La familia perfecta

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Enith:

Sabía muy bien todo lo que se avecinaba una vez que los reporteros supieran de mi relación con Thesion, habría miles de fotos, titulares y muchas mierdas, comenzarían a seguirme y los periódicos y revistas amarillistas hablarían mierda de todo esto, lo que sólo me dejaba un camino, hacer que William se encargara de esos tipos.

- No hablo de mi vida privada –es lo que respondo siempre que alguien me pregunta sobre mi relación con el candidato al premio Osler, a pesar de que mi equipo de seguridad los mantiene a raya, suelen gritarme esa pregunta y otra sobre como lo han tomado mis hijos, William tiene que hacer algo ya o acabaré pegándoles.

- Señora Bianchi –me llama Clarisse nada más llegar a mi oficina–, el señor Cranston la espera en su oficina, también le dejé algunos contratos para que los revise, y unas cotizaciones de las nuevas casas –asiento mientras recibo mi café, le sonrío agradecida–, por cierto, llegó información para la empresa de telecomunicaciones, las instalaciones están casi listas, la contratación del personal –me enlista mientras entro en mi oficina, hoy no había traído a Eni por temor a esos idiotas, no quería exponerlo de ninguna manera.

- Gracias Clarisse, envíame toda la información por correo –ella asiente antes de salir, me giro a ver a Adley desde mi silla, que irónico era el mundo, ahora yo era la jefa, pero en fin.

- Me dieron la patria potestad de Zack, mi tía puede verlo cuando lo desee, y si Zack quiere quedarse con ellos, es libre de hacerlo –me cuenta sonriendo, me daba mucho gusto, y hablaba de todo corazón–, a Fiorella le quitaron sus derechos como madre y Jake renunció a ellos, así que hoy volverá conmigo –podía ver el jubilo en sus palabras, eso era bueno.

- Me alegró mucho, de verdad –digo con sinceridad.

- Gracias por pedirle ayuda a William, pronto me pondré al corriente con los asuntos de la empresa –dice solemne–, y felicidades por tu noviazgo –dice entre dientes, río, era tan infantil a veces.

- Gracias –río negando, Clarisse entra sin avisar, luce agitada–. ¿Todo bien? –ella niega y me entrega su Tablet, reproduce un vídeo que lleva por título: La familia perfecta, conforme el vídeo avanza la rabia se apodera de mí, aquel vídeo con una duración de 3 minutos, exponía mi situación familiar, cómo me había ido huyendo embarazada del heredero Cranston, como le había vendido a mi hija Rachele a Amirov y como ahora, que mi esposo no estaba, yo buscaba consuelo en un doctor poco reconocido y mantenía a mi lado al padre biológico de mi hija, y si esto no fuese suficiente, acabaron rematando que quizás Eni, no era hijo de Amirov si no, de mi ex, eso acabo con mi paciencia–. William –digo lo más calmada que puedo, me estaba conteniendo–, investiga al maldito hijo de puta que hizo el vídeo que Clarisse te va a enviar, que te diga quién le dijo esa sarta de mentiras y demándalos, haz lo que sea para encontrarlos –escucho un sí antes de colgar, llamó a Dave para que mantengan una constante vigilancia en Rach, no debía acercarse nadie a ella, después al colegio para pedirles que bajo ninguna circunstancia, le permitieran ver ese vídeo.

Camino de un lado a otro, como una leona enjaulada, estaba segura quien era la autora intelectual, maldigo por lo bajo y llamó a un prestigioso periodista, debía dejar bien claro esto, no quería que siguieran atosigándome estos malditos reporteros. Él había estado encantado de que le diera la premisa, él era muy respetado en el rubro y siendo yo quién diera la información de primera mano, todo se compondría, al menos, eso esperaba.

Thesion:

Estaba un poco cansado de la intromisión de los reporteros, Enith había insistido en que me acompañaran 2 elementos de seguridad, y tras un incidente con un reportero que a fuerzas se quería subir a mi auto, es que accedí. El hospital había hecho lo propio, ¿de verdad querían saber sobre nuestra relación? No era cosa del otro mundo, fuera de nuestras profesiones, éramos un hombre y una mujer que se habían enamorado, y ya.

- ¿Día difícil? –pregunta Rose dándome un café, asiento.

- Y a penas son las 11 –digo con pesar mientras bebo de mi café, alguien me llama y me giro para ver a uno de mis internos.

- Doctor Solon, creo que le interesa ver esto –me muestra su móvil, miro con horror aquel vídeo, estaba fúrico, ¿cómo era posible que lucraran de aquella manera con información falsa? Pauso el vídeo y le pido a mi interno que vaya a revisa a los pacientes, le envió una nota de audio y tras unos minutos me responde, iría a su casa en la noche, ella daría una entrevista en el salón de su casa, quería que ambos dijéramos algo, aunque entendía si no deseaba hacerlo, claro que lo haría.

A eso de las 8 salimos a casa de Enith, los de seguridad habían logrado darles esquinazo a los reporteros, así que había ido a su casa sin más complicaciones.

- Hola querida –ella se arroja en mis brazos, la abrazo de manera protectora, ella se desinfla en mis brazos.

- Gracias por venir, me estoy volviendo loca –cepillo su cabello, beso su cabeza, pronto nos avisan que todo esta listo, Enith me mira con resolución–. Seguro ya lo sabes, pero la autora intelectual es Fiorella, ella quiere guerra, pues guerra tendrá, y verás que mal parada va a quedar, Adley me dio permiso de contar todo, hablamos con Rach y si bien se molestó con Adley, no le guarda rencor ni nada, así que podré hablar con total libertad, ya verá esa idiota lo que le espera.

Una última vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora