Te amo, mi pequeño sol brillante

El mejor comienzo

—Oye amor, ¿cómo sigue tu hermano?.-pregunto C. Sur mientras limpiaba la mesa.

—Aparentemente, está mejor, han pasado dos semanas desde su último ataque, según OMS su estado ha mejorado bastante desde la vez que lo vi, todavía no le han dado el alta.-dijo mientras lavaba los platos.—OMS dice que incluso está más enérgico y feliz.-dijo sin entender muy bien.

—¿Enérgico y feliz?.-pregunto igual de confundida de coco.—me estás diciendo que después dé la recaída, ¿está mejor que antes?.

—Si yo tampoco entiendo, tal vez esta última le dio ¿ánimos?, o ¡yo qué sé!.-dijo pensando.—la verdad quisiera saber qué paso.

—Bueno, tal vez lo descubras hoy, ahí viene tu otro trillizo.-mirando por la ventana.

—Oh ecuador, cierto íbamos a visitar a vene hoy, se me había olvidado, ¿puedes atenderlo mientras me arreglo?.

—Claro, pero no tardes.-dijo con una tierna sonrisa.

—Gracias.-saliendo como una bala.

c. Sur oyó unos ligeros toques y fue a abrir la puerta.

—Hola cuñada.-sonrió ecuador.—¿todo bien?.

—Hola ecu, si todo bien pasa por favor.-dijo haciéndose a un lado.

—¿Y como va todo?, hace tiempo que no te veía.

—Todo bien, estos días han sido muy agradables.-respondió muy feliz.

—Ya veo, que bueno oír eso.-dijo sonriendo con algo de nostalgia.

—Ecu... pasa algo.-pregunto notando su expresión.-tienes una carita triste.-tocando su mano.

—Oh, no te preocupes... solo es que me da mucha alegría que mi hermano haya encontrado a una persona tan maravillosa como tú... que hasta me atrevo a decir que me da un poco de... envidia.-dijo con una sonrisa algo forzada.

—Ecu...

—No te preocupes, no tiene mucha importancia.-tratando de restarle importancia.

—¿Estás seguro?.-dijo con poco de lástima.

—Sí, sí, si no te preocupes.-agitando las manos con una sonrisa.

—¡Hermanitooooo!.-grito coco bajando las escaleras.

—Je, je, je hola ñaño.-dijo levantándose para abrazarlo.

—¿Como está la miniversión mía?.-abrazándolo con fuerza.

—Solo soy un poco más bajo que tú.-dijo tratando de zafarse de su agarre.

—Igual eres un mini yo.-dijo sonriendo.-¿listo?.

—Sí, vamos, adiós, sur.

Colombia y Ecuador partieron directo a las instalaciones de OMS.

Mientras que vene intentaba empatizar más con siria, pero le estaba costando un poco.

—Oye... y todo bien?.-vene intentaba platicar con ella, pero no lo lograba.

—Si

—Sabes aún recuerdo la primera vez que llegue aquí, fue horrible.-dijo recordando con una sonrisa de lado.

—Y si fue horrible porque sonríes.-pregunto notoriamente confundida

—he estado aquí muchas veces, he aprendido que es mejor sonreír cuando las cosas van bien y también cuando van mal, de nada me sirve estar con una cara larga y melancólica.-dijo sin dejar de sonreír.

—Pues pareces estúpido sonriendo todo el tiempo.-dijo devolviendo su mirada a su libro.

—Qué graciosa.-respondió sarcástico.— además, me sirve para no preocupar tanto a mis hermanos y a que no me hagan tantas preguntas que no quiero responder.-agrego.