Erótico Supercorp. Capítulos Especiales

Las particularidades de Lena

Hay ciertas cosas que Lena hace inconscientemente, como si fuera algo que está integrado en su sistema. Se levanta a las cinco de la mañana, hace ejercicio y después de aquel terrible incidente comenzó a ejercitarse más. Todas las mañanas al levantarse besa mi frente, se queda acostada un momento en la cama, se estira y se acurruca en mi espalda o pecho, gimiendo, como negándose a levantar. Después, revisa sus mensajes y contesta algunos correos, finalmente se levanta, me da los buenos días y besa mi frente.

— Buenos días, girasol.

Nunca puedo contestarle, más que con un gemido que denota que la he oído, parece mas una protesta, pero en realidad significa buenos días. Se ríe con suavidad y acaricia mi cabeza diciéndome que siga descansando.

—Descansa, girasol, que aún no sale el sol.

Se aleja y sé que va al vestidor a buscar su ropa deportiva. Así es como inicia todas sus mañanas, o bueno, casi todas, hay algunas que las comienza diferente.

Hace ejercicio durante dos horas, una hora de cardio y una hora de CrossFit, por lo cual, su cuerpo es tonificado y fuerte. Se mantiene en un punto estable y sensual, donde los músculos se marcan ligeramente cuando hace algún tipo de esfuerzo.

Cuando termina su rutina prepara el desayuno y espera que me levante o ella va a despertarme entre besos y caricias. Desayunamos y platicamos de cualquier cosa, principalmente de nuestros planes para el día. Ella bebe café y come fruta, el resto del desayuno es solo para mí. Se sienta a verme y me sonríe con ternura en la mirada, hace chistes demasiados técnicos y coquetea con naturalidad. Jamás se termina su café y termino bebiéndolo yo.

Sin importar que, me manda bañar primero. De hecho, son muy raras las veces que nos bañamos juntas. Ella se queda trabajando o si llega el personal de limpieza se queda dando ciertas ordenes especificas con respecto a la limpieza, si es necesario. De lo contrario, solo saluda y pide que hagan primero nuestra habitación.

Tengo entendido que antes de que viviéramos juntas, siempre, a la misma hora, Dimitri llegaba y hablaban sobre ciertos protocolos de seguridad con ella.

Dimitri tiene ciertas tareas que pueden parecer cuestionables y sé que no es la persona más amable del mundo. En realidad, por lo poco que Alex me pudo decir, Dimitri es una persona sumamente calculadora, fría y letal. Hay un misterio que envuelve a Dimitri, pero dentro de todo lo poco y mucho que se sobre él, sé que es una persona leal, confiable y segura. Cuida a Lena hasta en lo más absurdo y soporta cada una de sus facetas. Sé que me tiene aprecio y tiene un cuidado especial con respecto a mí.

Antes de que termine de bañarme, Lena entra, se desviste y dobla su ropa dejándola finamente acomodada en el cesto de ropa sucia. Jamás usa una misma ropa para la noche siguiente, por lo cual, ella siempre despide un aroma a limpio y desde que vivimos juntas yo hago lo mismo.

Alguna vez llegué a pensar que Lena en realidad no era ordenada, que solo su casa lucía de esa manera por su personal de limpieza, pero la realidad es muy diferente. En eso, ambas nos parecemos, somos personas que cuidan el orden y la pulcritud, excepto en algunos casos.

Lena es desordenada en sus libros, tiene estrictamente prohibido que se los muevan del lugar dónde los ha dejado, puesto que los está leyendo, así que es común encontrar libros en el suelo, la mesa de noche, el escritorio de la biblioteca, algún sofá de la biblioteca, nuestro cuarto e incluso en la sala de cine y juegos, porque sí, mientras yo me dedico a jugar algún videojuego ella me acompaña leyendo o viéndome jugar. Lena ama leer, más que cualquier otra actividad común, aclaro esto, porque a ella le encanta el juego sexual, no lo hacemos tan seguido, pero es bastante gratificante y suelen ser días largos cuando nos dedicamos a ello.