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[ pequeña historia. ]
« esto va a tener correlación con un headcanon ya escrito en anteriores capítulos. »

Era un día cualquiera en aquel planeta, ambos Jedis acababan de tener una reunión con el consejo, habían comentando una nueva misión en busca de uno de los fugitivos más peligrosos de la galaxia, el cual quería a Padmé muerta. Obviamente Anakin no iba a permitir eso y, durante la siguiente semana no había quien le dijera la misa la media ( nada ). Kenobi comenzaba a cansarse respecto a eso y, cuando logró pillarlo en el apartamento compartido que ambos tenían cerró la puerta con llave para hablar con él.

- Anakin, pero que mierdas te crees que haces, vas a conseguir que maten a la senadora. - su tono no era calmado, pero tampoco estaba histérico. - Y no me digas que lo tienes todo bajo control, porque ¡no es así!

El castaño se giró sobre su propio eje al escuchar las palabras de su maestro, mirándolo directamente a sus azulados ojos. Tomó aire antes de intentar responder sin decir nada ofensivo.

- Soy el único que los dos que hace algo, maestro, usted no hace nada por impedir el asesinato de Padmé. - reprobachaba el párvulo.

- ¡Claro que hago cosas, Anakin, nunca digas que no hago cosas por intentar evitar tragedias! - el rubio sobaba el puente de su nariz. - La de veces que habré hecho lo imposible por qué no te echasen del consejo o para que no te quitasen el puesto de padawan.

Al escuchar eso, el menor se quedó algo boquiabierto, sabía que el mayor hacia cosas, pero sus sentimientos se estaban desbordado.

- ¡SABES, PUES A LO MEJOR EL MAESTRO QUI-GON ME HUBIERA ENTRENADO MEJOR, CÓMO PROMETIÓ! - le salió solo, no lo había controlado.

Obi-wan, por su parte, se quedó callado, quiso reprochar, su mano estaba levantando señalando al menor, aposta para hacer eso mismo, pero nunca lo hizo, nunca le dijo nada y nunca hubo palabras suficiente para expresar el vacío que sintió en esos momentos.
Le tembló la vida entera, por la fuerza, tuvo que apoyarse en la pared mientras miraba hacia un lado, murmurando el juramento de la fuerza, reprimiendo todo lo que sentía.

- Maestro, yo. - le cortó, no le dejó seguir.

- No Anakin, vete, ¡AHORA! - era la primera vez que Kenobi levantaba la voz de aquella manera, Skywalker sabía que la había liado.

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madre mía, siento no actualizar tan seguido, y seguro que algo estoy repitiendo, lo siento muchooo, ayy.
acepto cualquier sugerencia, ya sea por comentarios o por privado, y si queréis puedo daros mi twitter, sin más que decir. Y MADRE MÍA, GRACIAS POR LA CANTIDAD DE APOYO QUE ESTOY RECIBIENDO, NUNCA PENSÉ QUE ALGO ASÍ PASARÍA. OS QUIERO MUCHO. :(<3

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