"Esta es la parte de la historia en la que entro yo", le dijo Ahsoka, con una sonrisa, e hizo una pantomima con las dos manos, como si abriera un telón.
Los dos se habían movido del garaje hacia el patio central, donde la mujer comenzó a regar sus plantas con agua que sacó de la condensadora. Din no se acostumbraba a lo largo de los días en Tatooine. Sentía que llevaba horas atrapado en un momento en el tiempo. Arriba de ellos, los dos soles parecían estáticos en el cielo. Tiranos, imperturbables. Sentía que la luz de los soles le quemaba la piel de la cara. Se sentó en las escaleras que subían a su habitación, a la sombra. Ahsoka parecía completamente acostumbrada a la brutalidad de aquella luz. El azul de sus ojos parecía brillar con deleite.
"En cierta manera siempre estuviste ahí", le respondió, cerrando los ojos. ¿Podría Ahsoka vaciarle agua en la cabeza, como si se tratara él también de un helecho de Shili?
"Sí, tienes razón"
A través de los ojos cerrados, veía luces naranjas y amarillas, que se movían en sus párpados, como si estuviera debajo de un árbol que se mece con el viento. Podía sentir cómo esa luz provenía de Ahsoka.
"De cierta manera, siempre estuve ahí"
"Pero esta es la parte que tú viviste"
No le contestó por un momento. Siguió regando las plantas.
"He tenido años y años para pensarlo. Pensar en todo lo que pasó, en cómo pasó. En las consecuencias que mi vida y la vida de Anakin han tenido en la galaxia. Él nació para eso. Para transformar las cosas. Si hay alguna persona que puede ser un antes y después como te decía hace rato, esa persona es él"
Din pensó que estaba de acuerdo.
"Así que muchas veces me pregunto si no nací yo para ser testigo... Que mi función en esta historia es la del espectador. Me pregunto si realmente tuve alguna injerencia, algún poder para cambiar las cosas"
"Bueno, ¿no es eso lo que dice la física?"
"¿A qué te refieres?"
"Uhm. ¿Los fotones? Que cambian cuando son observados. A veces se detectan como partículas, a veces son ondas. La única diferencia es que alguien los observó. Cambiamos, quiero decir, cuando alguien nos mira"
Ahsoka se quedó callada. Din abrió un ojo, tentativamente. Se estaba acercando a él, mientras se sacudía las manos. Se sentó a su lado. Olía a sudor y a menta.
"Ojalá la vida se pudiera explicar con mecánica cuántica, Djarin. Pero gracias. Es un pensamiento reconfortante".
Din inclinó la cabeza.
«Aunque no fui testigo todo el tiempo. La primera vez que vi a Obi-Wan, con la conciencia de que ese era Obi-Wan Kenobi, él era el que me observaba.
Había llegado a la clase del maestro Yoda. Él solía darnos clases de meditación y control, cuando estaba a punto de anochecer. Eran nuestras clases favoritas. Yo tenía 12 años, casi 13. Sentí que alguien había entrado al salón y sentí como esa persona se comunicaba silenciosamente con el maestro Yoda. Sé que Obi-Wan visitó varias clases, no solamente la mía. Los rumores comenzaron a recorrer el templo. Obi-Wan estaba buscando un padawan, y todos querían tener la oportunidad de ser ese aprendiz. Los rumores también hablaban de Anakin. Que estaba preparándose para tomar las pruebas. Que si las pasaba, sería el caballero jedi más joven en siglos en lograrlo. Los veíamos pasar por los pasillos, con sus capas ondéandoles por los talones. Siempre entrando y saliendo del templo, en viajes y aventuras que nadie conocía. Y nadie sospechaba otra cosa. Así eran las cosas en el templo. Los maestros y los padawanes entrenan juntos hasta el momento en que ya no lo hacen. El asunto es que todos creíamos que ellos dos perdurarían juntos indefinidamente. No lo sé. Nadie se imaginaba a Obi-Wan con otro padawan. Además, estaba el hecho de que, si Anakin Skywalker ya no era padawan, entonces tendría qué ser maestro. ¿De quién sería maestro el elegido de la Fuerza?
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El tejido de nuestras almas
FanfictionEsta historia esta inspirada en Cumbres Borrascosas de Emily Brontë. Anakin Skywalker y Obi-Wan Kenobi debían encontrarse, y la fuerza de su encuentro y su destino es tal que ha afectado a todo aquel que se encuentre cerca o se cruce por su camino...