Mal de amores [DeathmaskxCamus]

XVI: El compromiso no lo es todo

Ambos no se dieron cuenta, pero en el momento menos esperado habían terminado de caer por esas escaleras, aún así aquello no detuvo su pelea, Milo golpeaba con gran rabia al italiano, mientras que Death hacia lo mismo, el no quizo llegar a una pelea, pero fue Milo quien lo obligó a defenderse, tanto que decidió empujar al escorpió para librarse de el.

— Escucha bien Milo, perdiste a Camus, acéptalo! Asi que Déjame tranquilo, si seguimos así nos meteremos en problemas...— Comentó Death con una voz adolorida, pues más que los golpes recibidos, fue la caida que tuvieron lo que lo dejo con un gran dolor.

A Milo no le importo los problemas en los que estaría, solo quería desfogar su molestia en Death y dejar en claro que recuperaría a su ex pareja.

—Olvidalo! Si es necesario te mato en ese mismo instante, pero no dejaré que te sigas acercando a Camus!— El cosmos de Milo se incrementó, pensó en acabar de una vez con el Italiano, pero antes de lanzar su aguja escarlata cayó de rodillas, lo cual no fue por su voluntad, pues fue el polvo de diamantes de Camus lo que lo detuvieron, ya que sus piernas habían sido congeldas.

—El único que morirá aquí eres tú Milo, solo si te atreves a tocar una vez más a Death.— Camus  avanzó aún paso firme, poniéndose delante del italiano.— Vete ahora Milo, sino quieres terminar en un ataúd de hielo o peor... Que le diga al patriarca que atacaste a Death sin razón alguna.

Por un momento Milo se quedó confundido, no esperaba que Camus apareciera de la nada, y que sobre eso lo atacara, solo para defender al caballero de Cáncer.

—Camus... Imagino que aún estás confundido por todo lo que pasó... Pero no por eso tienes que refugiarte en un bueno para nada como Death. Yo olvídare todo lo que pasó y te perdonare... Así que regresa conmigo.—

El galo espero esas palabras por mucho tiempo, sin embargo no fue como esperaba. En esas palabras no había ni una pizca de arrepentimiento de parte de su ex pareja, lo cual lo destrozaron el corazón aún más. Ni loco regresaría con quién más daño le hizo aparte de Aioria.

Mientras Death está bastante molesto luego de escuchar a Milo, si antes no quería pelear con el, ahora quería ser él quien lo mandé a otro mundo.

Pero antes de que Death hiciera algo más, Camus se acercó a Milo. Quién imagino que el menor aceptaría su propuesta y todo regresaría a ser como antes. Sin embargo, eso solo quedo en su imaginación, ya que Camus solo se había acercado para golpearlo en la mejilla.

—Todo este tiempo sigues pensando que soy yo el que debe pedirte perdón!?  Aún no entiendes que todo fue una trampa de Aioria!?— A pesar de estar molesto, Camus no perdió el control y solo levantó la voz.

A pesar de que solo las piernas de Milo estaban congeladas, al recibir el golpe de Camus sintió que su alma estaba bajo cero. No imagino que esa sería la respuesta del menor, pues eso solo había herido su orgullo.

—Tu eres el que se revolco con otra persona! Me engañaste de la peor manera... Aún así estoy dispuesto a regresar contigo y olvidar tu traición!—

—Que cínico eres... Nisiquiera me escuchaste cuando trate de decirte lo que realmente ocurrió! En vez de eso preferiste escuchar a Aioria y sus mentiras, no me interesa regresar contigo, ahora yo tengo a alguien que no me dejó solo a pesar de lo malo que decían de mí y me ayudo, hizo más cosas en poco tiempo de las que tú harías en años! Se feliz con Aioria, ambos son tal para cual...— Camus no espero una respuesta a eso y solo tomo la mano del italiano para regresar a su templo, dejando a Milo más que molesto y algo herido.

Death solo siguió a Camus devuelta a Acuario, sintiendo un alivio muy dentro suyo de que su amado francés no aceptará la propuesta de regresar con Milo. Pero no estaba seguro de que si el galo estaba bien con ello. Así que al llegar a Acuario se atrevió a preguntar.