¡DARIAN!
—¡Oh, mi querido Kyle! —digo con mi típico tono dramático—. Ni te imaginas lo que fue. De veras, a veces, a veces lamento que no puedas entender lo bien que la pasé con una víctima.—Claramente somos muy diferentes.
—Sí que lo somos. —digo, casi interrumpiendo sus fastidiadas palabras.
Quizás los polos opuestos no sólo se atraen en el aspecto amoroso, también puede funcionar en una amistad. Creo que algo así me pasa con Kyle, ya que él es todo lo opuesto a mí, sin embargo, nos llevamos muy bien, a ambos nos gusta cuestionarnos, pero de alguna extraña manera congeniamos.
—Así es —suelta, agregándole una mirada agria a sus palabras—. Tú ves como objetos de placer a las mujeres, e incluso las llamas víctimas. Yo amo, cuido y respeto a mi mujer.
—Y dime, Kyle, ¿En la cama también cuidas y respetas a tu mujer? —añado, provocándolo.
—No voy a hablar contigo de eso, tenlo por seguro.
—Ah, no me digas —rio y él me regala una mirada confusa—. Le haces el amor como el romántico apasionado que eres.
Rio abiertamente, pero el humor de Kyle no se une al mío, sólo mantiene una expresión neutra.
—¿Qué hay de malo en eso? —ahora arquea una ceja.
—Kyle, amigo mío, a una mujer no se le hace el amor. Se le folla brutalmente, sin amabilidad, con fuerza. Verás, a ellas sólo hay que tratarlas como princesas en la calle, pero, en una habitación hay que tratarlas como zorras, aunque, la mayoría de los hombres entiende eso al revés, y ahí, mi querido amigo, está el origen de las mujeres infieles.
—Todo loco tiene una loca justificación para sus locuras, pareces un villano, Darian.
Me burlo ante eso.
—Bueno, no te voy a mentir, a veces pienso que soy un personaje creado por un guionista drogado.
Logro sacarle una risa estrepitosa a mi malhumorado amigo laboral, y personal.
Mi pequeña, pero cómoda oficina es testigo —nuevamente—, de las disfuncionales conversaciones entre Kyle y yo, o mejor dicho, nuestras discusiones en voz baja.
El olor a perfume masculino y a folios acumulados siempre reinó en ésta oficina, que casi siempre mantenía un silencio, brevemente interrumpido por las voces de Kyle y la mía.
Conocí a Kyle en éste lugar, cuando nuestro jefe —Jonas Maier—, nos presentó cuando yo era un recién ingresado a la empresa. Eso fue hace un par de años. Con el tiempo crecí laboralmente, con un poco de la ayuda de mi amigo. Él siempre fue bueno en cuanto a las organizaciones, mientras que yo era la mente maestra con mi labia infalible.
Kyle es un gran desarrollador de proyectos, tiene la capacidad para ver una tierra fértil en dinero donde los demás solo vemos... Tierra.
En cuanto a mí, soy un corredor inmobiliario, me encargo de persuadir a propietarios arrugados y canosos, utilizando mis hábiles palabras. Siempre he pensado que éste es el trabajo perfecto para alguien como yo, todos nacen para algo, y yo nací para convencer a las personas.
—Hoy es el cumpleaños de nuestro jefe. ¿A este si asistirás? —Kyle frunce el ceño
—Probablemente, aunque ya sabes que no me gustan esas fiestas. Es sólo un montón de viejos presumidos tomando whisky, el cual, es la única razón por la que iría, el whisky, dios, lo amo.
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¡Víctima de Darian!
Fiction généraleDarian es un casanova, poeta y narciso, amante de las mujeres y el Whisky. »Bienvenida al mundo de un honesto mentiroso que te encantará como a toda mujer que entra en su zona de casería.