De libros y maestros

Sweet Twelve

- ¿Bro? - Su ceño se fruncio y sintio el enojo recorrer sus venas.

- ¿Jing-yu? - Yibo se levanto de la silla y se puso delante de Tang San - ¿Qué haces aquí? - Pregunto. Su corazón palpitaba demasiado fuerte.

- Me pregunto yo...¿Qué haces aquí? Y...en China...¿Por qué? - Sus ojos se achicaron un poco más y sus pupilas se dilataron.

- H-hermano y-yo n-no sabía... - Quizo dirigirse a Jing-yu pero este se alejo.

- No te acerques, s-solo dejame analizarlo - Paso por un lado de Yibo y tomo de la mano a su pequeño hijo.

Yibo volteo a mirarles - No te lo puedes llevar - Una lágrima se deslizo por su mejilla derecha y Tang San se pregunto que pasaba entre su papá y el profesor.

- ¿No? - Respondio sarcástico - ¡Es mi hijo Yibo! Mi hijo. - Solto sin más.

Yibo rio entre lágrimas un poco y luego le miro confundido, fruncio su ceño y su lobo desperto desde su ser.

- ¿Hijo? ¿Tang San es tu hijo? - No lo podía creer. Trataba pero no podía visualizar. Todo ese tiempo estuvo junto a su sobrino...

- Sí, yo y Zhan tuvimos un hijo hace años. Jamás te di información acerca de él por que te habias marchado Yibo, me dejaste con todo y m-mi v-vida sólo... - Su enojo era visible y sus fermonas se volvían cada vez más agresivas - S-sólo...eres un egoista Yibo...

Y se fue, dejando a un Yibo con millones de preguntas, sin obtener respuestas. Su alfa se encontraba herido y no era de esta manera como quería encontrarse con Jing-yu. No era de esta manera que quería saber la verdad ni que él descubriera su mentira.

Se encontraba en su escritorio con lágrimas en su rostro. Tomaba una taza de café sin azúcar. Estaba frío por que hace algunas horas su llanto tomo control. Se sentía horrible.

No sólo al saber que la persona que más ama, es la misma que su hermano quisiera recuperar.

Pero no puede permitirse que él sea feliz mientras Wang Yibo sufre.

Él era egoista, y con todo el egoismo del mundo amaba al omega. Lo deseaba y lo quería. Con pocos meses de haberle conocido se había enamorado hasta de las pequeñas facciones de él.

Y si en un egoísta se tenia que llegar a comportar, lo haría.

Zhan llego a su hogar rápidamente. Cuando entro recibió el olor a alfa desde la sala, se adentro a ella y solo se encontro a un Jing-yu demasiado enojado. Zhan se pregunto un momento por que, pero antes de ello este lo tomo de los hombros y lo puso contra la pared. Tomo sus dos manos y no le permitio ni siquiera hacer un esfuerzo para salir de las garras del alfa.

- Jing-yu...¿Qué te pasa? - Pregunto, sus muñecas empezaban a doler.

Los ojos del alfa se tornaron rojizos de tal manera que sus pupilas se dilataron y su iris se volvio roja.

- ¿Asi que estabas de zorra con mi propio hermano? - Lo arremetió contra la pared golpeando un poco su espalda.

- N-no s-se de qu-que hablas - La sala se lleno de feromonas de un omega asutado y el olor del alfa era fuerte.

Jing-yu estaba en su celo.

Zhan trato de zafarse sin lograr ningún cometido. Jing-yu empezo a olisquear su cuello y luego morder y succionar. Una de sus manos fue hacia su cintura, subiendola entre su ropa, sin pudor alguno. Lo estaba tocando.

Zhan se sintio desfallecer así mismo. La situación era comprometedora y realmente sintio cosas increiblemente horribles.

- Nadie nos interrumpira, Tang San se quedo con la vecina - Su voz gruesa sono por toda la sala sin dejar de tocar al omega - ¿No es algo bueno Zhannie? - Beso su labios con fevor y Zhan sólo sintió asco.

Jing-yu lo empujo al sillón y este cayó, su espalda punzó de dolor por el fuerte impacto. Sus lágrimas se abultaron y dejo escapar un chillido de dolor y miedo al volver a ver como el alfa tomaba control sobre él. Lo desvistio, lo dejo sin nada y Zhan se sintió expuesto. Una lágrima bajo por sus regordetas mejillas y luego fueron varias. Sollozo, antes de que Jing-yu lo tomara por segunda vez en su vida y esta vez le marcara. Tenia miedo, así que su omega solto un sollozo lastimero de lo más profundo de su interior.

En otra parte de la ciudad, Yibo parecía sentir pulzadas e incluso un instinto nuevo. Estaba a calles de la casa de Zhan, asi que dejo salir a su lobo una vez más y correr lo más rápido posible.

Cuando llego, después de unos minutos, subio las escaleras por que era aún más rápido que lo anterior. Estando ya fuera del departamento, empezo a tocar con fervor sin detenerse, no obteniendo respuestas.

Por otro lado, Jing-yu gruñia y se despojaba de su boxer, Zhan se sentia tan sucio en ese momento. Tocado, violado y expuesto.

Sollozo aún más y esta vez llego como un torbellino al pecho de Yibo. De un sólo golpe tiro la pequeña chapa del departamento y entro, encontrandose con una escema lo bastante bochornosa. Su hermano, su querido y amigable Jing-yu con Zhan.

El omega sollozaba debajo de él y Jing-yu intentaba que este separara sus piernas para adentrarse a él. El lobo de Yibo rugio tan fuerte, tan desesperado y enojado. Las venas en las manos de Yibo se hicieron resaltar. Quito a Jing-yu de encima del omega de un sólo tirón y lo alejo. Le propino demasiadas golpisas. Sabia que el lobo del alfa de Jing-yu se sentia necesitado, y en un celo se multiplicaba su necesidad. Pero eso no fue justificación para no propinarle una buena golpiza y dejarlo inconsciente.

Tomo a Zhan entre sus brazos y este empezo a sollozar lastimeramente.