si soy salado vale

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vene se despertó, teniendo una ojeras terribles, por más que lo intentó no pudo conciliar el sueño.

Se sentó en la cocina mientras tomaba una taza de café y comía un sándwich.

Uno de sus estados entro a la cocina y lo vio.

—eh buenos días, bendicion pa.-dijo sucre, mirándole la cara.

—buenos días ahhh dios te bendiga.respondió con un bostezo de por medio.

—¿estas bien?.-dijo viendolo claramente cansado.—si durmió ¿verdad?

—si, ¿porque no habría de estarlo?.-dijo para luego soltar otro bostezo.

—si claro.-dijo sin creerle.

El ruido de su teléfono lo saco levemente de su pequeño viaje astral ocasionado por el sueño.

—hola Rusia ¿qlq como va todo?.-dijo algo enérgico para que no se notace el cansancio que tenía.

Al escuchar aquel nombre sucre se paralizó.

Oh no

Pensó sucre

y disimulada mente salió de la cocina y corrió dónde sus hermanos.

—hola vene todo está bien no te preocupes, solo quería preguntarte si ¿quieres acompañarme a una pequeña reunión?.-pregunto la rusa.

—¿una reunión? Pues realmente no estoy de ánimos de salir de la casa.-dijo vene soltando otro bostezo.

—¿alguna vez haz estado de ánimos de salir de casa?.

—psss si, si lo he estado.-dijo rascándose ligeramente la cabeza.

—ajá, creo que ya eres parte de la decoración de la casa.-dijo sarcástica la rusa.

—jajaja muy graciosa.-respondió igual de sarcástico.—bueno va tu ganas, voy contigo, ¿dónde es?.-pregunto bebiendo un sorbo de café.

—bueno... No te preocupes por eso yo te paso buscando, nos vemos, vístete decente.-dijo para luego colgar.

Vene se quedó mirando el teléfono confundido.

—ashr típico.-dijo finalmente para seguir bebiendo su café.

Vene con dolor de su alma subió las escaleras para alistarse.

Rusia tampoco le dijo a qué hora lo iba a buscar así que tenía que estar listo.

Después de bañarse vene se quedó viendo su armario pensando que ponerse.

—asr porque "decente", si fuera por mi me pondría unas bermudas y una franela normal, pero nooo la señora quiere que vaya "decente".-se dijo así mismo.

Vene agarro un pantalón negro de vestir, junto con una camisa manga larga azul marino y uno zapatos negros.

Se pasó gel por el cabello llevándose toda su melena rubia hacia atrás.

Talvez debería cortarme el cabello.pensó mientras se miraba en el espejo.

Creo que estoy lo suficientemente decente pensó.-bueno toca esperar.

Vene se recostó en su cama con cuidado de no arrugar su camisa.

Espero no tarde mucho.-Pensó

Poco a poco vene se estaba quedando dormido, era de esperarse, no tardó mucho en ser vencido por el sueño.

Pasaron dos horas cuando la puerta de la casa fue tocada por alguien, Miranda que iba pasando escucho y fue abrir.

Te amo, mi pequeño sol brillanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora