ENCHANTED [ONCE UPON A TIME] ~Killian Jones~

*❝ ִ ⁺ ✯ ¡CAPÍTULO 3！ׂ۪ 𐋃 𝆯*

En la oficina, una sombra maligna apareció, comenzando a succionar el poder de Regina.

Blancanieves, David y Emma llegaron a tiempo para evitar esto, aunque sólo la pelinegra logró herirlo.

—¿Lo maté? —preguntó Blancanieves hacia Regina.

—No, solo lo heriste —dijo mientras era ayudada a levantarse del suelo por Emma.

—Debemos protegerla —dijo en referencia a Regina— si quieren que Gwen alguna vez nos hable o quiera saber de nosotros, debemos cuidar a las personas que más ama —murmuró Emma— puede que Regina hizo las cosas mal, pero por lo que veo, fue una buena madre con ella y delante de sus ojos, es su madre.

Los restantes de la habitación entendían a que se refería Emma, sobretodo Regina, sabía que a pesar de haberla criado de una manera dulce y cálida, su hija podría llegar a ser resentida o vengativa si se lo proponía.

—Bien, la llevaremos a su mansión y allí estaremos con ella para cuidarla, de paso podremos pasar tiempo con tu hermana —dijo David.

—Pueden acercarse, pero no alejarme de ella o incluso llevársela, ella jamás aceptaría eso —dijo Regina, quién tenía razón.

—No estoy de acuerdo con todo lo que hiciste, pero en parte estoy agradecida porque le diste una buena vida, no dejaste que tu oscuridad la afecte —dijo la mamá de Emma.

—Ella me salvó, de muchas maneras que no podría explicar, Henry y ella son mis milagros y por quiénes daría mi vida sin dudarlo —dijo con una sonrisa, era completamente sincera.

Los tres decidieron sacarla de ahí y llevarla a la mansión, suponían que Gwen seguía ahí y al ver a su madre libre, dejaría que entren a la casa.

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Gwen se levantó sobresaltada luego del ataque de Regina, por alguna razón sentía que su madre estaba en peligro.

Se colocó un abrigo y se dirigió hacia la puerta de la salida de la casa, encontrándose al abrir con su madre y el resto.

—Mamá, ¿estás bien? —dijo preocupada mientras la analizaba.

—Sí, cariño. Gracias a ellos, me salvaron —susurró en dirección a las otras personas.

—Pasen —dijo sin más, haciéndose a un lado para que todos entren— ¿Y Henry? —preguntó la chica.

—Está con Ruby —dijo Emma.

—Bien —suspiró— ¿Mi madre ya es libre? —dijo con esperanza.

—Por el momento —dijo el hombre— venimos a ayudarla a acabar con el que la intentó asesinar —ella frunció el ceño, aunque entendía un poco, ella había presentido algo.

—Es una sombra maligna, viene a robarme la esencia —susurró Regina.

—Entonces los ayudaré —todos se negaron, pero ella simplemente los ignoró.

—Los ayudaré quieran o no, aparte soy la única que puede usar su magia —finalmente el dolor de cabeza había pasado— ¿Ya tienen un plan? —todos negaron, hasta que Regina habló.

—Tengo una idea —y se dirigió hasta donde había una caja, de adentro sacó un sombrero.

—Tú lo tenías —susurró Emma, aunque todos la ignoraron.

—Podemos traerlo y encerrarlo aquí, no podría volver a molestarnos y desaparecería por completo —dijo la mayor.

—Me parece bien —le sonrió.

Todos fueron al lugar acordado, el sombrero y Regina estaban en el centro, el resto alrededor de ella, para protegerla ante cualquier peligro.

—Sé que es anticuado pero yo también lo soy —dijo mostrando unas escobas, con las que pensaban defenderse.

—Más que anticuado, es ridículo, pero es tu problema —dijo Gwen.

Ambos padres no dijeron nada, les extrañaba ver la actitud de su hija, tan fría y malévola con ellos.

De repente la sombra apareció, Regina intentaba hacer funcionar el sombrero pero no ocurría, hasta que Emma apoyó su mano en el hombro de la mujer y de repente, una magia violeta brotó, volviéndose un portal.

Gwen lanzaba rayos de luz a la sombra, parecía dañarla pero se recuperaba rápido. Con ayuda de David, lograron empujar la sombra hacia el portal.

—¡Cuidado! —dijo Emma empujando a Regina, para evitar que fuera atacada por la sombra.

Sin embargo la sombra tomó del pie a Emma, Gwen intentó ayudarla pero fue demasiado tarde, ella se cayó al portal. Margaret no dudó en seguirla también, no pensaba volver a perderla.

El portal estaba a punto de cerrarse, David intentó entrar con ellas pero no pudo. Los tres quedaron impactados ante lo sucedido.

David se levantó y se abalanzó rápidamente sobre Regina, comenzando a atacarla.

—¿En dónde están? —dijo él, apretándola contra la pared.

—No tengo idea —dijo con sinceridad Regina.

—Dime dónde están —comenzó a elevar su voz.

—Cálmate, mi madre no tuvo culpa de lo que pasó —apartó al hombre de su madre.

En eso llegó Henry con Ruby, acercándose a su hermana y madre.

—¿Y Emma? ¿Y Margaret? —preguntó Henry con desesperación.

—Ocurrió una desgracia —Dijo Regina mientras lo colocaba al día.

—Ve a rescatarlas —susurró Henry.

—No puedo, no se donde están —dijo nuevamente la mujer.

—Entonces es cierto, eres la Reina Malvada —le gritó Henry, su hermana al ver esto, se acercó a ellos.

—No le hables así a mamá, ella no tuvo la culpa, yo fuí testigo —suspiró colocándose delante de su madre.

—No te metas Gwen, menos sin saber toda la verdad —dijo el pequeño, llevándose una mala mirada de la rubia.

—¿A qué te refieres? —le preguntó— Y no vuelves a hablarme así, te quiero, pero no soportaré tu falta de respeto, hacia mí o hacia nuestra madre.

Henry se arrepintió inmediatamente por todo lo que dijo.

—Lo lamento Gwen, no quise hablarte así —dijo él.

—Disculpa aceptada —dejó un beso en la frente de él— pero que no vuelva a ocurrir.

Él asintió y se fué hacia su habitación, suponía que quería buscar algo. Gwen aprovechó a voltear a ver a su madre, aún quería saber a que se refería Henry.

—¿Qué sucede exactamente? No es la primera vez que me hablan sobre una verdad que no sé —dijo con una mueca.

Regina volteó a ver a David, necesitaría ayuda para explicarle todo.

—Él me ayudará a contarte todo, pero primero iremos a rescatar a Margaret y Emma —dijo la pelinegra con una sonrisa— y luego prometo que sabrás absolutamente todo —acarició el cabello de la chica.

—Vale, los ayudaré, pero luego quiero saber todo.

Ambos asintieron y se pusieron a idear un plan de rescate, ahora lo importante era salvar primero a Emma y Margaret, ya luego habría tiempo para decirle la verdad a Gwen.