Angel
Entro al salón de clases dejando mi mochila a un lado al momento de sentarme hasta la parte de atrás, no me interesa escuchar las pataletas del profesor, esta mostrando le a los demás idiotas como montar y desmantelar un arma, como si no fuera bastante fácil, cualquiera debería saber usar un arma y como desarmarla en caso de ser necesario, es algo básico.
Me pongo mis audífonos y en ese preciso momento una figura, bastante pequeña, se sienta a mi lado de golpe, tardo en levantar la vista pero al hacerlo descubro a una pelinegra aparentemente bastante molesta, se queda mirándome como si quisiera arrancarme la cara.
—¿Se te ofrece algo?
—Si, que me devuelvas mi anillo por ejemplo
—no se de que hablas, vete a fastidiar a otro lado
La mire y levante una ceja, claro que sabia, lo cargaba colgado en el cuello pero estaba loca si creía que se lo iba a devolver
—Lo traes en el puto cuello
gruño molesta y estiro su mano enrollando la al rededor de mi cadena, la mire serio y tome su muñeca con fuerza
—suéltame si no quiere perder la mano mujer
me miro seria y dio un leve tirón a mi cadena y yo apreté con mayor fuerza su muñeca, hizo una mueca casi imperceptible y supe que mi agarre comenzaba a lastimarla, ella misma era la culpable, si quería que la soltara debía soltarme ella a mi
nos quedamos un momento mirándonos a las ojos, amos con enojo hacia el otro hasta que se escucho un disparo y eso hizo que ambos miráramos hacia el frente soltándonos inmediatamente, había ido el profesor que hizo un tiro de demostración y la bala impacto con la pared
—¿Ven? es bastante sencillo, ahora ustedes... Algún voluntario
—Yo lo haré
dijo la pelinegra a mi lado y en seguida se levanto para ir hacia el frente del salón colocándose a lado del profesor
el profesor le entrego el arma y le explico como debía quitar el seguro y como apuntar, una ves que lo hizo levanto el arma y apunto... a mi, la mire y levante una ceja, serio ante sus acciones y no estaba seguir si el profesor no se daba cuenta de sus intenciones o no le importaba, seguramente era la segunda
me miro y sus comisuras se elevaron en una sonrisa y sin dudarlo mucho soltó el disparo, para el cual solamente tuve que mover mi cabeza hacia un lado mientras le regresaba la sonrisa y la bala impactara en la pared a un lado de mi cabeza, tenia tan mala puntería que no tuve que hacer casi nada de esfuerzo por apartarme para evitar la bala
—si quieres puedes acercarte mas a ver si así logras darme
dije y todo el salón soltó pequeñas risas, algunas por diversión otras de burla hacia la pelinegra la cual ahora me miraba con sumo odio, para su suerte, y tal vez la mía también, la campana que marcaba el fin de la clase sonó, todos comenzaron sin excepción y yo iba a hacer lo mismo cuando vi a Elizabeth entrar al salón cerrando la puerta detrás suyo y el semblante que traía me decía que no eran buenas noticias
—Tenemos que hablar...
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Me encontraba en uno de los salones vacíos de la escuela junto a Elizabeth y su hermano Noah, el era igual a ella, solo que una versión hombre y que tenia los ojos cafés en lugar de verdes como Elizabeth, fuera de eso se parecían demasiado
una vez que termino la pequeña reunión que teníamos amos salieron y cada uno se fue por su lado mientras Noah respondía algunos mensajes en su teléfono
me quede ahí un rato mas hasta que escuche unos pasos por el pasillo, asome la cabeza y vi a la castrante pelinegra caminar hasta desaparecer dentro de otro pasillo, sonreí vertido y salí de mi lugar para ir tras ella, caminamos un poco mas, ella por delante y yo siguiéndola a una distancia razonable, parezco acosador
la vi meterse a un salón y me apresure para entrar detrás de ella pro al momento de hacerlo sentí un golpe en el abdomen y luego uno en el rostro que me puso a sostenerme contra la pared por lo desprevenido que me tomo
pase mi mano por mi mandíbula para tratar de apaciguar el dolor a la vez que levantaba la vista para verla
—¿estas loca acaso?
—estas loco tu ¿que carajo hacías siguiéndome?
—quería hablar contigo estúpida
—Debiste acercarte como una persona normal, como un neandertal acosador
suspire frustrado aguantándome las ganas de mandarla a la mierda, me reincorpore y me acerque a ella pero en el momento en que lo hice levanto la mano a punto de encestar me otro golpe, detuve su mano en el aire tomándola de la muñeca, doble su brazo y soltó in jadeo de dolor, la gire poniendo su brazo detrás de su espalda y puse mi otra mano sobre su hombro poniéndola contra la pared, dejándola de espaldas a mi y soltó un quejido de dolor
—ya cálmate mujer, te dije que solo quería hablar
—N-no es una buena forma de denostarlo
—El que quiera hablar no quiere decir que voy a dejarte golpearme
—cállate ya y dime de que quieres hablar... pero suéltame primero maldito animal
rodé los ojos mas fastidiado que antes, la solté y retoce di un par de pasos para poner distancia entre nosotros en el momento en ele que se soltó
—Quiero una tregua
solté de golpe y ella me miro con el seño fruncido como si no creyera lo que acababa de decir
—¿una tregua? ¿tu?
—Si mujer, no es tan difícil de creer, solo quiero que dejemos esto... esta tontería de estar peleando
—¿por que tu querrías estar en paz conmigo?
-por el simple hecho de que tampoco me interesa estar en na guerra sin sentido, entonces ¿que dices? tal vez podamos hacernos hasta amigos
—Ok ya ¿quien eres y que hiciste con el Carrinton que yo conozco?
—El Carrinton que tu conoces se fue, no lo quiero y no lo volverás a ver... quiero que me conozcas por como soy y no la idea errónea que tienes de mi... quizás hasta te guste
lo que dije pareció hacerle gracia por que comienzo a reír a carcajadas mientras la miraba serio, no le veía nada de gracioso
—¿yo?¿tu? jamas podrías llegarme a gustar
la mire serio y levante una ceja mientras me acercaba a ella y su risa se iba apagando
—Eso no te costa, no solo podría llegar a gustarte, sino que hasta podría llegara hacer que te enamores de mi
apretó los labios conteniendo la carcajada y yo la mire serio, ella negó y se cruzo de brazos
—Ni siquiera en tus sueños lograrias hacer que me enamore de ti Angel Carrinton
—eso ya lo veremos Fernanda Harts
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No confíes en nadie
RandomMundo de mentiras y peligros es lo que rodea a este selecto grupo de amigos. Ángel quien esta acostumbrado a ser temido y alabado comenzara a asistir a una escuela de las mas famosas e importantes... en el bajo mundo, una escuela donde robar y asalt...