Pasos al ocaso

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Pues regresamos otra vez a esta historia, y perdón por si me demoré con este capítulo, pero pues sin más rodeos comencemos con este nuevo capítulo de esta historia...

Como retomamos en el anterior capítulo donde nos quedamos, y si, el tiempo pasó rápido, la mañana estaba en su auge, esta vez, iniciamos en la casa de la pelimiel, ella como era de esperarse seguía dormida, el despertador estaba desenchufado y tirado en el piso

Día normal, el sol alumbraba su habitación, en eso, su madre abre la puerta con una actitud dulce la despertó

Grace: Hija, despierta, hoy es el día!

Serena: 5 minutitos más por favor...

Grace: No puedes hija, recuerda que Ash te espera -dijo animándola a que despertase-

Serena: Es cierto! -dijo recomponiéndose de energía como por arte de magia-

Grace: Serena, ya despertaste, como estás? -dijo alegre-

Serena: Estoy bien mamá

Grace: Que bien, bueno, Serena vamos a desayunar, bajas después de cambiarte ok? -dijo retirándose de su habitación-

Serena: Está bien, ahorita bajo... -dijo aún enérgica-

Todo lo demás siguió con normalidad, Serena bajó después de cambiarse y encontró en su mesa casi lista y su madre llevando dos tazas a la mesa ya que era lo único que faltaba

Serena: Vaya mamá, si que te esmeraste con todo esto... -dijo sorprendida viendo todas las cosas que habían en la mesa-

Grace: Gracias hija, ahora ven a comer, que no quiero que se enfríe rápido

Serena se fue a sentar a una de las sillas, y empezó a comer su desayuno, no pasaron ni 2 minutos cuando por curiosidad vio la hora en su celular y se dio cuenta de que se le hacía tarde

Como una bala tomó todo su té ocasionando que le quemara su garganta, aún con el dolor solo agarró un pan y se pudo despedir rápidamente

Grace: Hija cuidado, no lo tomes de golpe, el té estaba... Olvídalo, ya te quemaste... -dijo viendo como su hija trataba de pronunciar algo-

Serena: Y-Ya sé... Ya me voy mamá, gracias por todo -dijo corriendo con el pan en su mano a la puerta principal-

Grace: Pero hija, no terminaste de comer... Tu ya sabes lo que te digo, en el desayuno comes como rey, en el almuerzo como príncipe y en la cena como mendigo...

Serena: Ya sé mamá, pero Ash me espera, chau! -dijo despidiéndose y cerrando la puerta para dejarla sola a su madre-

Grace: Ni probó las empanadas...

Serena caminó por las veredas de su calle, el sol brillante, la brillante ráfaga de luces que iluminaba todo el lugar haciendo sentir vivo, el pasto verde y las personas haciendo sus quehaceres, era sábado, así que era día libre para muchos, sin duda era un día normal, Serena aceleró el paso, la hora parecía irse como agua cayendo, ahí fue donde llegó a ese parque donde siempre él estaba

Serena cruzó la calle, y entró en el placentero parque, ahí lo vio a el, ese cabello alborotado tapado por un singular gorro rojo, sentado en una banca mirando a otro lado, ella estaba detrás de él y parecía que ni se había dado cuenta de que ahí ella estaba

Serena: Ahí está -dijo mirando a su pareja que estaba sentada-

Serena: Ash! Ash! Aquí estoy! -dijo llamando al azabache-

Ash no respondía, Serena esperaba que le respondiera y se diera vuelta, pero solo se quedó sentado ahí sin moverse y sin decir nada

Serena: Ash? Estás bien? -preguntó confundida por el azabache-

¿Acaso me estoy enamorando?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora