En la mira

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ATRIA

Entré a mi casa y cerré la puerta con cerrojo, Corrí a mi habitación y quede parada en medio de él sin poder argumentar nada

- que acaba de pasar - es lo que pudo salir de mi boca para mí misma

- no, no, no! porque creería algo así, tal vez sea una broma, a ella le fascina hacerme bromas, Sí...mejor regresaré Y le pediré que me confiese, no... y si no lo es?, Agh... - Esto estaba volviéndome loca; Bueno, más de lo que ya era

- Ya sé, Tal vez sea por el día de los inocentes, un momento...ya pasó?, no, creo que no, o sí... - me senté en el piso y traté de aclarar mis ideas, si era cierto lo que ella me dijo; entonces mamá tendría que tener papeles de adopción y no habían de esos por ningún lado, Sé que suena raro pero cuando tenía más o menos 7 años, me decían que era adoptada para molestarme; pero era muy pequeña y yo me lo creía todo, en fin que me puse a buscar papeles de adopción por todos lados pero hasta mi mamá me lo negó, mi parte analítica me decía que era muy extraño ese hecho; pero la parte que confiaba tenía un 90% de credibilidad

Esa parte no miraba la lógica como una opción, pero recordé que en donde me registraron de bebé tendrían que saber algo sobre mí; así que, me paré del piso y me senté en mi escritorio

- Okey...sioux falls es una ciudad pequeña, encontraré mi registro en un solo lugar y antes de lo esperado - Investigué por internet el lugar donde mamá me había registrado, pero solo atendían en persona y días de por medio, para mi suerte mañana habían pases y no dudé en apartar uno

Era bastante temprano, pero solo así descubriría la verdad - Bien...solo necesito ir mañana, voy a tener que dejarte solo peji, espero que te portes bien, igual que siempre - dije a la bola de pelos que había subido a mi escritorio, lo acaricié y luego inconscientemente miré por la ventana que estaba a mi costado

Allí podía ver a un hombre mirándome, solo que por lo que era tintado no me veía a mí, vía un fondo negro; en cambio, yo si podía verlo perfectamente, era un poco bajo y vestia un buzo gigante, no le presté tanta atención al hecho de que estuviera ahí parado, porque muy fácilmente podía haber sido yo y no necesariamente porque quisiera espiar a alguien.

Pero solo su presencia me dió escalofríos; lo que terminó por erizarme completamente de pies a cabeza, solo me sacudí y volví a poner mi mirada en el computador para poder apagarlo, pero peji saltó hasta aquella ventana muy agresivo y empezó a gruñir y arañar la misma

- Oye no! Qué haces! -Exclamé - Sé que era un gato, pero a veces sentía que podía entenderme

- ya para! alto peji - a pesar de los intentos, estaba muy descontrolado gruñendo y arañando por todos lados, estoy segura que si no estuviera la ventana cerrada se hubiera lanzado por ella

- Te he dicho que...- pude quitarlo de el medio y visualizar mejor aquel hombre, pero su expresión me heló los pelos al punto de quedarme inmóvil, la mirada de este era vacía y tenía una sonrisa seca, podía sentir como si pudiera verme, Aunque en mi lógica no era así me quedé unos segundos viéndolo hasta que el muy lentamente se marchó de ahí

Pestañé y volví a poner mi mirada en peji quién ahora se había terminado de lavar la pata; después de eso, solo dió un pequeño brinco para llegar a la cama que estaba del otro lado del escritorio, cuando el computador se apagó me acosté en la cama y prendí la lámpara nocturna; ya que, ¿cómo decirlo?...Bueno, me da miedo la oscuridad

Lo sé ya estoy grande, pero aún duermo con una lámpara, más que la oscuridad misma, tengo miedo a lo que se mueve en ella, como esta saca lo peor de mí y convierte sueños inofensivos en pesadillas. Solo cerré los ojos y quedé dormida

Atria: la leyenda de los elementales Donde viven las historias. Descúbrelo ahora