Alquimia

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Transcurrido el fin de semana y con Téfra algo más habituada a mi casa, me encuentro estudiando la noche del domingo para un examen que tenía al día siguiente.

Tras mucha insistencia por parte de Téfra, dejo de repasar por enésima vez para hablar con ella; Después de un rato en el que le cuento cosas sobre lo que ella llama "el mundo humano", hasta que el sueño empieza a invadirme y me tumbo en la cama con Téfra a los pies.

Son ya tres las noches que ha dormido conmigo y siempre ha hecho lo mismo, ella dice que duerme en "su sitio" y eso es lo que ella quiere que piense que hace, pero en verdad cuando yo ya estoy casi dormida siempre se arrastra sigilosamente hacia mi lado izquierdo y se tapa con las mantas para dormir justo a mi lado.

Me recuerda mucho a algo que yo hacía cuando era pequeña los días de tormenta, siempre he tenido un miedo irracional a las noches de tormenta e incluso ahora sigo teniendo ese miedo; Hace unos años cuando este tipo de miedo me atacaba, iba sigilosamente hacia la cama de mis padres y pedía a mi madre dormir con ella, esta siempre me dejaba un sitio a su lado para que mi padre no se enterase, pues él decía que ya era mayor y que esas cosas debía enfrentarlas sola.

Por eso siempre mi madre tenía cuidado y se despertaba algo antes que mi padre para llevarme a mi cama mientras yo dormía.

Papá intentó acabar con este problema comprándome un oso de peluche que sigo conservando aún; Este hizo su función y desde que lo tengo no he tenido que molestar a mi madre.

Ahora tengo tanto a mi oso como a Téfra, por lo que no debería temer nada si se desatase una tormenta.

Al día siguiente me preparo para ir al instituto, la pequeña dragona decide acompañarme para no aburrirse en casa asique le hago prometer que no molestará ni saldrá de la mochila si no la saco yo.

Tras aceptar esto vamos hacia el centro acompañadas de Keith como cada día y como un día corriente pasaron las tres primeras clases, yo llevaba todo el dia tensa por si alguien descubría a Téfra.

Estamos en la azotea del instituto como cada mañana, y sólo en ese momento me atrevo a sacar al pequeño animal que se agitaba en la mochila, cuando la saco se estira totalmente y después da una vuelta por la azotea.

-Menos mal, ya estaba empezando a agobiarme ahí dentro, no entiendo como aguantais estar tres horas hablando de guerras e idiomas-Dice ella.

-Supongo que te acabas acostumbrando a todo esto, aunque si que es verdad que aburre un poco-.

-¿Por qué venis aquí si no quereis?-.

-Después de la guerra se estableció un sistema educativo más estricto aún, si eres menor de edad tienes que estar aqui, si te pillan en casa o por la calle te llevan a la cárcel un dia para que "reflexiones"-Le explico.

-En mi mundo todos vamos al colegio pero porque nos gusta, si alguien no quiere no va-.

-¿Qué hacen entonces?-Pregunta ahora Keith con cierto interés.

-Eso depende de la familia, algunos les obligan a trabajar, otros se encargan de limpiar la casa e incluso algunos se quedan sin hacer nada-.

-Eso me gusta más-.

-Porque tu, ser, eres un vago-Suelta Téfra mirando a Keith con una sonrisa maligna.

-Deja de llamarme "ser" o "humano", tengo nombre-.

-Deja de llamarme lagarto entonces-.

-Chicos...pareceis niños pequeños, ¿Podriais parar?-.

-¡Ha empezado él!-Gritan al mismo tiempo otra vez.

AlchemistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora