•Obsesión•

(🍄) Boca.

Katsuki se despierta con una ligera presión en sus labios, no se altera porque sabe quién es el culpable, y por el contrario, intenta devolver el beso aún con su mente adormilada.

La sonrisa de su pareja puede sentirla contra su boca y lo hace sonreír también.

–Buenos días mí niño bonito– El suave susurro después de bajar los labios al cuello del rubio lo estremeció.

–Mhng– Katsuki suspiró sintiendo los labios de su novio en su cuello, besando y chupando su piel con tranquilidad.

Cuando cruzó las piernas en la espalda baja de T/n y se empezó a sentir más despierto buscó los labios de su novio, besando con hambre al mayor.

T/n acarició la cintura bajo su cuerpo y apretó a ambos entre sí, mordisqueando y chupando la piel entre sus dientes.

–Hay que levantarse cariño. Recuerda que le dijimos a tu madre que iríamos para almorzar con ellos y ya es tarde– el peli c/c se separó del rubio y acarició su nariz con la del otro.

–Uhg– Se quejó por lo bajo y escucho la risilla de T/n.

–Arriba amor. Iré a preparar el desayuno– T/n intentó levantarse de encima del cuerpo debajo suyo y sintió a Katsuki tirar de su muñeca cuando estaba por conseguirlo.

–Tráemelo a la cama ¿Si?– T/n tarareó en una respuesta afirmativa y dejó un último piquito en los labios.

Cuando su novio salió de la habitación Katsuki suspiró sacando los últimos rastros de sueño y se estiró, gimiendo satisfecho cuando sintió sus músculos estirarse y relajarse.

Con cansancio dejó su rostro enterrado en las almohadas escuchando el tintineo de vasos y platos por lo bajo.

El teléfono de T/n sonó y Katsuki estiró su brazo para tomarlo de la mesita de noche, su novio le dijo que podía tomar su celular cuando quisiera, así que no vio problema en eso.

Horiami

Horiami:
Iré al bar en la noche, ¿Vienes? Extraño tus anécdotas del rubio.

6:42 a.m.

Horiami:
Tráelo si quieres.
6:43 a.m.

Katsuki frunció el ceño cuando algo en especial captó su atención, se apresuró a ponerse los pantalones de pijama que su novio la noche anterior insistió que estaban sucios (en realidad solo quería manosear sus piernas, pero lo deja pasar por ahora) y bajo rápido por las escaleras.

-¡Imbecil, dijiste que era tarde, van a ser las siete de la mañana joder, podrías haberme dejado dormir un rato!- T/n ni siquiera se inmutó cuando escuchó a Katsuki bajar las escaleras gritando como loco.

Tranquilamente acomodo el desayuno en la mesa y tomó de un cajón una pequeña cajita, dirigiéndose hacia Katsuki.

–¿Mm? ¿Vas a pedirme matrimonio?– Katsuki miró la cajita roja con un lazo negro y empezó a abrirla.

–Ya estamos casados rubio. Pero si quieres no tengo problema en que renovemos los votos– Una sonrisa burlona apareció en T/n.

Katsuki miró dentro de la caja y sus ojos brillaron.

–Lo recordaste– Katsuki murmuró mientras abraza a su novio.

–Claro que lo recuerdo, te gusta usar estas cosas y dijiste que ese te gustaba– El rubio miró con amor al mayor.

–Gracias T/n, te amo– Katsuki dejó un poquito en los labios de su pareja antes de separarse y tomar el producto de la cajita.

Maldito bálsamo importado de chocolate de no-sé-que famoso.

Pero no se queja, va a poder besarlo con la excusa de probar su labial de chocolate.

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