Él lo había perdido todo, ya no tenía motivo para vivir, pero un ángel vino alumbrar su felicidad haciéndole sonreír y devolverle la vida que creyó perdida.
Pareja:
• Shinichiro x Takemichi ( ambos poseen las mismas edades)
‼️Advertencia ‼️
•Contien...
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Hanagaki sentía miedo. La persona que nunca creyó ver de nuevo, estaba al frente de él y no podía moverse. Su padre había aparecido de nuevo. No, ese hombre no tenía derecho a llamarse “padre”, después de todo lo que le había hecho.
Estaba apunto de tocarlo de nuevo, y él no iba ser nada como siempre, su cuerpo estaba paralizado, pero dichas manos gruesas nunca llegaron.
En su lugar apareció su bebé con su capa ropa de héroe protegiéndolo.
— ¡No toques a mi dulce mami con tus sucias manos! — gritó poniéndose frente de Hanagaki — si te atreves a tocar un sólo centímetro de él ¡te voy a matar!
— Mocoso como te atreves, ¡¡TÚ ME QUITASTE A MI HIJO!! — el hombre saco un cuchillo, está apunto de apuñalar a Manjiro, pero Takemichi se interpuso en ello. No iba a permitir que su bebé se lastimara por su culpa, el había jurado que nunca Manjiro, viviría lo que el sufrió.
Luego de que su mami cayera en la suelo, él se había acercado a ese hombre a golpearlo en su punto débil haciéndolo desmayar al instante.
Manjiro veía sus manos llenas de sangre, el color rojo no era su favorito, para nada. Estaba tratando de retener la herida, no quería perder a su mami, no quería.
— Está bien, cariño, mami está bien — besó su linda frente, para calmar el dolor de sus lágrimas, aunque le fue imposible retenerlo.
— Mami n-no me dejes, Manjiro no q-quiere estar sólo ...
Fue lo último que escuchó Hanagaki antes de adentrarse a la oscuridad del vacío, dejando un pequeño sumamente asustado, mientras le gritaba que despierte y no le abandoné.
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Shinichiro tenía en sus brazos a su adorado bebé esperando pacientemente en el hospital alguna respuesta de su esposo. Estaba enojado consigo mismo, si hubiera llegado temprano, tal vez, nada de esto hubiera pasado.
