El laboratorio

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Al fin mis ojos se acostumbran a la intensa luz y puedo empezar a distinguir algunas cosas, un gran escritorio, otra estantería y algún que otro dibujo extraño en las paredes, el centro de la habitación aunque es bastante amplio, está vacío , dejando una sensación de vacío que me recorre al instante.

Me acerco hasta uno de los dibujos de la pared para darme cuenta de que en realidad no son dibujos, son páginas arrancadas de un libro que determino bastante antiguo por el desgaste del papel y por su propio olor a humedad. Cuando lo examino más de cerca veo como el símbolo que domina la página se compone de un círculo y una estrella encima de él aparte de otros símbolos que no entiendo; Miro otros dibujos de la pared, todos son parecidos.

Sigo en mis pensamientos hasta que Keith me llama desde el escritorio, en su mano sostiene un trozo de lo que parece ser otra página del mismo origen que los símbolos de la pared; Keith me entrega la nota y yo la leo, en ella están escritas una letra y un número: "A3".

-¿Qué crees que significa?-Pregunto a Keith sin dejar de mirar el papel.

-No sé, puede ser algún código, incluso puede ser un recordatorio de algo que tu padre tenía que comprar-.

-¿Comprar algo?, ¿Como qué?-.

-Un A3, ya sabes, los folios esos que son más grandes que los normales como los que usamos en historia una vez para explicar la desaparición de las religiones-.

-Ah si, ya me acuerdo de aquel trabajo,no fue muy difícil encontrar cómo eran antes de que desaparecieran-Digo mientras sigo buscando algo más por la sala, hasta que me percato de otra puerta que se encontraba oculta por la estantería-Aquí hay otra puerta, no la hemos visto desde este ángulo, vamos a ver que hay detrás-Concluyo dirigiéndome hacia ella.

Intento girar el pomo pero la puerta está cerrada con llave, cosa obvia pues hay una cerradura en la misma. Un poco cansada de tantas puertas, voy hasta el escritorio y miro en los cajones en busca de la llave, efectivamente, la encuentro en el primer cajón que abro y sin fijarme en nada más me dirijo una vez más a la nueva puerta, al abrirla veo un montón de estantes con probetas y recipientes de cristal con líquidos de colores en su interior, esta habitación al igual que la anterior, es muy grande y tiene un gran espacio en el centro, en una esquina veo una cama sencilla e incómoda a la vista y justo al lado, una puerta con un letrero de "Aseo" en ella.

Aliviada por la inexistencia de otra puerta secreta más, me dirijo al aseo para intentar aclararme un poco las ideas y por pura curiosidad de lo que podría haber dentro, mientras Keith se queda examinando los recipientes de cristal.

Es un baño normal y corriente, algo pequeño, pero no tiene nada fuera de lo normal, me acerco al lavabo y abro el grifo, sorprendentemente el agua fluye por él como si se tratase del aseo de casa, aunque ahora que lo pienso, me acuerdo de esos momentos en los que cuando mi madre estaba fregando, algunas veces el agua dejaba de fluir, seguramente este grifo también estuviese conectado con el de casa.

Saliendo de mi ensoñación, me lavo las manos y me echo agua en la cara, después me miro en el espejo que tengo delante, puedo ver unas ligeras ojeras adornando mis verdes ojos, los cuales denotan el cansancio acumulado de estos días, mientras que mi pelo castaño se encuentra un poco enredado y descuidado, probablemente de cuando me desmayé hace un rato, en un impulso, abro los cajones del lavabo y encuentro un peine a estrenar, pues aún sigue con el envoltorio que quito y tiro a la papelera para arreglarme un poco el desastre que llevaba encima.

Unos segundos después salgo del baño y encuentro a Keith con un recipiente con líquido verde en su interior, él se dispone a verter algo del líquido en su mano cuando un mal presentimiento me recorre el cuerpo de pies a cabeza; De forma inmediata llego hasta Keith y le arrebato el recipiente antes de que el líquido entre en contacto con su piel, vertiendo una pequeña gota en el suelo justo en el cuerpo de un vaso de tubo que había en el suelo. En el mismo lugar en el que había caido el líquido, ahora en su lugar se encontraba un gran agujero, como si el líquido hubiese quemado el vidrio.

AlchemistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora