Caída

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"La paz es más dificil que la guerra. Se necesitan dos para hacer una paz, y solamente uno para hacer una guerra"

Paul Valéry

Los estruendos se oyeron desde el interior de lo que era la sala del Trono. Señal más que clara de que algo había pasado. No, de que algo estaba pasando en esos momentos y que nada ni nadie lo iba a detener.

-¡Debemos de evacuar a la gente!

-¡Es tarde! – Impa alzó la voz, dado que sabe que es lo que está por pasar. - ¡Hay que sacar a todos de aquí!

Selene le quiso refutar algo a su amiga, pero sabía que tenía razón. En estos momentos, solo le quedaba una cosa y era de tener que evacuar.

-¡Hay una salida por aquí! ¡Secreta! – Impa estaba por decir algo más, pero en eso...

-¡AH! ¡¿Qué es eso!? – Diana gritó al ver como lo que parecía ser una criatura negra y violeta, que pareció tomar la forma de un lobo bípedo, apareció enfrente de la entrada a la salda del trono.

Impa y Nabooru se prepararon para pelear con esa cosa, pero el que reaccionó primero fue Link.

Este sacó su espada y cortó a la bestia en la zona del cuello antes que se pueda lanzar a alguien. Y cuando cayó al suelo, se volvió polvo. Este miró a los demás y...

-¿Y eso...?

Nabooru dejó de lado el hecho de que el niño demostraba ser más hábil de lo que pensó, dado que se movió con una agilidad más que impresionante.

-Magia oscura... Ganondorf bastardo. Dejó esto en el castillo antes de irse...

Y cuando terminó ello, se pudieron oír gritos en todo el castillo. Lo que hizo que todos pensaran que... la gente que estaba dentro del mismo Castillo estaba siendo atacada por esas criaturas que estaban apareciendo. Y solo imaginar ello...

-¡Debemos de irnos, ya! – Impa sabe que no hay tiempo, detesta esto, pero la seguridad de la Familia Real era la prioridad si es que...

-No. – Fueron las palabras de Daphnes. – Yo me quedo.

-¿¡Qué estás diciendo!? – Selene miró a su esposo como si estuviera loco. Aunque puede que lo esté. - ¿¡No has oído lo que...!?

-Lo he hecho. Pero no puedo irme. Ganondorf de seguro viene para aquí, para hacerse cargo de mí. Y... él cree que yo sé de esas cosas. No sospecha de ti o de Zelda, así que ustedes pueden huir, esconderse y estar a salvo.

-¡No, papá! – Zelda fue con su padre, en un intento de implorarle de que se vaya con ellas. De que así, podrán estar a salvo. - ¡Ven con nosotros!

El Rey miró a su hija, el sonido de los gritos y la destrucción que ya se hacía presente, era algo que solo reforzaba su decisión. Todo esto estaba pasando porque fue ciego... demasiado crédulo.

Ahora ve el porque Leon le reglaba a cada rato de que era muy crédulo. No todos los que vienen a él, lo hacían con buenas intenciones. Pero ahora todo se le había venido en cara. Todo...

-Un Rey se debe de quedar con su reino, aun cuando esté a punto de caer. Es su responsabilidad como líder. Al menos sé que ustedes estarán bien. – Daphne miró a su esposa, quien le quiso decir algo. Pero no pudo.

Ella notaba la mirada que él tenía. Esa decía que nada de lo que le diga o lo que haga, hará que él cambie de opinión. La mujer solo pudo asentir, con mucho dolor, abrazar a su esposo y murmurarle algo. Sabe que el tiempo es algo que no tienen para gastar en estos instantes.

The Legend of Zelda: Ocarina of Time REDUXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora