertenecía.

—Bien, llegamos, por favor, siéntanse cómodos—.

La pequeña villa tenía un aire limpio y sutilmente salvaje, tan refrescante, su interior era tan pulcro, que parecía que caminaban y se internaban en fino cristal recién pulido, Elisa no quería pisar con demasiada fuerza y de alguna manera muy incómoda se convencía a sí misma de que podría levitar sobre el brillante suelo para evitar que la ilusión se rompiera.

La misteriosa mujer miró en dirección al pequeño espectáculo, la mujer de larga cabellera rizada y alborotada que hace unos segundos lucía tan amenazante, ahora movía sus piernas de una manera jocosa, separando el paso lo máximo que su capacidad le permitía para así evitar dejar demasiadas huellas, mientras con cuidado guiaba a al invidente demonio que procuraba seguir sus pasos con torpeza.

—Jajaja— sonó una risa estruendosa que pareció envolver toda la pequeña villa, era hermosa e intimidante. —Pero ¿Qué haces niña?, solo ven aquí, siéntate conmigo—. Señaló la misteriosa mujer, el espacio vacío a su lado en el pulcro sofá igualmente blanco.

Elisa detuvo su danza exótica y caminó con seguridad hacia el sofá, sentándose al lado de la mujer y guiando a No con cuidado para indicarle donde sentarse.

—Veo que tienen una relación muy cercana, es la primera vez que veo algo así— tomo un pequeño suspiro. —Bien, es probable que esto tome un poco de tiempo, te parece si me pongo cómoda— se dirigió a Elisa, ella solo asintió aturdida, "¿Quién era esta mujer?".

La misteriosa dama retiró sus zapatos, luego un par de mullidas pantuflas aparecieron en sus pies, con delicadeza deslizó sus manos morenas por su cabello oscuro y este se fue tornando poco a poco más claro, parpadeo un par de veces y los ojos profundamente oscuros se volvieron de un azul cristalino casi transparente, su piel se tornó incluso más oscura tanto como la tinta sin dejar de ser tersa y delicada.

MI QUERIDO NODonde viven las historias. Descúbrelo ahora