Ascenso

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Ya casi era de noche y la lluvia no paraba.

-Tenemos que irnos-le dije preocupada-tengo trabajo mañana.

-Pues vamos-David habló con tanta naturalidad que pensé que era cierto, después de verlo alistarse me di cuenta que efectivamente era en serio.

-¿Estás loco?

-Si, un poquito.

-No voy a salir así.

-Claro entiendo-dejó de nuevo las cosas en el piso-supongo que ya tienes una buena excusa para faltar al trabajo el día de una de las reuniones más importantes de la empresa.

-Con el cliente que tampoco irá.

-Llamo a alguien que me represente y me puedo quedar acá el resto de la vida.

-Te detesto...-le dije mientras iba por mis cosas.

David salió primero, subió al auto y lo trajo lo más cerca que pudo a la entrada, salí corriendo y subimos las cosas a la parte de atrás, nos apresuramos en subir y partir de la cabaña, habíamos recorrido casi media hora de camino, todo estaba lleno de lodo así que David manejó lento.

-Carajo-el auto no se movía, por más que David aceleraba.

-Perfecto, estamos atorados.

-Yo no puse el lodo ahí por si quieres culparme.

-Pero solo a ti se te ocurre ir al lugar más recóndito que conoces en época de lluvias.

-Porque lógicamente era mi intención quedarme atascado en pleno camino ¿verdad?

-Por lo menos admites tu culpa.

-¡Que no!

-Bueno tenemos que hacer algo-le dije rendida.

-Lo voy a empujar, ven al asiento del conductor.

-Esta bien.

-Cuando te diga arranca-David salió del auto y fue a la parte de atrás.

-¡Arranca!-lo escuché gritar, nada-!Otra vez!-no funcionó-¡Arranca!

-¡No funciona!-le grité.

-¡El que está empujando soy yo!

-¡Pues no es suficiente!

-¡Una vez más!-arranqué el auto una y otra vez, aceleré todo lo que pude y salimos del bache, lo detuve de nuevo y me bajé del auto.

-¡Si!-gritamos al mismo tiempo, saltamos y con la delicadeza que me sobra me resbalé en el lodo. David empezó a reírse a todo pulmón.

-Perdón, ¿Te ayudo?-me dijo estirando su brazo.

-Gracias...-le dije mientras lo jalaba hacia mi para que me acompañe.

David cayó sobre mí, me aplastó todo el cuerpo y me quedé sin aire.

-Eres una estúpida, ¿estás bien?-dijo poniéndose de rodillas a mi lado casi inmediatamente.

-Mejor que tu seguro-le dije intentando volver a empujarlo, puse mis manos en sobre el pecho para empujarlo y el puso sus manos encima para detenerme pero finalmente caímos los dos, mi cabeza quedó en su pecho mientras él sostenía mis manos levantó la cabeza y me vio, yo intenté hacer lo mismo pero la lluvia no me dejaba abrir los ojos, me soltó y usó sus mano para cubrir mi rostro como paraguas, sonrió como siempre y yo también.

-Vamos pequeña te puedes enfermar.

-No me digas así, somos básicamente de la misma edad.

-Si pero no del mismo tamaño-se levantó conmigo encima, llegamos al auto y estábamos chorreando.

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⏰ Última actualización: Jun 23, 2023 ⏰

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