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K A G E Y A M A     T O B I O


— Cáncer pulmonar.

Era extraño pensar que solo dos palabras pueden cambiar todos los planes de una persona en menos de un pestañeo. Era extraño que dos simples palabras pueden significar tanto en la vida de un ser humano, que pueden significar tanto en la vida de un adolescente.  

Un silencio se expandió por la habitación, un silencio profundo. Mis ojos estaban en mis manos entrelazadas, pero por alguna razón no las notaba. El doctor seguía hablando aunque escuchaba su voz como si estuviera bajo el agua. 

— ...mes de vida, pero con la quimioterapia podríamos alargarla un poco más...

— No quiero hacer la quimioterapia — le interrumpí despertándome de ese ensimismamiento, no sé porque lo había rechazado, pero por alguna razón, mi mente rechazaba esa idea. El doctor estaba sorprendido ante mi respuesta. 

— ¿Entiendes lo que acabo de decir? Con la quimioterapia podremos alargar tu vida chico. Sé que esto es un golpe muy duro, pero seguro que tus padres estarán dispuestos a dar el dinero. 

— Ya, sé que darán el dinero, pero ¿a cuánto tiempo más de vida te refieres? — Levante la mirada y cruzamos miradas, el doctor trago saliva, y miro los papeles, al ver que no respondía, continue hablando — ¿Más de un año? — nada — ¿Más de seis meses? 

— No lo creo chico — dijo después de un silencio —, a lo mejor un mes... o incluso menos...

— Por eso no quiero hacerla, todo lo que sea menos de seis meses es una mierda...

El doctor me dieron el papel donde afirmaba que tenía cáncer y la firma del doctor. Se me quedo grabado en la mente la mirada de tristeza que me daba el doctor, una mirada realmente desagradable de sentir. Salí del hospital y trotando para llegar lo más pronto posible a mi casa. 

Notaba un dolor en el pecho, que ya había estado presente las anteriores semanas, pero parecía que ahora sabiendo que tenía cáncer, este dolor era algo realista. 

Desde hace varias semanas había notado bastantes cambios, ahora en los entrenamientos me cansaba mucho más, los dolores de pecho eran muy frecuentes, al igual que las toses, incluso me había despertado por la noche con problemas para respirar, pero lo ignore porque entre los entrenamientos, los deberes, y que mi hermana y mis padres no solían estar en casa ni quise ir al hospital. Solamente pensé que era necesario que fuera cuando al tener un ataque de tos escupiese sangre. 

Después de lo que parecían un cuarto de hora no pude seguir corriendo, estaba jadeando y sudando, y el pecho me ardía como el demonio. Tosí un poco y me arrodille. 

Una oleada de tristeza me golpeo, es como si hubiese despertado de un sueño, como si me hubiese dado cuenta en la situación en la que estaba, como cuando a un niño se le explica que es la muerte. 

Me di cuenta que en verdad, quería hacer muchas cosas, cosas que ahora solo eran un simple sueño. Desde pequeño quería dedicarme al voleibol, quería ser profesional, quería seguir jugando con mis compañeros, quería ganar a Oikawa, quería hacer demasiadas cosas...

Parpadeé para evitar las lagrimas, no quería llegar a casa llorando, no me veía capaz de decírselo a mi hermana. 

Recordaba perfectamente la típica pregunta de; si tuvieras solo un día para vivir ¿qué harías? Nunca me había preocupado por esa pregunta, tenía todo el tiempo del mundo así que no me preocupaba mucho de ello, pero ahora, era una situación diferente.

Así que ahora hoy, me vuelvo a hacer esa pregunta; "si tuvieras un mes de vida, ¿qué harías?"

The Month  | Kageyama TobioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora