Iridiscencia.

4.

Kanako and Arisa, smut. Ligera mención de p0rn0.
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Y ahí estaba.

Un edificio de cuatro pisos, con un enorme letrero brillante con el nombre de la empresa, Kanako veía salir y entrar diferentes tipos de personas a través de la puerta giratoria.

Esperaba no haberse equivocado de dirección, oh, se preguntarán, ¿qué está sucediendo?

Bueno, es sencillo, Takatsuki Kanako era un Alfa humilde, que se la pasaba stremeando y jugando casi a diario con personas al azar o sus mismos seguidores.

Por supuesto, jugar videojuegos le hizo ganar un pequeño público, que la hizo crecer en gran medida y que le enviaran algunos regalos, entre ellos una silla giratorio de un bonito color azul eléctrico, Kanako pensó que podía ganar y no se equivocaba.

Ciertamente un día, recibió una invitación, en que a cambio de un vídeo que fuera protagonizado por ella, porque según el correo, le regalarian todo un set de gamer, incluyendo ahí un monitor, un computador de alta gama, su teclado y obviamente más.

Kanako no lo pensó dos veces y fue en dirección al lugar, y ahí estaba ella, con una bolsita de snack con sabor a pollo en la mano.

Su ropa era sencilla, ya que supondría que necesitarían sólo su rostro para ofrecer sus servicios de propaganda, iba con una camisa sencilla y un estampado de lol mientras que llevaba  unas calzas de licra que se adherían perfectamente a sus fortalecidos muslos y unas zapatillas deportivas.

Ella se sentía lo suficientemente cómoda, así que tomando confianza ingresó por las puertas giratorias, quedando un poco fascinada por el mecanismo, por la distracción terminó afuera, por lo que riéndose de si misma, volvió a entrar, esta vez correctamente.

Dentro fue recibida por el personal, quien la saludó cortésmente, Kanako devolvió el saludo, ahora maravillandose por las personas que iban y venían de distintas direcciones.

Nunca en su vida social, había visto tantas personas a la vez, ir y salir de distintas habitaciones para pasarse a otras, aunque su curiosidad le quería ganar, sabía que sería descortés ir por la vida, mirando a través de las puertas, por lo que optó por ir con la persona detrás del mostrador.

Sintió un aroma suave, parecido a las galletas horneadas, por lo que supuso que sería una Omega, Kanako sonrió por el olor, algo tranquilizante, se acercó tocando la pequeña campana sólo porque sí, pese a la mirada de reojo que le dió la Omega, formó una sonrisa práctica, asumió, aunque un poco inquietante si lo pensaba.

— ¡Bienvenida! ¡Mi nombre es Saito Shuka! ¿En que puedo ayudarte? —preguntó amablemente, sonriendo, Kanako observó los hoyuelos en sus mejillas, ciertamente adorables.

—U-Uhm, sí, soy Takatsuki Kanako y vine aquí porque me enviaron a esta dirección para realizar una ¿propaganda?—Kanako soltó su última oración no tan segura, observó  como la mirada de la. Omega cambiaba a curiosidad pura antes de volver a su semblante.

—¡Oh! ¡Entonces, debes ser a quien pidió la señorita K! —ella sonrió adorablemente, antes de señalar una puerta.

Kanako agradeció, recibiendo un asentimiento de cabeza de la más bajita, antes de dirigirse a la puerta señalada que tenía una estrella dorada y el número '02'; la gamer tomó el pomo y giró, ingresando al lugar.

Dentro fue recibida por varias luces blancas apuntándole al rostro, lo que hizo que se cubriera la cara con el antebrazo, antes de acostumbrarse y examinar un poco más de cerca.

Las luces enfocaban el lugar donde se encontraba ella, junto a una cama de tamaño matrimonial, una mesa de noche y una lámpara sobre esta.

Un poco más adelante había un set gamer instalada frente a ella, cosa que llamó más su atención, antes de cuestionarse las luces blancas.