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-¿Esto significa que aceptaste?–Preguntó Jungkook al abrir la puerta y ver a Jimin en la cama con Yejun.

Jimin se sentó y suspiró al verlo, dejó a Yejun a un lado para levantarse de la cama y acercarsele un poco a su esposo.

-¿No me volverás a gritar ni a maltratar?–Preguntó Jimin inseguro.

-¿Tu no volverás a darme patadas que me puedan matar?–Preguntó Jungkook tranquilamente.

-No, jamás...

Jungkook entró y cerró la puerta para acercarse a su marido lentamente aumentando sus nervios.

-Bien, trató hecho...

Jungkook le extendió la mano y Jimin tímidamente la tomó, las estrecharon y se miraron a los ojos para sonreír levemente... No podían creer que se la estaban llevando bien despues de tormentosas semanas.

-Esto es lo tuyo–Comentó Jungkook acercándose a la cama para estar con su hijo.

-¿Que es lo mío?–Preguntó Jimin confundido.

-Los suéteres, eso es lo tuyo–Jungkook se acostó y acarició el rostro de su hijo.

Jimin se miró y sonrió, ahora estaba convencido que estaba loco de amor por ese hombre... Solo un par de palabras y lo tenía sonriendo como un bobo.

-¿Te quedarás ahí de pie o vienes a la cama?–Preguntó Jungkook sin verlo.

Jimin se quitó los zapatos y corrió hacia la cama, se subió acercándose a Yejun y sonrió cuando este se le tiró encima. Miró a su marido y este sin previo aviso lo beso, no podía decir que fue dulce y lleno de cariño pero era un beso que le quitó el aire a Jimin dejando sus mejillas sonrojadas. Cuando Jungkook se separó de él suspiró y se quedó mirando el techo... Se sentia muy triste pero no lo demostraría, en poco sería el matrimonio hostentoso de Yungyeom y ver ese evento en las revistas, periódicos e Internet le causaría más dolor... Debía si o si distraerse.

~~~~~~~~~

Jimin había hablado con su padre y habían llegado a un acuerdo de un año sabático para así empezar la universidad... Ambos sabían a la perfección que esa decisión era por el reciente "matrimonio" entre él y Jungkook, así que no hubo discusión y para Chanyeol empezó la cuenta regresiva para presumir de tener a su hijo en la universidad.

-¿Te gusta?–Preguntó Jungkook viendo a Jimin.

Jimin se giró a verlo y sonrió.

-¿Enserio es para mí?–Preguntó Jimin aún dudoso.

-Ujum, no te di uno al casarnos–Jungkook entró al despacho y suspiró. -Cómo te gusta lo sencillo te conseguí ese, si no te gusta pod....

-¡Me gusta!–Dijo Jimin alegremente. -¡Me quitaré todos mis anillos y solo lucire este!.

Jungkook asintió y antes de que se diera cuenta ya tenía a Jimin abrazándolo.

-Gracias, la verdad pensé que no me darías un anillo–Jimin rio suave. -Como sigues con el anillo de matrimonio de Yungyeom pensé que no merecía uno...

Jungkook miró su mano y era verdad... Jamás se lo quitaba.

-Pero está bien, puedo darte más tiempo–Jimin se separó y lo miró con una sonrisa. -Todo el que necesites...

Jungkook sonrió levemente... No sabía cómo él podía seguir ahí si ya le había dicho que tenía grabado a Yungyeom en el corazón.

-¿Dónde está Yejun?–Preguntó Jungkook asegurando La puerta.

-Está con mi papá, ellos se llevan muy bien...

-Eso es bueno...

Jimin no entendía por que siempre que veía a Jungkook quitarse el saco y la corbata se ponía tan nervioso.

-¿Cuanto tiempo crees que tengamos antes de que tu padre se cansé de Yejun?–Preguntó Jungkook abriendo su camisa.

-No sé, a veces Yejun lo molesta bastante y a veces se porta muy juicioso...

Jimin se giró rápidamente cuando Jungkook abrió su pantalón, le daba vergüenza ver a su marido desnudo y más cuando sabía para que lo hacía.

-Puedes negarte..–Dijo Jungkook tranquilamente.

Jimin negó y se quitó el suéter para dejarlo sobre el escritorio. Jungkook se le acercó y sin girarlo le quitó la camiseta para después bajar las manos hasta el botón del pantalón y abrirlo.

-En el sofá...

Jimin se puso las manos en el rostro y respiró profundo... Debía acostumbrarse a que estas escenas serían normal en el matrimonio.

Jungkook abrió el último cajón del escritorio y sacó un pote de lubricante.

Jimin se había quitado toda la ropa quedando de pie y desnudo, Jungkook lo acostó en el sofá boca abajo y se quitó la ropa que quedaba para acomodarse sobre el trasero del menor... Y cada vez se le hacia menos forzado tener sexo con él pero no quitaba que no se sentía muy comodo.

El menor tembló dejando salir un suspiro cuando los dedos de su marido tocaron su entrada con un resbaladizo líquido... Cerró los ojos y sonrió cuando dos dedos de una vez fueron introducidos en un profundo y constante movimiento. Con la otra mano su marido le acariciaba la espalda hasta sentir un poco dilatado a Jimin, solo bastaron segundos y el menor ya estaba soltando pequeños y suaves quejidos de placer. Jungkook bañó todo su miembro de lubricante y lo acercó a la palpante entrada de su esposo para empezar a penetrarlo mientras sus manos se enterraban en la piel del menor.

Jimin soltó un quejido cuando Jungkook entró por completo, solo fueron unos segundos quietos hasta que Jungkook empezó a sacar y meter su ereccion en la intimidad de su marido... Los únicos sonidos obscenos era el sonido de los testículo de jungkook chocando con las nalgas de Jimin y los suaves jadeos que ambos dejaban escapar.

De manera abrupta Jungkook salió de Jimin para girarlo y volver a penetrarlo haciendo que encorbara la espalda. Esta vez solo una mano se enterró en la cintura del menor mientras que con la otra se sostenía para inclinarse sobre Jimin y de manera apasionada atrapar sus labios en un hambriento beso.

Los cuerpos se movían al tiempo por las fuertes penetraciones, Jimin estaba todo lleno de sudor y la fuerza que tenía se estaba desvaneciendo. Como sus piernas estaban a punto de caer Jungkook las tomó y las subió a sus hombros mientras aumentaba la velocidad de las embestidas.

Jimin se agarró de los brazos de Jungkook y sin poder controlarlo un gemido se le escapó... El mayor se hundió con violencia dos veces más llegando a su clímax pero no dejó de moverse hasta quedar muy bien satisfecho.

El mayor se inclinó sobre su marido y para terminar el momento Jimin le abrazó el cuello para al final unir los labios en un beso que sólo tenía deseo y nada más.

Amor de reemplazoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora