Capítulo 1

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El encuentro.

El destino de las personas siempre llega a ser impredecible, el más mínimo cambio de tus acciones podría llevarte a nuevas experiencias ya sean buenas o malas y la vida en sí es una trampa que desencadena un sin fin de desgracias a aquel que se descuida y llega a mostrar debilidad ante el mundo, la única forma de protegerte de todo aquello es dejar que no te dominen las emociones ni mostrar compasión ante personas que probablemente tratan de jugar con tu mente haciéndote crear una versión buena de ellos.

Agust Min no era diferente al resto, después de todo trabajaba por dinero y matar por ello no le parecía gran cosa, le gustaba sentir que tenía el control de aquellas personas que Tenían la mala suerte de conocerle, ya que cruzarse con un sicario de la nada, no significaba más que la muerte. Choi si won, un famoso y reconocido empresario había contratado los servicios de Min cuya reputación era intachable logrando ganarse el respeto y temor por todos aquellos que lo conocen para eliminar a un completo imbecil que estaba endeudado hasta el cuello con Si won, negándose a pagar y logrando escabullirse como el vil cobarde que es, esto causó la furia de Si won quien sin dudarlo lo contactó para realizar el trabajo sucio por él.

Sus trabajadores ya habían dado con el paradero de aquel hombre, sin embargo, Min quería sorprenderlo personalmente en su casa en lugar de mandarlo a secuestrar, realmente le fascinaba ver el miedo reflejado en el rostro de sus víctimas, en especial cuando estas creían salirse con la suya. Salió de sus pensamientos cuando el coche se detuvo frente a una cafetería ya muy conocida, aún no comprendía el fanatismo de su "chofer" por frecuentar ese lugar, pero ¿qué podía hacer? jungkook se aprovechaba de vez en cuando de la amistad que había desarrollado con él desde pequeños pues los padres de ambos eran muy cercanos. Podía verse todo frente a la pequeña cafetería desde fuera, Agust veía cómo jungkook era atendido por un chico cabello castaño quien sonreía amablemente mientras tomaba la orden del pelinegro, estaba por desviar la mirada cuando un tercero apareció entre ellos y de las pocas veces que había estado en ese lugar jamás había visto a este chico, se veía un poco más joven que el castaño, de cabello rubio y unos cuantos centímetros menos de estatura. Sus ojos se centraron en las expresiones que este hacia mientras conversaba  con el castaño quien sabe qué y comenzó a bajar lentamente la vista hasta los labios del rubio quien no se percató de la mirada atenta que lo asechaba desde lejos.

"eres demasiado provocador, niño" pensó.

Nisiquiera se había percatado del pelinegro quien volvió a entrar al auto luego de su exitosa compra hasta que giró su cuerpo para verle y comenzó a hablar.

- oye Min, quieres? - preguntó extendiendo la pequeña caja de donas en sus manos y llamando la atención del mayor.

-Esa no es forma de hablarle a tu jefe -soltó con tono serio, pero el menor no parecía intimidado ante sus palabras.

- oh vamos, solo somos tú y yo chiquitín - dijo con leve sonrisa en su rostro dejando la pequeña caja de donas en el asiento del copiloto y volviendo su mirada al frente para encender el auto y avanzar - deja de ser tan serio, amigo.

- Sabes que no puedo, además tengo una reputación que mantener y tú no ayudas -

- Como diga jefecito - continuó con tremendo descaro, pues a pesar de ser unos cuantos centímetros más alto que él, le encantaba molestar a su amigo - tienes que relajarte más seguido, pagarán el doble por matar a este tipo lo antes posible y tendrás un problema menos con el que lidiar - continuó - Así que deja de ser tan amargado por lo menos hoy.

El mayor escuchaba con desinterés, pues sabía que jungkook era el típico amigo que se la pasa dando consejos pero jamás se digna en seguirlos él mismo, sin embargo, pese a su tonta y bromista actitud, jamás le ha fallado como amigo y a pesar de ser mayor que él, jungkook se empañaba en protegerlo a toda costa de los peligros a los que se ve expuesto incluso si este Nunca se lo pidió, después de todo, era su jefe, pero no hacía otra cosa más que asegurar el dinero o realizar el trabajo sucio cada que Agust tenía asuntos más importantes que atender. La confianza entre ambos chicos era mutua, pero la lealtad de jungkook le hacía querer dar su vida por la de su amigo cada vez que este corría peligro.

Un amor Inesperado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora