Un sentir no inédito, pero si más intenso, quizá insensato y precipitado, pero no habría que darle cabeza a ello. La vividez de las emociones que me rodean y me abrazan, no sé si fugaces pero arrolladoras. ¿Cómo se sentirían los otros al saber que no sentí con ellos lo que siento ahora? Y que lo que siento ahora no es nuevo si no parte de un recuerdo, algo que nunca estuvo muerto si no enterrado bajo rosales, así, si intentase salir, las espinas le magullarían. Escucharé entonces aves furiosas, pérdidas, confundidas, revoloteando sobre mí mientras danzan al son de la curiosidad y la amargura, pero yo me dedicaré a ignorarlas, taparé mis odios y cerraré mis ojos. Me volveré una con el agua que se extiende bajo mis pies y se funde con mi sombra, me dejaré arrastrar por la marea hasta ser escupida en la caliente arena otra vez. Y quizá no pase, quizá nunca vuelva a salir a la luz del día, quizá me pierda entre los coloridos corales o me enrede entre las algas. Quizá me quede atascada por siempre en el océano, pero allá en el fondo de él estás vos, y con vos hasta en el sol me quemo.
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Seamos un Mar
PuisiComo la marea impredecible, a veces en calma y a veces tormentosa, como el océano incalculable, escondiendo en si monstruos y criaturas de indefinida belleza. Somos un mar que nunca supimos descifrar, pero infinito, perdurable, hermoso en su caos y...