Amor de reemplazo

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-¿Dónde está mi niño bonito?–Preguntó Jimin al aparecer en la sala.

Yejun de inmediato se giró a verlo y sonrió enorme para aplaudir feliz.

-¡Paaaa!–Gritó el infante.

Jimin se sentó al lado de él y lo pasó a su piernas donde lo abrazó y le dio besitos.

-¿Molestó mucho?–Preguntó Jimin suavemente sin ver a su esposo.

-Igual que antes–Dijo Jungkook sin ánimos. -Me dio dolor de cabeza...

-¿Comieron?.

-No–Jungkook volvió a suspirar sobando su frente, odiaba sentirse así.

-Entonces seguiré preparando todo–Jimin se levantó. -Le traeré medicina señor Jungkook...

Jungkook asintió y cerró los ojos para descansar.

Jimin entró a la cosina y dejó a Yejun en los brazos de su padre.

-¿Señor Seok donde está la medicina para el dolor de cabeza?–Preguntó Jimin revisando los cajones.

-¿Otra vez con dolor de cabeza?–Preguntó Chanyeol haciendole juegos a Yejun.

-Si pa, siempre que lo veo o le hablo tiene dolor de cabeza... Ya no creo que es el estrés, estoy preocupado–Jimin suspiró pesado.

Chanyeol rodó los ojos.

Jimin junto a Jin encontraron el medicamento, el menor tomó una compresa con hielo y tomó a Yejun para volver a la sala donde estaba Jungkook descansando.

-Señor Jungkook le traje el medicamento–Jimin se sentó y sacó dos pastillas para dárselas.

Jungkook se acomodó y sirvió agua en un vaso para tomarse las pastillas.

-¿Quiere subir a su habitación?.

-No, sólo no hagan ruido–Jungkook suspiró pesado y tomó la compresa para ponérsela en el cuello.

-Si señor, descanse...

Jimin dejó a Yejun en el sillón individual y se inco para quitar los zapatos de su esposo, lo hizo acostar en el sofa y le dio un besito en la mejilla... Por ahora sabia que eso era lo único que podía darle.

Jimin se fue con Yejun a la cosina para terminar lo que le habían preparado... Aunque sin decir nada Jimin estaba aflijido que su amado esposo no notara que se había cambiado el color de cabello.

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Jimin había arreglado las cosas en la mesa del jardín que estaba disponible para cinco personas... Solo sería Chanyeol, Seokjin, Jungkook y pues él que cargaba a Yejun por que nuevamente estaba enfermo.

-Hijo no debiste hacer esto–Chanyeol suspiró pesado. -Mira que ese hombre no quiere ni estar con su hijo...

-Papá no lo juzgues..

-No lo juzgo–Chanyeol susurró molesto. -Él no quiere a su hijo y a ti menos... ¿Cuando te darás cuenta?.

Jimin no dijo nada y bajó el rostro... Ya había aceptado que su esposo no lo quería aunque Seokjin le decía lo contrario, después de ver las fotos de Yungyeom por toda la habitación de Jungkook aún después del matrimonio de ellos se rindió de la tonta idea que su esposo lo quería así sea un poquito.

-Si aún no han tenido sexo podemos cancelar ese matrimonio–Chanyeol susurró y miró a los lados. -Jimin un matrimonio no consumado es invalidado en la Corte...

-Después hablamos de eso papá, hoy no... Yejun esta cumpliendo su primer añito..

Chanyeol suspiró pesado y se bebió todo el líquido de su vaso, le enojaba que su hijo fuera tan terco.

Jin apareció junto a Jungkook que no se veía mejor que hace un rato, a Jimin de una vez se le pusieron las mejillas rosadas al verlo y le sonrió de manera dulce.

-¿Se siente mejor?–Preguntó Jimin cuando Jungkook se sentó.

-No...

Chanyeol exasperado se levantó dispuesto a irse pero Jimin le tomó rápidamente la mano.

-Solo le cantaremos el cumpleaños–Dijo Jimin con melancolía.

Jungkook asintió y Jin se forzó a sonreír, ¿por que las cosas un día estaban bien y al otro no? Su plan daba un paso hacia delante y tres hacia atrás... Era tan frustrante.

Jimin le puso la vela en forma de uno a la pequeña torta y la encendió para empezar a cantar los cumpleaños, Jin imitó su acción mientras los otros dos hombres estaban en su propio mundo.

Yejun reía cada vez que Jimin le daba un beso en el cuello, él quería irse sobre la torta pero Jimin se lo impedía sosteniendolo por el estómago.

Cuando terminaron de cantar solo Jin, Jimin y Yejun aplaudieron y sonrieron contentos, Jungkook suspiró y se levantó para irse... Jin se levantó rápidamente y fue detrás de él.

El celular de Chanyeol sonó llamando la atención de Jimin.

-¿Es Baek?–Preguntó Jimin curioso.

-Hijo por Dios.. Según tú Baek es el único que tiene mi numero de celular–Comentó Chanyeol leyendo el mensaje.

-Pues me molestaria si fuera una mujer–Jimin frunció las cejas e hizo un puchero.

-No es Baek ni ninguna mujer–Chanyeol besó la frente de su hijo. -Me voy...

-¿Pa a donde vas?–Preguntó Jimin en un lloriqueo.

-El jefe llama, y si el gran jefe llama hay que correr–Chanyeol besó la regordeta mejilla de Yejun y sonrió. -Debió enfermarse otra vez...

Jimin asintió y le agitó la mano.

-Comamos tu y yo...

Jimin empezó a comer de lo que había en la mesa y alimento a Yejun que recibía todo feliz aunque a veces se quejaba por que se lastimaba la encía pero nada le impedía calmar el feroz apetito que tenía.

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Después de que las empleadas recogieran todo y limpiaran Jimin decidió subir a ver como estaba su esposo... O bueno si así lo podía llamar.

Cuando Jimin abrió la puerta con cuidado para no atormentar la cabeza de Jungkook escuchó una llamada que desearía no haber escuchado.

—Te amo mucho, si en algún momento quieres venir a ver a nuestro hijo puedes hacerlo.. Yungyeom cariño, nuestro niño cumple su primer añito y te extraña, tanto o más que yo... Cuidate, te amo y no lo olvides—

Jimin se limpió las lágrimas con fuerza y entró a la habitación por completo llamando la atención de su marido.

-¿Señor Jungkook necesita que llame al médico?–Preguntó Jimin con la voz llorosa.

-¿Escuchaste mi llamada?–Preguntó Jungkook preocupado.

-¿Necesita más medicamento señor?–Las lágrimas de Jimin caían sin control alguno.

-Te estoy preguntando, ¿escuchaste o no mi llamada?–Preguntó Jungkook molesto y se levantó de la cama.

-Solo escuché que usted ama a su ex esposo... Y que si él vuelve yo tendré que irme, total solo soy el hijo del guardaespalda–Jimin se acercó a la puerta y se giró a verlo. -Descanse señor Jeon... Y en verdad espero que su amado vuelva a usted después de escuchar su mensaje..

Jimin se fue y Jungkook no fue capaz de ir detrás de él... Es que el asunto era claro, pero no importaba que tan claro fuera ninguno iba a dejar ir al otro... Por que dentro de sí, a su manera por supuesto crían que uno era la solución en la vida del otro.