Un amor Inesperado

El Aniversario

Capítulo 8

Aprender cosas nuevas nunca es fácil y esto incluye las recetas de cocina, aquella mujer se encontraba cortando una zanahoria en trocitos tal y como lo decía la receta, aunque solo estaba improvisando ya que no tenía algunas de las cosas porque las había olvidado comprar.

- mamá... - escucho detrás suyo y no dudo en voltear en dirección a esa voz

- qué pasa? -

Su pequeño hijo se encontraba ahí viendo fijamente a un solo punto así que esta le imitó con la mirada logrando ver el frasco de galletas que estaba en uno de los estantes, ya había comido demasiadas ese dia, pero aún así tomó el frasco para abrir este y tomar una para dársela.

- más te vale que sea la última... recuerda que las cosas en exceso hacen daño -

- lo prometo - regalando una pequeña sonrisa a su madre

- por qué no vas a jugar a tu habitación? Mami está ocupada -

- es muy aburrido jugar solo... - tomó asiento en un pequeño banco de la cocina - y papá casi nunca está en casa

- No te preocupes, hoy vendrá el señor jeon y por fin conocerás a su hijo para que no te sientas muy solo - se colocó de rodillas frente a su hijo.

- No quiero! - reprochó

- Porqué no? -

- digiste que era muy llorón -

- claro que no! - corrigió - yo dije que es algo sencible -

- es lo mismo... -

- Yoongi, no seas así - argumentó - nisiquiera lo conoces todavía y talvez te guste pasar tiempo con uno de tu edad -

- es de mi edad? - pregunta sonriente

- bueno... Tiene 5 años - corrigió

El niño se cruzó de brazos negándose a aceptar - yo ya cumplí ocho, no soy un bebé -

- lo sé, pero creí que sería buena idea pasar tu cumpleaños con otro niño -

- y si no me agrada? -

- dale la oportunidad... - continuó - lo harías por Mami? -

Suspiró en señal de derrota - esta bien - nadie más que su propia madre podía hacerlo cambiar de opinión, después de todo ha sido la única que ha estado para él y esta sonrió aliviada tomando de las mejillas a su adorado hijo - eres el mejor hijo que pude haber tenido, lo sabes?

A pesar de la soledad de este jamás llegó a sentirla ni a afectarle como debía pues siempre llegó a tener el cariño y atención de su madre, incluso dejó de tomarle importancia a la ausencia de su padre aunque no por eso dejaba de quererlo, pero definitivamente prefería a la mujer de ojos brillantes que tenía frente a él. Sin duda alguna los recuerdos de su madre aún seguían presentes en algún lugar de su memoria, pero en cada buen recuerdo otro totalmente opuesto llegaba a aparecer.

Esa tarde parecía la más melancólica de noviembre, Agust Min se encontraba frente a aquella lápida de la que alguna vez fue la persona más importante en su vida.

- lamento no haber podido traerte flores esta vez - dijo con una expresión cansada y tristeza en su mirar - fue un día muy largo, sabes?... Tengo que prepararme para regresar a Seúl...y la verdad es que no planeo volver. Han pasado 8 años desde la muerte de mi padre y logré superarla antes que la tuya, de todas formas jamás esperé hacerlo y es mejor alejarse de aquello que te lastima antes de acabar consumido en la oscuridad más de lo que ya estoy - su mirada comenzó a cristalizarse y no pudo evitar sentir aquel nudo en la garganta que le dificultaba seguir hablando con seguridad - yo... Te extraño, tuve lindos recuerdos aquí, pero aferrarme a quello que solo existe en mi memoria solo hará que me sienta peor al ver la realidad... estaré bien, lo prometo - soltó con una pequeña sonrisa - el idiota de jungkook siempre está molestando y obligarme a convivir con él me hizo ser tolerante.