Olor a lluvia

Capítulo 3

Cuando abren la puerta de la casa de Okabe, que era un tercer piso, Kurisu se queda en la puerta sorprendida.

— ¿Qué pasa? ¿Es que nunca has visto una casa Kurisutina? — Dice el entrando a la cocina, que estaba cerca de la entrada, a dejar la bolsa de la comida.

— No, No es eso. Veras, yo me esperaba: una casa sucia, desordenada y con cosas frikis por todas partes. Sin embargo— Ella hizo una pausa sorprendida— Esta muy limpia y ordenada, parece una casa de una persona normal y todo.

— ¿Normal? ¿Cómo te atreves a insultarme? — dice él desde la cocina. — ¿Entras o te vas a quedar a dormir en la entrada?

— Que si, que ya voy, pesado— dijo ella con una mueca de enfado. Mientras se quitaba los zapatos para entrar aun con dudas— Oye ¿Y cómo es que tus padres no viven aquí?

— Mira que eres curiosa— dice con su tono burlón— Como se nota que eres una sabelotodo. — El continuó hablando, pero ya sin el toque gracioso de hacia un segundo— Mis padres vivían aquí, pero después de muchos años llevando la frutería decidieron se dieron cuenta que estaban demasiado lejos del trabajo y se mudaron, yo me quede aquí porque me pillaba más cerca de la universidad. Luego me dijeron que si querían me prestaban dinero para un apartamento más pequeño con el que empecé a alquilar el laboratorio.

— ¿Tus padres no saben que aun vives aquí? —Pregunto ella entrando en la cocina quedándose sorprendida en la puerta al verla tan ordenada.

— Claro que sí, les dije que uso el dinero para una sala de estudio cerca de la universidad y desde entonces no tienen problemas en pasarme el dinero. — Él cambio su expresión a una un poco más ofendida. — Aunque últimamente me dicen que busque trabajo para pagarlo yo mismo. — Guarda en la nevera lo último que había en la bolsa, y mientras agacha la cabeza en señal de depresión. — Encima el señor Braun no deja de intentar subir el alquiler, menos mal que Daru me ayuda a pagarlo.

— Ya veo. — Dice ella, entrando en la cocina sorprendida — Y... ¿Cómo haces para tenerla tan ordenada?

— Jajaja ¿Crees que no soy ordenado?

— Pues no mucho la verdad — Comenta ella sin resentimiento de su respuesta. — Solo hay que ver como tienes a veces el laboratorio.

— Pues te equivocas asistente, soy muy ordenado. Aunque mi secreto es...— Dice con aire misterioso con lo que hace Kurisu se interese— Mayuri viene una vez por semana a ayudarme a limpiar y ordenar.

Kurisu se sorprende por esa respuesta, por un momento parecía que esperaba otra respuesta del chico. — Claro, ya decía yo. Mayuri hace demasiado por ti. — Contesta ella desilusionada con ella misma por creer que él tenía una costumbre de limpiar.

— Bueno asistente, ve y date un baño mientras yo hago la cena.

— ¿Eh? — Contesta ella con un tono vergonzoso.

— ¿Qué pasa? — Responde el al ver su pregunta vergonzosa— ¿No me digas que has pensado en algo pervertido, eeeh... Erotina?

— Te equivocas, para nada. — Dice ella con tono enfadado y dejando sus maletas en una habitación y sacando de una de ella ropa y toalla.

Kurisu se mete en el baño mientras Okabe se quita su preciada bata para ponerse manos a la obra con la cena más cómodo. Al cabo de un rato sale Kurisu con la blusa de su uniforme y los mismos pantalones que llevaba antes de entrar junto con sus medias puestas, secando con la toalla su melena roja ella se acerca a la mesa. Okabe se queda un poco sorprendido al verla, aunque su ropa no haya cambiado mucho, aun así, no podía evitar sorprenderse de verla tan relajada pero no quería que le mostrarse su vergüenza y enseguida supo reaccionar.