Un golpe seco y un dolor tremendo en el brazo me saca de la inconsciencia, tardo unos minutos en poder abrir los ojos, otros tantos tarda mi vista en acostumbrarse al paisaje que me rodea.
Lo primero que noto es el tacto frío y rugoso de la gran piedra en la que he caido. Cuando miro a los lados veo varias piedras semejantes cerca mio, al igual que un paisaje rocoso de montaña.
Me levanto con alguna dificultad y empiezo a buscar a Keith, él y yo habíamos entrado de la mano por el portal asique lo normal sería haber caido en el mismo lugar; Sin embargo no está a simple vista por lo que sigo buscándole por los alrededores mientras lo llamo por su nombre.
Tras otros minutos que yo siento como horas, sigo buscándole o a él o a Téfra pero tampoco tengo ningún resultado; Todo estaba en completo silencio, silencio que sólo era perturbado por mis desesperados gritos.
Temiendo que hubiese hecho algo mal, empiezo a sentir una opresión en el pecho mientras algunas lágrimas empiezan a salir sin permiso.
De repente, un rugido retumba por todo el lugar, haciendo que mi ansiedad aumente al notar unos pasos que hacen que todo el suelo tiemble, y que se acercan hacia mi. Escuho otro rugido más esta vez mucho más cerca, mi cuerpo no responde, se ha congelado y no parece tener intención de moverse asique sólo puedo intentar esconderme más mientras empiezo a ver la gigantesca sombra de un ser que nunca esperaba ver, un dragón.
La sombra del dragón pasa justo enfrente de la roca en la que estoy, sin percatarse de mi presencia; No obstante, el dragón de escamas verdes continua su camino hacia lo que parece ser su objetivo, un gran bulto sobre una piedra gigantesca. Tardo un poco en ser consciente pero tras fijarme un poco reconozco ese pelo y esa ropa, la reconocería en cualquier lado.
El dragón sigue avanzando hacia Keith que permanece totalmente inmóvil, seguramente no esté despierto aún pues no se mueve. Por un momento la idea de que esté muerto me recorre la cabeza pero la deshecho rápidamente, tiene que estar vivo y tengo que ayudarle para que el dragón no llegue hasta él.
Rápidamente y en silencio, me deslizo entre las piedras sin que el dragón se entere; Consigo pues, llegar antes que él hacia Keith y empiezo a pensar cómo sacarle de ahí sin que se diese cuenta el depredador.
Decido hacer lo primero que me pasa por la mente, asique agarro una piedra ni muy grande ni muy pequeña y la lanzo hacia el lado contrario del que estamos nosotros, el ruido que la piedra emite contra el suelo alerta al dragón y hace que mire hacia esa dirección; Mientras aprovecho para subir lo más rápido posible a la piedra y arrastrar a Keith fuera de su superficie.
Lo primero que compruebo antes de cargarlo es si respira y siento un profundo alivio al ver cómo su pecho asciende y desciende de forma normal, después de un suspiro le agarro por debajo de los hombros y empiezo a empujarlo, con tal mala suerte que justo el dragón se gira de nuevo y me ve.
Despacito, alzo la cabeza hasta él y no es hasta que le miro a los ojos cuando emite un rugido aún más fuerte que los anteriores, tanto que incluso pierdo la adición un rato.
Sigo petrificada pero no me atrevo a soltar a Keith, quien sigue inconsciente. Cuando el dragón alza una de sus garras para aplastarnos, sólo tengo tiempo de empujarle fuera de la piedra y a saltar hacia un lado; Un par de uñas de la garra del dragón me arañan la pierna que ahora siento arder, sin embargo no puedo permitirme el lujo de quedarme quieta ya que el dragón ha visto dónde hemos caido.
Mientras este da la vuelta a la piedra, yo aprovecho para coger de nuevo a mi amigo de los hombros y arrastrarlo hacia una piedra gigantesca que nos ocultaba al menos de momento.
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Alchemist
General FictionAño 2032, el mundo se ha convertido en un lugar lleno de inestabilidad debido al fin de la Tercera Guerra Mundial, Airlia una chica de clase media , se verá sumergida en un mundo en el que nunca creyó.