Capitulo 5

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Fernanda

Fiestas

Siempre iba a una, fiesta que se anunciará, fiesta a la que iba, y siempre era lo mismo, tragos baile y demás

Eso hasta que ella llegó, literalmente llegó de repente abalanzandose sobre mi, estampado sus labios contra los mios

La Vi,  la repasé. El vestido que traía no dejaba nada a la imaginación, era corto a la mitad de los muslos con una abertura en la pierda del lado derecho, el escote de su vestido era en U pero la tela era tan delgada que juro que ví sus pezones a través de ella

Así pasaron las horas, besos, tragos, baile y alguna que otra palabra entre nosotras

No podía separarme de ella, si bebía lo hacía conmigo, buscando una excusa para besarla de nuevo y los juegos de trago me daban las excusas perfectas

Cuando bailamos aprovechaba para mandar mis manos por su cintura, su abdomen y el inició de sus piernas

Durante parte de la noche habíamos Sido solo ella y yo

Almenos hasta que él llegó, entro al bar llenando el lugar de esa aura que lo caracterizaba "Ángel Carrinton" el idiota me había caído mal desde el inicio pero joder era sumamente atractivo

Claro que solo llego a joder, con si supiera dónde estábamos se acercó a nosotras, bueno, más bien a ella

Elizabeth se centro en él apenas llegó y por alguna razón me molestaba ya no ser su centro de atención

Habían empezado a bailar ellos dos pero no estaba dispuesta a quedar fuera

Me acerque a ella y la besé en medio del baile, correspondió mi besó y sentí sus manos recorrer mi cuerpo

Seguimos bebiendo y para cuando me di cuenta ahora estaba en medio de ellos dos bailando

Sentía el pecho duro y firme de ángel contra mi espalda, bebiendo y besandose de vez en cuando con elizabeth, la cual estaba frnete a mi, sus senos se presionaban con los mios

Me besaba a mi y lo besaba a el, en eso sentí unas manos justo debajo de mis senos, demáciado grandes para ser de Elizabeth, miré por encima de mi hombro y al hacerlo sentí unos labios estamparse sobre los míos

Suaves, gruesos y deliciosos, quien diría que el idiota podía besar tan bien, pero ahora no quería dejar de besarlo y al parecer el tampoco por qué no se separó

Asi transcurrido la noche, éramos ahora nosotros tres.

Cuando salimos del bar ya eran las cuatro de la madrugada, en pocas horas amanecería, me tambaleaba un poco por el alcohol en mi sistema mientras caminaba de regreso a la universidad para ir a mi habitación

No sé en qué momento perdí a los otros dos pero tampoco me importo, quería llegar a mi cama, acostarme y no saber de nada del mundo hasta dentro de cien años

Pero con forme iba caminando empecé a pensar, era como si el alcohol me pusiera a reflexionar

Está había Sido una noche más agitada de lo normal, estaba confundida a niveles en lo que no había experimentado, esos dos eran extraños, no eran como los demás

Aquí podrías ver a todos alardear de a cuántos han matado, ellos, sus padres, del poder de su familia y demás, ellos no, van por la vida como animales sigilosos, son conocimos, no pasan desapercibidos en los lugares a los que llegan pero no generan escándalo para llamar la atención

Ellos lo hacen por naturaleza, los miras y ambos son atractivos físicamente, Elizabeth es preciosa, ojos de color, exelente figura y por lo que se es alguien muy inteligente, no solo sabe atacar con el cerebro sino también con el cuerpo

Y el otro, Ángel él tiene ese aire de "acércate pero si lo haces estás en problemas" tenía algo que te incitaba a ir con el aún sabiendo que todo en el gritaba peligro

Suspiré saliendo de mis pensamientos, esos dos ya tenían demáciado atención de mi parte, no la merecían realmente, ella tal vez si, pero él no

Camine por el largo pasillo de las habitaciones hasta que ví una puerta entreabierta

Al principio decidí ignorarla hasta que me fui acercando, salían ruidos de la habitación y no fue hasta que me acerque lo suficiente que me di cuenta que eran... Gemidos

Por un momento pensé que asco no por qué me disgustara una buena seción de sexo sino por qué mínimo tenían que cerrar la puerta

Pero cuando pase de largo la puerta sin poder evitarlo ví de reojo hacía el interior y algo hizo que me congelara en el paso

Literalmente sin pensarlo retrocedi un pasó para poder ver el interior y me tence al ver lo que ya sabía, pero una cosa era saberlo y otra verlo

Eran Elizabeth y Ángel. Ellos dos estaban follando, el la tenía tomada de las caderas y la embestia de una manera tan brusca que me sorprendía que no la rompiera

En cambio ella respondía con gemidos altos, arqueando su espalda y aferrandose a los barrotes de madera que se encontraban en la cabecera de la cama

La puerta estaba prácticamente cerrada exepto por unos pequeños centímetros que me daban el espacio suficiente para ver el interior

Trage saliva ante aquella escena mirando a aquellas dos personas, y si, podría no ser correcto pero ¿Quien aquí hacía algo que fuera correcto?

Los observé, me centre en él primero, en como movía sus caderas para embestirla, cómo sus manos recorrían su cuerpo, besando, lamiéndo y chupando todo, su abdomen, su pecho, sus pezones

Y por cómo se retorcía y gemía ella estaba segura que el sabía exacto donde y cuando tocar, sentí una punzada en mi sexo, y sentí calor de repente pero aún así mis ojos no podían apartarse de aquella escena

Luego me centre en ella y sentí el calor subir por mi cuerpo, sentía la incomodidad de mis bragas húmedas de solo verla

Sus ojos permanecían cerrados y si los abría era para verlo a el, besarlo y aparentemente recorrer con morbo su cuepro

Movía sus caderas de forma exquisita, sus gemidos eran altos, pero se oía tan bien, su piel quedaba roja por dónde él pasará sus manos o de donde la agarrara

Por un momento sentí ganas de ser yo, aunque no sabía con quién, si ser yo Ángel y que fuera por mi que ella gimiera de esa manera, que fuera mi nombre el que saliera de su boca, que yo la hiciera correrse

O ser ella, por qué igual me gustaría tomar el lugar de Elizabeth, ser yo quien pasará mis manos por ese abdomen marcado

Que fuera a mi a quien embistiera y me hiciera gemir

Trage saliva y me tence temiendo que me fueran a descubrir, cuando él salió de su interior casi me ahogó al ver lo que el peliengro tiene entre las piernas, grueso, grande

Por un momento sentí mi boca hecha agua, quería entrar, arrodillarme y chupársela, una locura que no aria

La tomo de las caderas y la puso boca abajo, me centre en ella, en sus glúteos los cuales quedaron al aire donde el azotó una nalgada haciéndola gemir

Y en eso... Ella levanto la cabeza abriendo los ojos y su vista callo en mi

Sentí mi cuerpo tenzarce y la vergüenza de ser descubierta invadirme. Lo peor fue cuando no pude apartar la mirada... Y ella tampoco, veía sus labios abrirse por leves jadeos y gemidos pero no dejaba de mirarme y ni yo a ella

Oí un ruido a lo lejos en el pasillo sacándole de mi trance, miré hacía la oscuridad del corredor y luego al interior de la habitación otra vez

Retrocedi un par de pasos hasta quedar con la espalda contra la pared del otro lado del pasillo, aún procesando lo que acababa de ver

El ruido de antes se convirtió en voces lo que me hizo correr por la oscuridad tratando de no caerme hasta llegar a mi habitación y encerrarme

¿Pero que maldita sea acababa de pasar?

No confíes en nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora