- Te he dicho que me sueltes- Obligame a soltarte - Dijo como un tipo de enfrentamiento, solo me quedé callado ante su comportamiento
- Que?, No vas a decir nada?, Entonces supongo que yo hablaré - Con su pie oprimió algo que estaba oculto por hojas en el piso, al hacerlo las cuerdas que rodeaban mi cuerpo se aflojaron hasta quedar totalmente fuera, luego dio dos pasos atrás y de su bolsillo sacó un teléfono
- Ves lo que tengo en las manos?, dime porque me seguiste o llamaré a la policía - Me sacudí la ropa mientras escuchaba su absurdo discurso
- Crees que me da miedo la policía? - Dije con una sonrisa de por medio
- Solo se que no eres de por aquí, pero todos sabemos que por acoso y allanamiento se puede ir a un juzgado - sonrió - Allanamiento?, de que estas hablando - dije acercándome un poco
- Mientras no sepa la razón, podría acusarme hasta por intento de secuestro, O...confiesa que eres otro - A que se refería con "otro", me estaba confundiendo su forma de mirarme
- No entiendo, otro que? - Pregunté y por alguna razón me sentía nervioso
- Vamos, acéptalo...eres otro espía - Mi mirada se tranquilizo y una carcajada salió de mi de forma descontrolada
- Que te parece gracioso ah? - esta se cruzó de brazos molesta
- dehecho, es muy gracioso que pienses eso, pero lo es aun más, que no soy el único al que has tildado de espía- dije calmandome
- Basta!, veo que no podré hablar normalmente contigo - alzó el teléfono y marcó un número enfadada, sabía lo que haría y no me convenía estar en la cárcel recién llegado aquí, no podría explicárselo a mi líder
- Espera!, okey si, soy un espía - muy en el fondo reprimí una gran sonrisa, me parecía ridículo hacerme pasar por uno y caer tan bajo. Ella colgó la llamada aún más furiosa y metió el celular a su bolsillo nuevamente
- Porqué sigue haciendo eso! - dijo muy alterada - No hay un día en el que deje de tratarme como una niña! - gritó mientras pateaba una roca que estaba en su camino
Decidí voltear e irme después de quedarme mirándola confundido
- Ah no, tu no te vas - Detuve mi paso y crucé mis brazos - Ya te dije lo que deseabas , que quieres ahora - está exhaló fuertemente - Te paga? - no respondí ya que, o podría enbarrarla o acertar y no me arriesgaría
- Mi mamá, ¿te paga para que vigiles? - oculte mi sorpresa y respondí
- Para que quieres saber eso - Su cara me decía que tramaba algo - si es así, prácticamente tu trabajo es estar siguiéndome todo el tiempo pensando que no lo se, luego le cuentas al que te contrató las cosas que quiera saber de mi, ¿me equivoco? - la miré- como sea, ¿para que te va a servir eso? - Sonrió y se dirigió hacia una mesa que estaba cerca de una árbol, de ahí tomó un papel y volvió a acercarse a mi
- Eres mayor de edad, no?
- Porque crees eso? - estaba harto de todas esas preguntas innecesarias y vacías - no lo creo, se que lo eres, pero no necesito exactamente el número, solo necesito que hayas pasado los 18 - asentí en contra de mi propia voluntad
- Excelente, entonces necesitaré que firmes esto - Alcé una ceja para mostrar mi inconformismo y duda - No voy a firmar eso, nisiquiera se que es, Además, quién crees que soy para hacer este tipo de cosas - reí- Oye, yo no soy la que sigo a alguien por dinero, usaré el truquito de mi madre en su contra, tal y como ella lo hizo con migo, tu harás lo que deberías hacer, solo que un poco más cerca de lo normal - Cuándo me había metido en un círculo de mentiras, hace poco criticaba a Ema por lo mismo y ahora ya no se que más inventar, esto estaba saliendose de mis manos y sin saber todavía el porqué mis actos de ocultar la verdad , pero tenía curiosidad y ese sentimiento era mucho más grande.
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Atria: la leyenda de los elementales
Science FictionDespués de la guerra que marcó al mundo, unos genios o espíritus protectores de la naturaleza fueron creados y por años fueron defensores de nuestro planeta, ellos eran capaces de controlar los elementos naturales: aire, fuego, tierra y agua, bri...