- ... ¡¿NO SE PUEDEN CALLAR?! - agarra su alarma y la tira hacia una esquina de su habitación.
Solo mira un momento su alarma destrozada y piensa en el hecho de que ahora necesita comprar una nueva, hasta que se acuerda de que el estaba en su cama otra vez. Le dolía la cabeza y cuando estaba apunto de revisar si había sangre de repente escuchó un ruido.
- ¡Piii!
Vuelve a mirar el suelo pero su alarma no muestra signos de que aún funcione y se vuelve a escuchar el sonido.
- ¡Piii!
- ... ¿Hay alguien ahí?
Se va levantando lentamente de su cama mientras que con su mano busca algo para defenderse, pero se escuchan dos voces.
- ¡Oh!, Ya despertaste!
- ...
- Mmm no pensé que era una persona tan callada- dice que la otra voz un poco más grave.
- Pero almenos ya despertó, solo tenemos que explicar las reglas y él se encargará de ayudarlo a ganar -decia emocionada lo que parecía ser la voz de una chica, pero el no podía ver a nadie en su habitación.
- Bueno, puede ser confuso esto pero mírate en un espejo Kunikuzushi -explica la otra voz que parece que es un chico.
Confundido solo se acerca a paso lento hacia su espejo notando que en su cuello hay un collar negro con una luz roja encendida.
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