Él lo había perdido todo, ya no tenía motivo para vivir, pero un ángel vino alumbrar su felicidad haciéndole sonreír y devolverle la vida que creyó perdida.
Pareja:
• Shinichiro x Takemichi ( ambos poseen las mismas edades)
‼️Advertencia ‼️
•Contien...
A la vista de todos, Shinichiro y Takemichi, eran la pareja más hermosa y perfecta que podría existir en el fucking mundo, pero no todo fue color de rosa al principio.
— ¿Por qué se preguntarán?
Pues, digamos que su primer encuentro, fue algo inesperado. Sí se podría decir, de ese modo.
[...]
1 de Agosto de 2005, Distrito Norte de Shibuya, ʰᵒʳᵃ⠘ ¹⁰⠘³⁰ ᵖᵐ
Parecía ser una noche apacigua para Takemichi, mientras iba sereno a su trabajo nocturno de mesero/barista. Hace frío, pero se sentía cálido, bajo la bufanda que le había regalado la pequeña Emma.
Una niña de 14 años de edad, que había llegado al burdel. Hace seis meses anteriores, en busca de refugio.
— ¡Hey Take! cuando termines los pendientes, puedes regresar a casa a descansar. Ya fue suficiente por el día de hoy — dijo una voz gruesa, revisando unos papeles para firmarlos — Ah por cierto, Kenny me dijo: “«que llegaría un poco tarde de la escuela»”. Así vete a casa, a descansar.
— Gracias papá, pero prefiero esperarlo. No me agrada la idea que vaya sólo a casa. Además como están las cosas hoy en día, es peligroso para todos — Masaway sonríe ante a él hablar de su hijo, causando un leve puchero en el joven de ojos azules — ¡Oye Jefe, no es gracioso!.
— ¿Takemichi-kun, podrías venir un segundo? necesito tu ayuda con algo — pronunció Yume, un poca nerviosa. Llevando a Hanagaki a una de las habitaciones apartadas, para los clientes especiales.
•
•
•
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hanagaki estaba hecho un manojo de furia. Sus nudillos se apretaron tratando de retener su ira, que crecía a cada segundo.
«¡Voy a matar a esos bastardos!»
El estado de la pequeña, era deplorable, y su rostro te desgarraba el interior de tu cuerpo con tan sólo verlo. Y si no fuera poco, sus mejillas detonaban un color morado, producto a los golpes que había recibido.
— ¡Hey tranquila! todo está bien ahora pequeña — limpió con un pañuelo sus lágrimas — ¿Me puedes decir tu nombre?, el mío es, Hanagaki Takemichi — se agachó frente a ella, para regalarle una acogedora sonrisa.
— Yo m-me llamó, Emma— su voz se oyó temblorosa — ¡por favor!, te lo ruego puedo quedarme aquí ... ¡¿no tengo a donde ir?! — sostuvo la ropa de Hanagaki, con fuerza en forma de súplica — Yo quería encontrarme con mi hermano, pero ese hombre me mintió y trato de abusar de mí ... ¡pero no lo consiguió! porque Emma es alguien fuerte — le regaló una sonrisa forzada, haciendo que el mayor se acercará a abrazarla para aliviar el miedos que sentía.