Capitulo 14

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Ángel

—maldito vulgar tienes una lengua muy larga como para decir cosas así nada mas

—no te imaginas cuanto

le dije en un murmuro como si fuera un secreto entre los dos; pase la punta de mi lengua por mis labios de una forma sutil y seductora y ella claramente lo noto, me dio una mala mirada y subió de golpe el menú para que este tapara su rostro pero estaba seguro de haber visto un poco de rubor en sus mejillas

sonreí para mis adentros y comencé a ver el menú. Después de una hora terminamos de comer, paso rápido pues decidí no molestarla durante su cena y ella parecía ansiosa por salir de ahí, si supiera que su paz y tranquilidad depende de que no estemos solos hubiera tardado mas en el restaurante

Al salir del restaurante me acerque a mi motocicleta junto con ella y me detuve para mirara mientras le daba uno de los cascos

—¿Sabes conducir?

— ¿Una moto? claro que si ¿quieres que maneje yo acaso?

—Si, es justo lo que quiero

me miro con un tanto de desconfianza, yo solo le di una pequeña sonrisa divertida y me hice a un lado para que subiera a la moto; reí bajo al ver que tenia que poner sus pies de puntillas para poder llegar al suelo. me dio una mala mirada e iba a decir algo pero le hice una seña de silencio y me subí a la moto detrás de ella, me miro por encima de su hombro y yo le sostuve la mirada sin quitar la sonrisa divertida de mi rostro

—Para avanzar necesitas encender la moto

—Lose, callate

Note como aparto la mirada con rapidez  y se acomodaba en la moto la cual sin problemas encendió, se coloco el casco y yo hice lo mismo, sonreí y para molestarla coloque mis manos sobre su cintura metiendo mis manos sutilmente debajo de su blusa para que pudiera tocar directo su piel, mierda, tenia una cintura tan pequeña que sentía que podía rodear la con mis manos, le di un leve y sutil apretón y vi perfectamente como movió su trasero acomodándose en el asiento de la moto

—Ten quietas esas manos Carrinton

—Are el intento pequeña Harts

arranco y empezó a manejar y mientras ella se concentraba e la carretera yo con mis dedos comencé a acariciar la piel de su cintura, y poco a poco comencé a alargar mis caricias, de si cintura hacia sus caderas o desde si cintura hacia arriba y sutilmente hacia adelante, aparto una mano del volante y me dio un manotazo

—Dije quieto Ángel

Reprimí una risa, agradecía al casco que cubría mi rostro para que no pudiera ver lo bien que la estaba pasando al molestarla; baje mis manos de sus caderas a sus muslos y empece a acariciar estos, no iba a negar lo bien que le sentaba es pantalón de cuero, maldita sea, que ganas de arrancarse lo y follarla sobre mi moto, hacer que se incline sobre el tablero y gima mientras le follo ese bonito trasero

si, soy un pervertido pero cuando algo me gusta no me molesto en ocultarlo y definitivamente me gusta su trasero y mucho, puedo imaginarme dándome una paja con sus nalgas y lo bien que estas han de sonar al chocar contra mi pelvis cuando la embista desde atrás 

lleve mis manos hacia la parte trasera de su cuerpo, arriesgándome, me aventure para bajarlas hacia su trasero y con ambas manos apretar sus glúteos y eso la hizo dar un leve respingo y removerse en su lugar

—¡Angel! dije que las manos quietas, para o te tiro de la moto

—Si haces tal cosa te aseguro que te tiro conmigo

—¡entonces cálmate ya! deja de estarme tocando maldito troglodita pervertido

Rio internamente pero decido dejarla en paz, mientras ella maneja tranquilamente mi mente maquina mil cosas que podría hacerle, donde, como y de lo bien que seguro se ha de escuchar. Cuando noto que estamos por llegar a los departamentos del campus decido calmar mis pensamientos, no seria lindo andar con una erección por ahí... aunque una personita podría ayudarme con ella

nos detenemos frente a lo que creo que es el edificio de su departamento, me quito el casco mirando el edificio  y debí haber puesto alguna mueca o algo por que ella lo nota y rueda los ojos de fastidio, un día de estos le haré que lo haga de placer a la muy canija

—Tu tienes la moto, puedes conducir a tu departamento, no voy a venir a pie al mio

—pero si yo no te he dicho nada

—no fue necesario, tu cara me lo dijo todo

me da el casco con mas fuerza de la necesaria y la miro mal, fácilmente me hubiera molestado pero en eso se da vuelta y camina hacia la entrada, y mi molestia rápidamente se disipa al ver el contorneo de sus caderas al caminar, sonrió tomo ambos cascos con una mano mientras voy detrás de ella entrando al edificio

pone el código de acceso pero justo antes de entrar al elevador se voltea y me mira como si estuviera loco mientras me pone una mano en el pecho para detenerme

—¿que crees que haces?

—¿entrar contigo?

—que cínico eres, no vas a entrar conmigo

—¿y por que no? solo sera un rato

—no, no y sigue siendo un rotundo no

niego y entro al elevador mientras la tomo de la cintura y ella pone mil objeciones, se mueve y me golpea hasta que ambos estamos dentro del elevador, se da por vencida y se cruza de brazos mientras subimos a su piso

las puertas se abren y ambos entramos al que es su departamento y ella enseguida comienza a quitar sus zapatos mientras camina a lo que supongo es su habitación; camino por el lugar observando la sala y dejo los cascos sobre la mesa de centro para luego dejarme caer sobre el sofá

ella llama mi atención de nuevo cuando sale de su habitación, puedo notar que ahora no rae sostén ya que sus pezones se marca en su blusa y a mi me cosquillean los labios con ganas de atraparlos entre mis dientes y chuparlos

—cuanto tiempo planeas estar aquí? no es como que te quiera en mi casa

-que agresiva... solo vine a hacerte un poco de compañía y tal vez pasarla bien un rato

-no... se a que tipo te refieres y es un no, no me interesa nada que puedas... mmh ofrecer

dice dándome una mirada despectiva de arriba a abajo y yo me rió mientras me levanto del sofá y y me acerco a ella a paso tranquilo mientras niego con la cabeza

—se que quieres tanto como yo, el papel de mojigata no te queda conmigo

—maldito idiota no soy ninguna mojigata, no tienes como saberlo, no te consta, solo no quiero y ya

niego de nuevo y me acerco mas a ella, retrocede un par de pasos y noto como mira hacia un lado en un intento de escapar pero soy mas rápido que ella si que la acorralo con mis brazos contra la pared impidiéndole el paso

—lose por que tu cuerpo me lo dice, tu respiración se acelera cada que estoy cerca, al igual que tus pómulos se tiñen de rojo... y no me pasan desapercibidas las miradas que me lanzas

—te equivocas, mal interpreta las cosas

—ah si? entonces detén me...

sonrió victorioso al notar como se queda cayada desviando la mirada, sigo subiendo mis manos por sus piernas gasta su trasero el cual aprieto y un jadeo suave y bajo ale de sus labios que manda cosquilleo a mi polla haciendo crecer mi erección por la cual no pierdo tiempo de presionar contra su abdomen bajo 

—te odio tanto

—Que bueno, también yo... pero no necesito quererte para cogerte

ella me mira y es algo diferente, aquel rastro de timidez y duda desapareció por completo y fue reemplazado por deseo, lujuria y algo mas que no logro descifrar. En un movimiento rápido ataca mi boca con un beso feroz que no dude en seguir, la levanto con una mano ya que la otra la tengo ocupada quitando la blusa y ella no duda en abrazarme con sus piernas por las caderas mientras sus manos quitan ágil mente mi camisa

No confíes en nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora