¿Dayoungz? || Chaeda

10

De repente, recordó algo importante, logrando así que su casi sonrisa decayera de inmediato.

–P-Pero Dayeon no siente lo mismo.

De repente se escuchó un golpe.

–¡¡Agh, pero que lenta eres!! –repentinamente, Mashiro y Xiaoting salieron de un escondite al otro lado de la habitación. Al parecer, había escuchado gran parte de la conversación.

– Shiro, Ting ¿qué les he dicho acerca de escuchar conversaciones ajenas? – las nombradas rieron y se sentaron al lado de la líder, ahora las tres en frente de Chaehyun.

– ¿Y cuántas veces te he dicho que no me importa, Unnie? Deja de ser aburrida – la japonesa posó su mirada en Chae, y frunció el ceño – ¿Y tú qué decías? ¿Que Dayeon no sentía lo mismo que tú? ¿Estás demente? ¿Quieres que te pegue? ¿Eh? ¿Eso quieres? Porque puedo hacerlo, Chae.

– Mashiro, deja de buscar pelea. La estás asustando.

– ¡Pero es que es tan ciega! ¡Dayeon un poco más y babea el piso por ti! – Chae se sonrojó.

¿Realmente era así? ¿Su Dayeon sentiría lo mismo que ella?

– P-Pero la he lastimado... si es verdad lo que dicen, ahora se ha de sentir herida y rechazada. Yo... solo quiero que Dayeon regrese a mi lado. Me da igual el Dayoungz ahora. Yo solo la quiero conmigo.

Ting sonrió. Estaba enternecida.

Sabía que estaba muy mal meterse en conversaciones ajenas, pero no pudo evitarlo. Ella amaba a esas dos pequeñas, y realmente deseaba verlas bien. Cada integrante de Kep1er calaba de manera profunda en su corazón, y cada una supo ganarse su aprecio, hasta tal punto de hacer lo que sea por verlas bien.

Y esta vez no sería la excepción. Ella sabía que Dayeon y Chaehyun podrían solucionar sus problemas.

Solo necesitaban un pequeño empujoncito.

–En primer lugar, es verdad lo que dice Mashiro. Carajo, deja de dudar en eso. Y en segundo lugar – acercó su mano a la cabeza de la castaña, y dejó una pequeña caricia – Ve y sé directa con ella. ¿Quieres saber si siente algo por ti? Pregúntaselo. Lo mejor es hablar con la verdad cuanto antes, Chaehyun

–Pero no va a creerme. Prácticamente todo este tiempo la he estado incitando a que saliera con Youngeun.

–Lo único que tú tienes es el síndrome de kep1ian loco.

Tanto Chaehyun como Yujin fruncieron el ceño.

–¿De qué hablas? – preguntó la japonesa. La pelirroja, rió un poco.

–Has hecho lo que muchos Kep1ian hacen. Por un lado, hay algunos que quieren estar con nosotras, y al mismo tiempo, emparejan a todas las miembros. ¡Y tú has hecho lo mismo! Quieres de todo con Dayeon, pero al mismo tiempo has estas emparejándola con Youngeun con tanto esmero, que olvidaste la importancia de tus propios sentimientos.

Silencio total.

–Vaya, Xiaoting, eso fue muy... profundo – Yujin se quedó pensando en eso.

–¿Pero sabes cuál es la diferencia entre ellas y tú, Chae ? – la menor de todas negó.

– ¿Cuál, Shiro Unnie? –

– Que ellas no lograrán ni lo uno, ni lo otro. Pero tú sí. Es decir, yo amo a todo nuestro Fandom, pero... ¿realmente creen que una de ellas se casará conmigo? Ja, ridículas.

Yujin rodó los ojos.

–Pero... ¿y si no quiere hablar conmigo?

–Lo hará, Dayeonnie te escuchará.

Chaehyun se veía más segura. Al final, sonrió y se acercó a sus Unnie's para darles un gran abrazo. Abrazo que las jóvenes aceptaron más que contentas.

– Muchas gracias, Yujin Unnie. Muchas gracias, Mashiro y Xiaoting Unnie – la castaña realmente se sentía agradecida. Ahora lo único que pasaba por su mente era arreglar las cosas entre ella y su menor.

Porque realmente quería estar bien con Dayeon.

– Anda – Mashiro le dio una pequeña palmadita en el trasero, riendo cuando notó el sonrojo de la castaño – Ve a hablar con Dayeon-si , y luego nos cuentas.

Chae asintió emocionada. Al final, salió de la habitación, dejando a las otras chicas dentro de ella con una sonrisa.

Todas esperaban que Chae logrará su cometido, y que ella y Dayeon al fin fueran felices.

–Vaya, Xiaoting, no creí que fueras tan madura – la nombrada rió.

– Ja, para que veas que no soy solo una cara bonita.

– Lo noté, casi me conquistas – bromeó Yujin, riendo al instante cuando vio que la china hizo una mueca en su dirección.

– ¡Estoy en una relación, imbécil! – y eso bastó para que Yujin riera más fuera, y segundos después, Mashiro la acompañara.

Ellas definitivamente eran mejores amigas.

Y tenían el mismo deseo en mente...

Que todo Kep1er estuviera bien.