¿Dayoungz? || Chaeda

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»Sé que a pesar de todo, aún debes seguir algo enojada conmigo, y yo sabré comprenderlo. Voy a hacer todo lo posible para arreglar las cosas, y para hacer que tus bellas sonrisas vuelvan. Porque no mereces más que felicidad, Dayeonnie, no lo olvides.

Dayeon quería saltar de alegría. La chica que le gustaba hace más de un año, estaba casi encima suyo rozando sus labios, y diciéndole en pocas palabras que el sentimiento era mutuo. Esto parecía un sueño.

— Unnie... tu concepto de gustar de alguien es algo erróneo — La castaña soltó una pequeña risita haciéndo que todos los sentidos de la rubia se despertarán y se sintieran felices. Ella misma ahora estaba feliz — Si una persona te gusta debes hacer algo para acercarte... no alentarla a salir con alguien más.

Ambas rieron bajito, y Dayeon sintió que moría cuando Chaehyun dejó un casto beso en sus labios.

— Lo se, por eso quiero enmendar mi error, pero solo si tu quieres ¿Me dejarías hacerlo, cariño?

Y un asentimiento por parte de la menor fue lo único que se necesitaba para que al fin se sintiera aliviada, y en paz. Sobretodo, enamorada, perdidamente enamorada.

La castaña cerró los ojos haciendo que Kim imitara su gesto, cusando que en menos de un segundo ambos labios se encontrarán en un beso lleno de sentimientos y emociones.

Fue al inicio de un pequeño roces, más  Chaehyun comenzó a mover los lentamente, con una delicadeza tan  extrema que derretía el corazón de la menor con muchas ganas. Dayeon correspondió de a poco, sintiéndose en las nubes cuando ambas comenzaron a moveré a un ritmo constante. Era tan dulces, tan encantador, tan especial.

La boca de Chae amoldándose a la suya de una manera tan entregada, las manos de la mayor tocando su rostro con mucha quietud, los leves chasquidos que resonaban en la habitación; todo esto hacia que los corazones de ambas chicas se sintieran tibios, y el cuerpo de ambas estuviera algo acalorado.

Chae mordió ligeramente el labio inferior de la menor, y lo halo suavemente antes de alejarse por completo.

Dayeon se sentía en la gloria.

La castaña la miró por unos segundos, y la rubia agachó la cabeza al sentirse expuesta. Estaba feliz, muy feliz.

—Me gustas, Dayeon.

La nombrada se sonrojó, y sin pensarlo, coloco su cabeza en el pecho de la contaría, completamente avergonzada por lo que acaba de suceder.

—También me gustas, Unnie.

—Prometo no volver a cometer más equivocaciones —dijo Chaehyun convencido. De repente, la menor salió rápidamente de su pecho y le dedicó una mirada que no supo descifrar— ¿Dayeonnie?

— Cierto... yo le había dicho a Youngeun sea my novia y dijo que si.

¿Qué?

La castaña abrió la boca sin saber que decir. Es decir, es verdad que ella misma anteriormente había incitado a Dayeon a que hiciera eso, pero... no creía que la bailarina realmente lo hubiera hecho

¿Es que decir talvez había llegando demasiado tarde?

Chae dejó sus pensamientos de lado cuando escuchó una pequeña risita proveniente de la contraria. La rubia se acercó a ella y dejó un besito en sus labios y volvió a colocar su cabeza, esta vez, en el cuello de la mayor.

— Era broma — Y Chae quiso llorar de lo tierna que era.

Ambas sabía que todavía había cosas por aclarar, pero lo que ya no había duda, era que poseían los mismos sentimientos. Las dos se entendían y se querían.

Tanto Dayeon como Chaehyun estaban seguras de que algo nuevo iba a empezar. Algo tan hermoso que no tendría explicación. Algo tan desconocido y al mismo tiempo familiar, porque ellas desde siempre se habían tenido aquel cariño, aún si al inicio no era precisamente romántico.

Las cosas cambiarían, es verdad, pero para bien.

Porque había comunicación.

Porque había esperanza.

Porque había amor.